Capítulo 77

HOLA!!! Semanita un tanto rara, al menos para mí. Muchas gracias por las firmas... perdón por no subir todos los días, intentaré recompensar en el finde =)

Muchos besos para todossssss y millones de gracias por siempre estar! =)

PASEN por el blog de María http://novesdepeterylali.blogspot.com.es/ estoy ENAMRORAITA de su nove, me parece genial =) y también por el blog de http://lalitter08.blogspot.com.es/ es una novela preciosa.

Espero que os guste el cap... ya se va acercando el final, pero tengo nueva idea en mente =) BESOS! GRACIAS!!!! <3

TWITTER: @Inma_06

Capítulo 77

- No la escuché despertarse – dijo Peter entrando en el salón y viendo a su mujer y su hija desayunar.

- Es que no lloró apenas – respondió Lali y lo buscó con la boca a Peter para recibir y dar su beso de buenos días, y él no dudó en responderle – yo estaba ya despierta así que la busqué rápido para que no te despertara y pudieras descansar tranquilo, que te lo mereces. ¿Querés desayunar con nosotras? Va, conmigo porque ella ya terminó.

- Te amo tanto – respondió él – y por supuesto que desayuno con vos.

- Alma anda con papi mientras traigo desayuno para él.

- No yo voy.

- No – se negó Lali y le pasó a su hija – hoy necesito que me dejes cuidarte.

- Vos tenes que cuidarte La – respondió él mientras ella iba a la cocina – tenés que curarte y reponerte mi amor.

- Y de apoco lo voy hacer – respondió ella volviendo con un vaso para llenarlo de zumo – pero tampoco voy a estarme quieta todo el tiempo.

- Cierto… se me viene a la memoria que sos una mala paciente – agregó él recordando las veces que ella estuvo en el hospital.

- Que malo que sos conmigo. No soy mala paciente, me agobia que todos tengan que estar pendiente de mí, cuando puedo valerme por mí misma.

- Dejate cuidar ¿sí? – le pidió Peter. Se levantó y puso a Alma sobre la alfombra estimuladora con algunos juguetes - ¿me dejas mirarte las heridas? Dame las manos.

Ella lo hizo y él las observó. Apenas dos días habían pasado pero poco a poco iban cicatrizando… antes de soltarle las manos, besó las muñecas allí donde Lali estaba lastimada y ella sonrió. Después Peter le levantó la camiseta del pijama para ver los moratones, y al igual que los pequeños cortes de las muñecas, iban mejorando. Lo que pasa es que algunos recién comenzaban a salir cuando otros más antiguos estaban empezando levemente a desaparecer. Por eso, Peter se levantó y fue al cuarto a buscar la crema que le había recetado Emilia.

- ¿Podés desayunar y después me curas? – le pidió Lali pero él se negó.

Una vez sí había curado minuciosamente las heridas de su mujer, se lavó las manos y disfrutó con ella del desayuno mientras observaban como su hija estaba creciendo.

- ¿Hola? Sí Fabi, ¿Cómo andas? Todo bien por suerte. Lali está mucho mejor, y Alma desde que su mamá está de vuelta está como más tranquila – respondió Peter, y es que el novio de su paciente y la misma, estaban al tanto de lo sucedido con Lali y ambos se interesaban por ella – Que bueno, me alegro que la hayan trasladado a planta. No sé si pueda estar para la operación, es dentro de un par de días y quiero quedarme en casa, pero si no estoy te prometo que me paso a verlos. Tranquilo todo irá bien, Claudia es una doctora genial. Mandale saludos a Delfina, y yo se los doy a Lali de su parte. Chau, cuídense – y Peter terminó la conversación telefónica.

- Fabián es el novio de Delfina ¿no? – preguntó Lali quitándose las zapatillas de andar por casa y colocando las piernas en el sofá al estilo indio.

- Sí, es él. Saben todo lo que pasó con vos y llamaron para interesarse – respondió Peter.

- ¿Y por qué la operan?

- Lali ¿es necesario que hablemos de esto? Prefiero estar con vos, tranquilos…

- ¿Qué te cuesta decirme? – se quejó ella puchereando un poco.

- Sí, la operan – respondió Peter después de besar es puchero de su mujer – un trasplante. Parece que el nuevo tratamiento que aplicamos Claudia y yo en Delfina, funcionó. El tumor dejó de crecer, y nos permitió extirparle el hígado sin dañar ni poner en riesgo su vida.

- Entonces, todo tu esfuerzo sirvió – respondió Lali contenta por Peter pero causó un efecto contrario en él.

- Sí – respondió bajando la mirada – me costó muy caro, pero sirvió.

- Eyy – respondió ella agarrando su mentón y  haciendo que lo mirara – perdón, no te estaba reprochando ni nada por el estilo. Al contrario, estoy feliz de que hayas podido salvar a esa chica.

- ¿A costa de qué? – respondió Peter mirándola dolido – A costa de estar un mes distanciándome poco a poco de lo que más quiero en este mundo: Alma y vos; a costa de que casi te pierdo por estar alejado de vos, por dejarte sola por…

- Por nada – respondió Lali y se las ingenió para subirse encima de él intentando lastimarse lo menos posible – la curaste y eso es lo que cuenta.

- No Lali, no solo importa eso – respondió Peter – casi te pierdo ¿entendés?

- Pero Pitt – intentó interrumpirlo ella pero fue en vano.

- Escúchame – y la volvió a sentar junto a él para mirarla frente a frente – necesito pedirte perdón. Te reproché muchas veces que te pusiste en peligro por tu trabajo, y al final fui yo quien puso en riesgo nuestro matrimonio a causa del mío. No La, escúchame. Muchas veces discutimos por tu trabajo, y al final es el mío el que casi nos separa. Además, vos te culpabas por lo que pasó, y yo te repetí miles de veces que fue Héctor el culpable de todo. Pero si yo no le hubiese dado oportunidad, si yo no hubiese estado tan atento de mi trabajo vos jamás te 

habrías ido de acá y… - él se vino abajo y Lali lo abrazó.

- Y nada, porque estaba obsesionado con vengarse y castigarme, y si no me hubiese atrapado en esa casa, hubiese sido acá. Y quizás hubiera sido peor, porque vos también hubieras corrido peligro, y eso no me lo perdonaría jamás.

- Necesito que me perdones por cómo me comporté estos últimos días, te juro que no volverá a pasar, y que nada va a ser más importante que vos y Alma.

- No me pidas perdón, por favor. Yo sé que aprendiste la lección, todos nos equivocamos pero vos siempre sabes reparas tus errores, Peter. Y por eso te amo.

- Yo también te amo, mi amor – le respondió Peter y la besó.

Se besaron durante un buen rato hasta que se escuchó un pequeño ruido. Y es que Alma, gateó hasta ellos pidiendo que la unieran a esos besos que sus padres se estaban dando, y los padres no dudaron un segundo en cumplirle la petición a su hija.

El día continuó, y lo hicieron en familia. Peter recogió un poco la casa mientras no dejó a Lali hacer otra cosa que no fuera disfrutar y cuidar de Alma. Durante esa mañana, Javier había llamado y le había preguntado cómo se encontraba, porque tenía que tomarle declaración. Ella le pidió que él se pasara por su casa, y su compañero y amigo le confirmó que así lo haría.

- Hola hermosa – la saludó Javier con un abrazo - ¿cómo estás?

- Bien, demasiado cuidada – respondió Lali sonriendo y mirando a Peter mientras entraban los tres en el salón.

- Opaa eso sonó a reclamo  Pedrito – respondió Javier – igual, ningún cuidado está demás – defendiendo a Peter.

- Por supuesto que no. ¿Querés algo para tomar? – le ofreció Peter.

- Agua, vengo muerto de sed y calor.

Peter se levantó para cruzar el pasillo y llenar un vaso con agua para dársela a Javier.

- Ok, no quiero tampoco estar mucho tiempo para que sigas descansando.

- Estoy harta de descansar – se quejó Lali - ¿cómo están las chicas?

- Bien, dentro de todo bien. A una de las chicas la dejaron ingresada porque sufrió golpes fuertes y se le astillaron varias costillas. Pero nada grave. Las que fueron violadas – dijo con cautela por Lali – están en manos de psicólogos.

- ¿Carolina las atiende? – preguntó Lali por su compañera y él asintió – entonces me quedo más tranquila. ¿De los tipos esos saben algo?

- Lo que yo sé es que vos estás de baja – respondió Javier – y que en este caso estás implicada en calidad de afectada y testigo, así que se acabaron las preguntas Lali. Soy yo el que te las va hacer ahora, no te puedo contar más nada.

- Está bien – aceptó ella refunfuñando.

- ¿Me quedo o me voy? – preguntó Peter preguntando por si necesitaban estar solos.

- Como la testigo prefiera.

- Quedate por favor – le pidió ella y él asintió con una sonrisa.

Y así empezó la declaración, Javier preguntaba de todo y Lali se limitaba a responder lo que recordaba y ella presuponía por las voces y lo poco que pudo ver. Peter se aferró a sus manos, cuando Lali se quebró y sin poder evitarlo comenzó a llorar; Javier quiso parar pero ella decidió terminar de una vez por todas con ese trámite para poder cerrar ese capítulo de su vida.

- ¿Está Peter? – preguntó una voz de mujer cuando Lali atendió el teléfono.

- Sí, un momento ahora se pone – respondió ella – mi amor, te llaman – dijo Lali.

- Gracias – respondió él atendiendo el teléfono no si antes besar los labios de Lali - ¿Diga? Hola Claudia, ¿ya? Pero la operaban en un par de días… Ok, mejor aun. ¿Salió todo bien? Me alegro, seguro hiciste un trabajo impecable, gracias por ayudarme con esto. No sé, te hablo mañana o en unos días ¿sí? Ya hablé con el director y quedamos en la semana que entra me incorporo, así que quizás entonces vaya a verla. Dale, cuídate. Sí, se lo doy de tu parte. Un beso – y colgó.

- ¿La doctora Costa? – preguntó Lali mientras daba de merendar a Alma.

- Sí, te manda un beso enorme. Me voy a enojar, todos te mandan besos a vos – actuó Peter estar enfadado y ella aprovechó que él se acercó para calmarlo con un corto beso – Llamó para avisarme que han adelantado la operación de Delfina a hoy al final, y que salió todo bien.

- Me alegro mi amor – respondió Lali sincera – si querés podes ir a verla, yo estoy bien.

- No me voy a mover de tu lado – dijo Peter sentándose junto a ella y abrazándola de costado – no las voy a dejar solas nunca.

- Dale mi amor, cuanto antes retomemos nuestra vida mejor.

- ¿No querés estar conmigo? – y de nuevo su parte de actor salió a la luz – No me echaste de menos parece.

- Sabes que sí. Pitt hablo en serio, estoy bien, puedo estar con Alma sola. Pero si te quedas más tranquilos, llamo a mis hermanas, mi mama, a la tuya… y que se vengan y no estoy sola con Alma.

- Quizás mañana, hoy quiero quedarme con las mujeres más hermosas de mi vida.

- Rochi se va a enojar si te escucha hablar así – respondió Lali sonriendo antes de que Peter la besara.

- Que se enoje – respondió él – además te aseguro que es la primera que está feliz de que las cuide tanto. Vos no sabes cómo me amenazó cuando os dejé a Alma y a vos solas y la nena estaba pachucha.

- Ya, no recordemos eso mejor. Igual mi cuñada es una genia – respondió Lali que después de terminar de darle de merendar a Alma se abrazó a Peter y lo besó.

- Recordame que desconecte el teléfono – señaló Peter ya que ese mimo de la pareja fue interrumpido por el sonido del fijo - ¿Quién? Sí te la paso. Ahora es para vos.

- Hola – saludó Lali sin saber quién estaba al otro lado – Mery – se alegró al escuchar a su amiga.

- Amiga ¿cómo estás? Me alegro tanto de que por fin estés de vuelta en tu casa.

- Yo también, y estoy bien. Algo golpeada pero nada grave. ¿Vos? Viajando mucho, últimamente ¿no?

- No paro, mi empresa me tomó de enlace con las sucursales que quiere abrir en Latinoamérica y no paro un segundo quieta.

- Eso es bueno – dijo Lali.

- Sí, pero quiero estar ahí con vos achuchándote un poquito mucho.

- Ya nos vamos a achuchar cuando vuelvas, hay tiempo.

- ¿Ves lo que te digo? Ya me están llamando para que me vaya, tengo que colgar. Mañana intento llamarte, igual en unos días estoy de vuelta y solo pise suelo porteño, voy a verte.

- Acá te espero hermosa. Gracias por llamar, te quiero.

- Yo también amiga, muchos besos para vos. Y cuídate. Besos también para Peter y la hermosa de mi sobrinita.

- Vení – le dijo a Peter después de colgar y comenzó a besarlo seguido en los labios.

- ¿Y esto? – preguntó él riendo.

- Mery me dijo que te diera muchos besos – respondió Lali divertida.

- Estás loca ¿lo sabes?

- Sí, muy asumido lo tengo. Te amo. ¿Llamamos a tu familia y la mía y hacemos cenita en casa?

- Lo que la reina de la casa diga.

- Y mirá, sabes que pasa, que la reina de la casa aun no habla – respondió mirando a Alma y ambos rieron – dale, que los llamo.

- Te amo – dijo Peter antes de soltarla.

Y la respuesta a ese te amo, fue un beso lleno de risas por parte de ambos.