Capítulo 71

BUEN DÍA!!!!!! Feliz martes y 13 para todas... para mí no es un día de mala suerte ni mucho menos, hay que disfrutarlo como un día más de verano. Para las que estáis en al universidad, colegio, trabajando... mucho ánimo!!! Todo lo mejor para todas! =)

Me alegra que os estén gustando los caps =) A mí me encanta escribir algo y que vosotras lo disfrutéis como lo estáis haciendo es "un mimo al alma" todos los comentarios.

Espero que este capítulo también os guste muchísimo =) y espero que los que se vienen os gusten mucho más.

GRACIAS!!!!! y muchos BESOS! <3

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Capítulo 71

Peter solo podía quedarse quieto y recibir los golpes en el cuerpo que su cuñada le estaba propinando, y no se defendía porque de verdad creía que si él hubiese estado con Lali, que si no se hubiese centrado tanto en su trabajo y apartado a Lali de su lado, ella estaría bien. Lo que él no sabía es que la situación del hospital se había agravado también por el intento de homicidio de Héctor hacia Delfina.

- Ana cariño – repetía una y otra vez su marido al tiempo que intentaba pararla pero no lo conseguí, la ira de Ana era más fuerte.

- SOS UN COBARDE – gritó – NI SIQUIERA TE DEFENDES – gritó de nuevo Ana y miró a los ojos a Peter y los vio llenos de lágrimas y con un dolor inmenso.

- Es que llevas razón – susurró él y en ese momento Ana paró de pegarle para abrazarse a él y Peter se aferró a ella.

- Perdón Peter, soy una bocazas, no es cierto lo que dije, no tenes la culpa de nada – le dijo abrazándolo para luego mirarlo a los ojos – nada de lo que está pasando es tu culpa.

- Sí lo es Ana, yo tenía que estar con tu hermana. Protegerla, cuidarla, amarla… y no hice nada de eso – se reprochó a sí mismo.

- Acá el único culpable es ese delincuente que se llevó a mi hija – dijo Majo acercándose a Peter – si de algo me alegro en esta vida es de que Lali te encontrara. Y no vuelvas a decir que no la amas bastante porque la prueba de ese amor está ahí – señaló al sofá y Peter vio como Alma comenzaba a despertarse y poner puchero por los gritos.

- Lo siento Majo, de verdad, no sé qué voy a hacer ni cómo, pero voy a encontrar a Lali, me cueste lo que me cueste – le prometió Peter antes de besar las manos de su cuñada y su suegra y se fue a tomar en brazos a su hija.

- Cariño – intervino Carlos – hay que avisar a Dani de todo esto.

- ¿Y cómo se lo decimos? – preguntó Majo esperando una respuesta que nadie le dio.

- Estando todos juntos – respondió Ana - ¿Tu familia lo sabe Peter?

- No, en cuanto lo descubrí llamé a Javier y cuando él se hizo cargo de todo me vine acá a contarles, tenían que ser las primeras en saberlo – contestó Peter abrazando a su hija, era la única que le devolvía un poco de paz.

Carlos llamó a casa de los padres de Peter y habló con Juan. Él se encargó de contarle a toda su familia, excepto Daniela, que se enteraría cuando llegara a casa su casa.

- Mamá ¿Se puede saber que está pasando? – preguntó Daniela nerviosa al ver que todos los Lanzani trataban que no se preocupara de nada, el problema es que no sabía de qué tenía que preocuparse.

- Mi amor, vení, sentate – le dijo Yeyo llevándola al sofá junto a Majo y Ana. Dani se sentó entre ellas y Yeyo en frente, en la mesa que había entre los dos sofás.

- ¿Es Lali no? Es obvio que algo le pasó – dijo mirando a Peter y a su ahijada.

- Cariño tenes que ser fuerte – le dijo Ana pasando suavemente su mano por el cabello de su hermana – a Lali la secuestraron – soltó Ana de una vez y sin pensarlo o no podría hacerlo.

En ese momento toda la casa se cayó. No se escuchaba nada, más que los gemidos por los sollozos de Ana y Majo. De pronto, Daniela se levantó y salió del salón dirigiéndose a su cuarto.

- No Yeyo – le dijo Peter levantándose y poniendo a Alma en los brazos de su padrino – no vayas.

- No quiero que haga ninguna tontería Peter – respondió él acunando a la pequeña.

- Voy yo a hablar con ella – le contestó su hermano.

- ¿Vos cómo estás? – preguntó Yeyo.

- Necesitando hablar con Dani – respondió Peter y tras abrazar a su hermano con cuidado de no aplastar a Alma salió al pasillo a buscar a Dani en su dormitorio.

- Quiero estar sola – dijo Dani llorando al escuchar que abrieron la puerta.

- Pero soy el que te necesita enana – dijo Peter y entró – necesito saber que vas a estar bien – continuó Peter sentándose en la que antes era la cama de Lali e hizo que lo mirara.

- ¿Bien? – preguntó ella con los ojos rojos y llorosos - ¿Vos podes estarlo? – preguntó Daniela  y de nuevo las lágrimas tomaron el control de Peter.

- No, pero necesito que estés conmigo en esta. No sé por qué, pero la relación que tenes con Lali me llena el alma, y teniéndote a vos cerca, la siento más cerca a ella – respondió  Peter y las lágrimas corrieron en las mejillas de ambos.

- Necesito que vuelva Peter – dijo Dani abrazándose a él – La necesito conmigo.

- Yo te prometo que la voy a encontrar – le aseguró Peter – aunque sea lo último que haga en esta vida.

- No digas eso por favor – le rogó Daniela – no vayas a hacer ninguna locura.

- Tranquila, que no la haré – le prometió – Pero ahora vos me tenes que prometer algo – le dijo Peter y ella asintió – sos la madrina de Alma, y mientras su mamá no esté, te necesita más que nunca – le dijo para intentar calmar y apaciguar el dolor en su cuñada pequeñas - ¿Lo harás? ¿Vas a estar con ella?

- Por supuesto – respondió Daniela y se abrazó – te quiero Pitt.

- Yo también enana – le contestó él – ahora salí, porque tu mama, Ana, Yeyo… todos están preocupados por vos.

Sin más que decir, Daniela salió de la habitación mientras Peter se quedaba un rato más allí. Agarró una foto que Dani tenía sobre la mesa de noche y se aferró a un oso de peluche que había sobre la cama de Lali.

- Te voy a encontrar mi amor. Y te juro que nunca más voy a permitir que nada ni nadie sea más importante que nuestra familia – Peter le hablaba a la foto en la que aparecía Lali con Alma en brazos y los sentimientos de nuevo le asaltaron.

- Hijo mío – se escuchó la voz de Claudia detrás de él y cuando Peter se quiso dar cuenta, ya su madre estaba abrazándolo – nada de esto es tu culpa ¿me oyes?

- Creo que en el fondo lo sé mamá, pero no puedo evitar sentirme así tan… - Peter se quedó callado porque no tenía ninguna forma de expresar ni definir aquel momento.

- Tranquilo cariño, va a aparecer – le aseguró su madre eso que él le había prometido a su suegra y su cuñada – Y va a estar bien.

- Eso espero mamá, porque si no es así, te juro que no me lo perdonaría jamás – dijo Peter.

Claudia volvió a abrazar a su hijo, y ahí en los brazos de su madre, fue cuando Peter por fin pudo dejar de aparentar entereza y demostrar cómo le dañaba y mortificaba lo que estaba pasando.

Más de 10 minutos pasaron hasta que decidieron salir de la habitación. Cuando llegaron al salón, había más gente de la que él había dejado al ir a buscar a Dani. A los que ya estaban se sumaron su hermana Rocío, Gastón, y Juan, su padre.

- Todo va salir bien Pitt – lo abrazó Rochi y Peter le devolvió ese abrazo para agradecerle el gesto y las palabras.

- Hijo, Lali es lista y sabrá cuidarse. Al fin y al cabo es su trabajo – le dijo su padre intentando consolarlo.

También Gastón lo apoyó en esos momentos tan difíciles.

- ¿Qué hacemos ahora? – preguntó Ana.

- Hay que esperar a que Javi llame – respondió Peter – ¿Alma?

- Dani le está dando de comer y se encargará de ella – respondió Majo – ha dicho que no la soltara a menos que lo haga en brazos de Lali – añadió Majo de nuevo sollozando.

- No sé si haga bien preguntando esto pero ¿Cómo pasó todo hijo? – preguntó Claudia.

En ese momento Peter se dedicó a contarles a todos lo que había sucedido, desde la peleas con Lali por Delfina, pasando por su suspensión hospitalaria en el caso de la misma, hasta llegar a por qué Lali estaba en aquella casa sola. También les contó lo de la nota y la llamada. Por supuesto que no contó la verdad de por qué Héctor odiaba tanto a Lali, pero sí la versión oficial que Javier le había dicho. Les explicó que Lali hablaba como en códigos y decía cosas que le hacían volver en el tiempo a conversaciones del pasado en la que Lali le explicaba por qué había vuelto a Argentina. En ese momento Ana comenzó a llorar de nuevo, y es que ella si conocía el verdadero motivo y tenía mucho miedo por Lali, no quería que volviera a pasar por lo mismo. Christian la abrazó y la acurrucó sobre él. Peter continuó, y les dijo que por todo lo que decía, lo llevó a deducir que había pasado en realidad. Siguió hablando y contestando a preguntas que estaban haciendo hasta que el móvil de Peter sonó.

- Javier – lo saludó Peter y todos suspiraron y se apenaron al saber que no era Lali - ¿Buenas noticias?

- No sé si buenas o no. No hay huellas en la casa de Héctor pero sí en la nota. Querría asegurarse que Lali no te contaba la verdad y la revisaría.

- Eso significa algo – preguntó Peter.

- Sí, que todo el operativo que puse en marcha desde que me llamaste, sigue adelante y ahora con pruebas verídicas. Necesito tu móvil para intentar rastrear la llamada de Lali.

- Voy a comisaría entonces.

- No, mejor no. He mandado dos agentes a tu casa, otro a casa de tus padres y otro a casa de la madre de Lali, por si Héctor intenta hacerles algo.

- Estamos todos en casa de la madre de Lali – respondió Peter.

- Ok, pero dejaré a mi gente en sus puestos, por si Héctor quiere intentar volver para hacerle daño a alguien y lastimar más a Lali. Es un perverso psicópata. Ahora vas a irte para tu casa, y allí voy a instalar todo el equipo necesario para pincharte tanto el móvil como el fijo y así poder controlar todo por si te llama Lali de nuevo.

- Ok voy para casa – respondió Peter.

En ese momento y en contra de la opinión de Peter, todos los allí presentes también se trasladaron a casa de Lali y Peter. Cuando llegaron Javier estaba esperándolo. Entraron y lo dispusieron todos para cuando Lali volviera a llamar, si es que lo hacía.

- Me está matando la espera – dijo Majo y es que la noche caía cada vez más cerrada y no tenían noticias.

- Majo tranquila, jugamos con ventaja, Héctor no sabe que nosotros sabemos la verdad. No solo estamos controlando esto, sino que también lo están buscando en todo el país, su cara y la de Lali la tienen todos los policías.

- Pará – dijo Peter recordando algo – la quiere sacar del país.

- ¿Qué? – preguntó Carlos.

- La quiere sacar del país, Lali me dijo que necesitaba huir, muy lejos. Mi amor sos la mejor – dijo cubriéndose la cara con las manos y dándole las gracias a Lali aunque no pudiera oírle. A pesar de la situación ella seguí enviándole pistas.

- Ok, mandaré también que distribuyan las fotos de ambos por todas las fronteras: terrestres, aéreas y marítimas.

- ¿Y si acudimos a la prensa? – propuso Rochi.

- De momento no. Jugamos con ventaja porque no sabe que lo buscamos. Si ve su foto y la de Lali en la TV o la prensa, se dará cuenta de todo y puede empeorar la situación.

- Javier – dijo Mireia, una compañera de Lali – hay que aparentar normalidad ¿no? - y el asintió – lo normal es que tras la nota, Peter se lo contara a su familia y a la de Lali. ¿Qué sería lo primero que hubiera hecho tras enterarse que su hija se ha ido sin decir nada a nadie y abandonando a su nieta, señora Espósito?

- Llamarla y preguntarle qué tontería estaba haciendo – respondió Majo inmediatamente.

- Exacto – concordó Mireia.

- Tenes razón – acotó Javier – Majo llamá a tu hija. Pero antes déjame que prepare tu móvil. Tenes que aparentar normalidad, reprocharle que se haya ido, pero sobre todo lo de Alma

Cuando todo estuvo listo, Majo marcó y se intentó tranquilizar mientras se escuchaban los tonos de llamada. Majo hizo señal que no contestaba y en un papel Javier dijo que le dejara un mensaje de voz.

- Lali hija – consiguió decir Majo tras la señal – no sé qué has hecho ni por qué, pero vuelve por favor. Esto no está bien, tu hija te necesita y Peter también. Todos te echamos de menos – grabó el mensaje diciéndole a Lali lo que sentían por ella intentando no levantar sospechas – más te vale llamarme, porque me voy a enojar mucho si no lo haces. Más de lo que ya lo estoy. Te amo cariño – dijo Majo y colgó para echarse a llorar en brazos de Carlos.

- Ahora solo resta esperar que Héctor para intentar aparentar normalidad, haga que Lali llame – acotó Javier.