Capítulo 8 Segunda Temporada

Paso rápido. Perdón por subir tan tarde, pero mi ordenador parece que no esta por la labor de colaborar, se queda bloqueado cada dos por tres y cuando estoy escribiendo, hay veces que se guarda lo que escribí y otras que no así que... un poco caos.

Igual todas esas firmas me animan a subir capi, y aquí lo tienen. Es un poco tarde aquí, así que aunque les prometí que hoy iba a subir dos, si no llego a subirlo ahora, lo subo mañana sí o sí ç( y esta vez de verdad)

De nuevo, gracias por todas sus firmas, me alegra mucho y no saben lo que significan sus palabras (las que escriban me entenderán) es algo INCREÍBLE GRACIAS de ♥.

Capi dedicado a Stefi por ser la primera en firmar y a la nueva lectora @mely1803.

Sin más espero disfruten del capi.

TWITTER: @Inma_06

CAPÍTULO 8

- Hijo, ya pasaron a Bauti a la habitación. Vamos a verlo – le fdijo Juan a Peter.

- Vamos amor – me dijo – Adiós, Belén y de nuevo gracias por venir – le respondió mientras caminábamos detrás de los padres y hermanos de Peter.

- Mejor entren ustedes primero, sino vamso a ser muchos en la habitación – dijo Noelia.

- Sí, ahora cuando lo veamos entran a verlo ustedes ¿si? – dijo Claudia y tanto Ana,  Noelia y yo asentimos.

- Menos mal que todo salió bien – dije a las chicas y nico y Euge se acercaron a nosotros.

- Acabo de hablar con los chicos, ya están los cuatro juntos – dijo Nico refiriéndose a Vico, Cande, Rochi y Gastón – vienen de camino.

- Lali me alegro mucho que estés de nuevo acá – me dijo Ana.

- Sí esta mañana llegó Peter a recoger a Bauti y estábamos todos desayunando, no lo veía así desde la última vez que estuvimos todos juntos en casa de los chicos – me dijo Noelia – cuando nos contó que habías vuelto, entendimos esa carita de felicidad.

- La verdad es que yo cuando llegué no parecía Peter, Noe tiene toda la razón, es una persona distinta… cuando llegué estaba triste, serio… y ayer cuando te vio, se llena de felicidad, alegría – dijo Euge – Amiga ¿te puedo preguntar algo?

- Sí dime – le respondí.

- ¿Qué les dijo Belén? Se fue pálida y muy seria - preguntó Euge.

- Intento hacerme creer que estos tres meses que estuve separada de Peter, ella estuvo con él.  Obviamente no la creí, y Peter se encargó de ponerla en su sitio… le dijo unas cuantas verdades a la cara – le respondí.

- Amor – dijo Pepo asomando por la puerta de la habitación – entren las tres – nos dijo y Juan, Tato y él salieron para que pudiéramos entrar nosotras.

- Hola enano! – dijo Ana y se acercó a él para saludarlo y lo mismo hizo Noelia.

- Lali!! – dijo al verme abrazada a Peter – que bien que estés acá! – dijo.

- Yo también estoy feliz, aunque me hubiese gustado verte en otro lugar y no aquí – dije me acerqué a la cama y lo saludé.

- ¿Cómo estás? – preguntó Ana.

- Con mucho sueño, me duele un poco la cabeza pero bien – respondió – Peter, perdón.

Ninguno de los presentes entendimos lo que pasaba.

- No pasa nada, no me tenés que pedir perdón pendejo – respondió él acercándose a la cabecera de la cama.

- ¿Por qué le pides perdón a tu hermano? – preguntó Claudia.

- Porque sé que se asustó mucho, me lo dijo la doctora – respondió el pequeño de los Lanzani, en ese momento morí de ternura.

- Ya te dije que no pasa nada… pero no me vuelvas a dar esos sustos por favor – le respondió.

- Bueno nosotras mejor salimos para que puedan entrar tus hermanos y tu padre Bauti – dije mirando a las chicas y ellas asintieron – después nos vemos. Peter los chicos vienen para acá ya – le dije.

- Ok, voy fuera con ustedes – contestó Peter, salió con nosotras.

Después de eso estuvimos un rato fuera hablando hasta que llegaron Cande, Vico, Gastón y Rochi. Con Euge y Nico entraron a ver a Bauti. Para que ellos entraran tuvieron que salir los hermanos y los padres de Peter.

Peter le pidió a su madre quedarse, pero tanto ella como Juan insistieron en que se quedaban por la noche ellos dos. Así que Tato como condición les puso que tenían que irse a bañarse y descansar hasta la noche. Pepo y Ana los llevaron a la casa y ells también se quedaron allá.

Sobre las 8 de la tarde se fueron los chicos, y nos quedamos solo Peter, Noe, Tato y yo. Y un par de horas después llegaron los padres de los chicos.

Estuvimos un rato hasta que Claudia nos dijo que nos fuéramos ya a descansar, nos despedimos de todos y nos fuimos. Antes de salir de la habitación dijo Claudia “Peter, más te vale cenar algo, me dijo Tato que no probaste bocado en todo el día. Así que cená”.

Peter miró a Tato y le dijo “Buchón”, todos reímos y le dije a Claudia que yo me encargaba de que Peter cenara.-

Salimos del hospital, y como Peter había llegado con Bauti en la ambulancia, puesta Tato y Noe nos acercaron al departamento de Peter. Nos despedimos de los chicos y bajamos del coche. Cuando llegamos al departamento, Peter abrió la puerta.

- Bienvenida a casa princesa – me dijo mientras entrábamos y me abrazaba por detrás.

- Gracias bombón – contesté girando y pasando mis manos alrededor de su cuello – ahora nos damos una ducha relajante los dos, y después te presto alguna remera mía para que duermas… te quedan tan sexy mi ropa – me dijo entre picos.

- Sexy? Si me está enorme – dije y ambos reímos – además lamento informarle señorito, que si usted va a nuestro dormitorio podrá comprobar que ocupé un poco de espacio en el armario. – respondí.

- ¿Trajiste tus cosas acá? Si no te separaste de mí desde que llegaste al hospital. – me dijo mientras caminábamos hasta el sofá, y nos sentábamos.

- Cierto, estuve contigo pero viste que tengo unas amigas que son increíbles. Le pidieron la copia de la llave que tiene tu madre y no solo trajeron mis maletas, sino que colocaron mi ropa y todo – le dije - ¿Te molesta?

- ¿El qué, que me hayas quitado parte de armario o que te hayas venido para acá sin decirme nada? – me respondió serió, pero enseguida lo cambió por una sonrisa de oreja a oreja – ME ENCANTA!!! – dijo levantándome en volandas y  abrazándome – TE AMO, eres lo mejor que me pasó en la vida.

- Yo también te amo – le respondí y nos empezamos a besar. Besos y más besos que terminamos recostados en el sofá y la temperatura subía por momentos pero nos cortó el ruido de su móvil.

- Mi celular – dijo buscándolo – es un mensaje pero puede ser de mis hermanos o mi madre, perdón hermosa – se disculpó mientras lo buscaba – No, no son ellos…. Es una chica hermosa también. – respondió volviendo al sofá junto a mí.

- ¿Y qué chica hermosa te tiene que mandar mensajes a ti? – le dije con tono de celosa.

- Mi cuñadita mayor – me respondió y me acordé que mi móvil seguía apagado – que dice que mi suegra está un poco desesperada porque no hablaste con ella todo el día. Llegó ahora, pero es de hace un par de horas. Seguramente no tenía señal en el hospital.

- Sí y no da llamar ahora a mi madre, son casi las 4 de la mañana allá – le dije – pasa que mi móvil ese quedó sin batería y con todo esto no me acordé la verdad. Por eso no fui antes al hospital, porque me quedé dormida y aunque los chicos llamaron a casa de Cande no me desperté hasta que Nico no fue a buscarme – dije algo apenada con él.

- No importa mi amor, es normal que estuvieras cansada, pero ya pasó todo. Ahora vení que vamos a ducharnos – me dije.

- No, te duchas tú… yo voy a preparar algo para cenar, que le dije a tu madre que ibas a comer…. No puedo quedar mal con mi suegra.

- Ok, pero no hay mucho en el freezer así que llamo a un delivery y ya mañana compramos todo lo que falta ¿sí? – me dijo.

Pidió la comida, y  mientras yo preparé la mesa ratonera que había en el salón, el se ducho. La comida llego y la puse en la mesa. Cuando salió estaba todo listo, y lo mejor de todo es como aun caían gotas de agua de su pelo por su cara y lo bien que le quedaba la camiseta y el pantalón del pijama.

- Que lindo!!! – dije cuando se paró al lado del sofá y yo volvía de la cocina.

- De verdad que todavía no me lo creo – me dijo y me abrazó cuando solté la botella de agua en la mesa – gracias por jugarte por nuestro amor, te juro que no te vas a arrepentir – me dijo y me besó.

- No me agradezcas más, te amo y sé que no me voy a arrepentir. Le contesté y ahora lo besé yo – Dale a cenar, la comida tiene buena pinta.

Cenamos entre charlas, me contó como había pasado todo lo de Bauti y el accidente y podía ver el dolor y la angustia en sus ojos.-

- Estaba muy rico todo – dije – pero no pediste postre, y aunque hace frío tengo unas ganas de helado de chocolate – dije en medio en broma, medio en serio.

- ¿Te cuento un secreto? – me dijo bajando la voz como si alguien lo fuera a escuchar y yo asentí – Hay helado en la nevera… me consolaba bastante por las noches cuando pensaba en vos – me dijo.

- Eres más tierno – dije me levanté y me senté en sus piernas – te amo – y lo besé.

- Hacemos algo, como está muy frío, lo saco… recojo todo esto de la cena y mientras vos te das un baño relajante – dijo.

- Ok, no tardo – respondí, lo besé y fui al cuarto. Saqué un pijama (las chicas estaban loquísimas pero eran geniales, en la cama me habían dejado un papel donde ponían donde estaba cada tipo de vestimenta,. Camisetas, ropa interior, pijamas….).

Después de eso, me metí en la cucha y estuve unos 10 minutos dentro, estaba cansada pero prefería estar con Peter y relajarme con él que en un baño relax. Así que cuando me sequé, me puse el pijama y salí. Cuando lo vi… estaba en la cama con el helado en la mesilla de noche y se había quedado dormido. Qué lindo por favor! Como pude me metí en la cama, pero había un problema: se había quedado dormido encima del edredón. Intenté taparlo con una manta que había encima del sillón que estaba en un esquina del cuarto, pero se despertó.

- No quería despertarte, perdón – dije.

- No estaba tan dormido, vamos a comer helado juntitos vení – dijo levantándose y destapando la cama.

- Mejor dejamos el helado para otro día, estás muy cansado… mejor dormimos ¿no? – dije metiéndome en la cama y pegándome a él.

- Sos hermosa – contestó – ok, dormimos, pero no te sueltes de mí por favor – me pidió cuando se terminó de acostar y me atrajo hacia él.

- No te voy a soltar – dije, apoyando mi cabeza en su pecho.

Ambos estábamos cansados, así que no tardamos más de 10 minutos en caer rendidos.