Capítulo 72

HOLA QUE TAL!??? 

Espero que estén teniendo un muy buen miércoles, disfrutando el día a más no poder ya estén trabajando, estudiando o de vacaciones (como yo jajajaja). Me alegra mucho que os esté gustando tanto la nove, sobre todo esta parte, que a pesar de no ser de "color de rosa" os esté gustando tanto =) Además estáis muy atentos a todo lo que pasa, lo sé por los comentarios =)

GRACIAS!!!!! por leer y comentar... alucino no solo con los comentarios si no al ver el número de visitas que tiene el blog y cada capítulo =) #SoyFeliz 

Os dejo el cap, mañana mas =) Gracias de nuevo y muchos besos! <3 #HastaMañana

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Capítulo 72

- ¿Dónde vamos? – preguntó Lali después de despertarse tras viajar toda la noche.

- Para que veas que no soy tan malo como piensas, te voy a decir que vamos a recoger mis cosas y después vamos a viajar juntitos.

- ¿Para? No entiendo que queres hacer conmigo – dijo Lali cansada de lo que estaba viviendo.

- Primero disfrutar de ti y ese cuerpazo que tienes – respondió Héctor quitando una mano del volante para acariciar la pierna de Lali y fue cuestión de un segundo que ella retirara dicha caricia.

- Estás loco.

- No, tú me vuelves loco, muñeca.

- Algún día te vas a cansar de tocarme y que yo no te corresponda. Porque me podrás hacer lo que quiera pero jamás me vas a tener – respondió muy segura de sí misma Lali.

- No te conviene enfadarme chiquita – Héctor iba a decir algo más, pero se calló al sonar el móvil de Lali – No atiendas.

- Es mi mamá otra vez, está preocupada, es normal – contestó Lali exasperada.

- Escúchame bien – le advirtió Héctor parando el coche delante de una pequeña casa – Vas a atender y la llamada va a ser corta, no me voy a arriesgar.

- Está bien – asintió ella – Mamá – respondió Lali el móvil con las lágrima saltadas.

- Mariana mi amor ¿dónde estás? ¿Cómo estás? – comenzó a preguntar Majo nerviosa y Javier hizo para tranquilizarla para que Héctor no sospechara.

- Estoy bien mami, no te preocupes por mí. Supongo que hablaste con Peter – dijo ella - ¿Cómo están él y Alma?

- Está preocupado por vos mi amor, hecho trizas. Y Alma te echa de menos, aunque tu hermana Daniela no se separa de ella – respondió Majo.

- Mi niña – susurró Lali mientras las lágrimas comenzaban a resbalar por sus mejillas – perdón mamá, perdón por todo esto – añadió Lali con la voz rota.

- Corta – moduló Héctor.

- Te tengo que dejar mami, los amo mucho.

- No Lali no cortes mi amor por favor, volvé. Estamos todos acá en tu casa, con Peter, esperándote. – respondió Majo y Lali se puso blanca, recordó que Héctor los había espiado a través de micros.

- No mami, no estén ahí – soltó Lali sin pensarlo y Héctor se dio cuenta, por eso le quito el teléfono y cortó la llamada.

- Se acabó el juego – le advirtió. Se bajó del coche y lo rodeó para tirar de ella – Entra en la casa – le ordenó tras abrir la puerta.

Héctor la tiró en el sofá y comenzó a encender los aparatos de escucha que tenía sobre la mesa del salón.

- ¿No nos teníamos que ir lejos? – le preguntó Lali intentando distraerlos. No podía permitir que si la policía estaba en su casa, Héctor se enterara.

- Nos vamos a ir, pero me quiero asegurar de algo. Te juro que como haya maderos en tu casa y estén escuchando las conversaciones me las vas a pagar Marita.

- ¡NO ME LLAMES ASÍ! – gritó Lali para provocarlo y ganar tiempo, pero lo único que consiguió es que le diera un guantazo que la hizo caer al suelo y la herida del labio volviera a abrirse.

- Tranquila mi vida – se escuchó la voz de Carlos y Lali supo que estaría consolando a su madre – tranquila, ya la van a encontrar.

- NO – se escuchó un grito y ella reconoció la voz de Javier – MALDITA SEA.

- ¿No la localizaste? – preguntó Ana.

- No pudimos – se lamentó Javier – hay una interferencia en la señal, quizás Héctor tenga intervenido el celular y eso complica la localización. Y más aun siendo una llamada tan corta – explicó Javier.

Lali siguió escuchando voces conocidas para ella, pero las escuchaba de fondo porque solo podía estar atenta a que Héctor se acercaba a ella furioso. Estaba claro que no le gustaba que hubieran descubierto que ella no se había ido por voluntad propia, y menos aún le había gustado haber escuchado su nombre en la boca del compañero de Lali.

- Zorra – la insultó mientras se acercaba a ella y Lali se intentaba levantar para escaparse de él.

- Déjame – le dijo ella.

- ¿Cómo lo supieron? – le preguntó a Lali atajándola por sus brazos – ¿CÓMO LO SUPIERON?

- No lo sé – contestó Lali temerosa mientras Héctor la zarandeaba – no dije nada.

- Algo has hecho – aseguró él – no sé cómo ni cuándo, pero de alguna manera se lo has dicho.

 - No sos tan listo como creías eh – le echó en cara Lali a su agresor – sos muy básico.

- Seré muy básico – y ando unos pasos más para dejar a Lali entre su cuerpo y la pared – pero ahora la vas a pasar mucho peor que antes – le aseguró y comenzó a besarla y toquetearla y Lali comenzó a intentar sacárselo de encima – tranquila muñeca – le agarró las manos para inmovilizar a Lali y le besuqueó el cuello – ahora no te voy hacer nada más porque nos tenemos que ir. Pero te aseguro que vas a volver a ser mía, y esta vez, con tu consentimiento.

- ESO JAMÁS – gritó ella y para que se callara él la besó y le mordió la boca.

- No vuelvas a gritar – le dijo él. La dejó ahí, se fue para un costado del sofá y agarró una bolsa deportiva bastante grande. Apagó los aparatos de escucha y cogió a Lali de un brazo para salir de la casa obligarla a montarse en el coche y volver a la carretera.

- ¿Qué hay que hacer ahora? – preguntó Peter al lado de Javier.

- Voy a escuchar de nuevo la grabación de la llamada a ver si detecto algún sonido ambiente que pueda darnos alguna pista de donde están cuando llamamos.

- Quiero escucharla ¿puedo? – preguntó Peter.

- Cuantos más oídos más posibilidades de encontrar algo tendremos – le aseguró Javier entregándole unos cascos a Peter – dale play, Mireia – le dijo y ella sintió e hizo lo que le pidió.

Escucharon las grabaciones dos veces, Peter había notado como cuando Majo mencionó a Alma la voz de Lali se acongojaba y sabía que había roto a llorar.

- ¿Escucharon eso? – preguntó Mireia y ambos negaron – escuchen lo último que dice Lali antes de que se corte la llamada.

- ¿Qué dice? – preguntó Javier, tanto Peter como el habían estado tan atentos y habían aislado los planos de la llamada para escuchar sonidos ambientes, que se habían olvidado de la conversación - ¿está preocupada?

- Está angustiada y nerviosa – respondió Peter - ¿pero por qué? ¿no quiere que estemos acá? Quizás tiene miedo a que Héctor venga a hacernos daño – supuso él.

- No creo. Si Héctor quiere venir a por alguno de ustedes lo puede hacer estén donde estén – reflexiono Javier.

- Esos es – señaló Mireia – estén donde estén – repitió lo que había dicho su compañero – Nadie sabía que Lali se había ido a esa casa. Y vos dijiste que había una interferencia en su celular, por eso no la localizamos.

- No sé dónde quieres llegar. Tenía controlada a Lali por el celular.

- Quizás no solo por el celular – respondió ella y salió de la casa para entrar de nuevo pero con un detector de frecuencias – por favor, necesito que salgan de la casa – les pidió a los allí presentes, que eran todos los que estaban desde el día anterior. Necesitamos silencio, y si salen es mucho más fácil.

Ninguno de los allí presente se opuso, excepto Peter que prometió no hacer ningún tipo de ruido. Mireia colocó el aparato en su mano derecha y lo encendió. Javier apagó la luz por si detectaban alguna luz led que delatara la presencia de mircos y/o cámaras. Mireia, Peter y Javier recorrieron el salón y encontraron entre libros un micrófono, continuaron recorriendo la casa y encontraron otro más en la cocina y en el playroom.

- No hay más – aseguró Mireia – no hay nada más aparte de los micrófonos que encontramos – aseguro cuando entró en la casa volviendo del jardín.

- ¿Los estuvo espiando? – preguntó Rocío sin poder creerlo.

- Sí, es por eso que pudo tener conocimiento de todos los movimientos de ustedes dos – aseguró Mireia hablando a Peter.

En ese momento el móvil de Peter sonó, el cual también habían analizado por si Héctor también lo había interferido, pero no era así. Después de decir que no era Lali se marchó a la cocina para atender la llamada.

- Vico – lo saludó.

- Hola amigo ¿cómo estás? – y es que ya todos los amigos tanto de Peter como de Lali sabían lo sucedido porque también tenían que estar precavidos, por si las dudas.

- Como se puede estar.

- Esta mañana llegué al hospital, y ya había rumores. Pero ahora ya me lo confirmó Claudia, y te llamo para eso.

- ¿Pasó algo con Delfina?

- No. Bueno sí, está mucho mejor. Despertó del coma, no se sabe muy bien cómo, pero se despertó. Claudia dice que seguramente se deba a que le medicamento que vos decidiste para contrarrestarle la ampolla de mas que le habían puesto, hizo efecto, más de lo esperado y por eso ella se despertó. Además me dijo que tenías razón, el tumor paró su crecimiento. Ya le apusieron en la lista para trasplantes y están esperando un órgano compatible.

- Algo bueno entre tanta desgracia – suspiró Peter y se dejó caer en la isla de la cocina – gracias por avisarme.

- Peter – lo llamó Javier – tenemos que hablar – le dijo serio.

- Vico tengo que colgar.

- Solo una cosa más, aún no saben que pasó, quién cometió el error. Pero Claudia me dijo que había estado con el director y habían estado calculando cual sería la hora sobre la que le habían administrado la ampolla extra. Y por eso, averiguaron la hora aproximada y Claudia dijo que no podías haber sido vos, porque estabas con ella, ayudándola con unos resultados de las pruebas de un paciente suyo.

- Ok gracias, tengo que llamar al hospital para decir que no voy a poder ir hasta que no se solucione lo de Lali. Gracias por avisar Vico.

- Cuidate, y cualquier cosa avisanos. Cande está muy preocupada por Lali.

- Lo sé – le aseguró Peter – Tengo que cortar, chau.

Javier y él salieron de la cocina para llegar al comedor.

- ¿Qué pasa? – preguntó Peter.

- Lali no corta la llamada. Mireia estuvo revisando de nuevo la grabación y se escucha como si alguien le quitara el teléfono.

- No, no por favor. – Peter se negaba a escuchar lo que se venía.

- Hay que mandar a todos los medios de prensa la foto de Lali y la de Héctor. Él ya debe saber que lo estamos buscando. Es más, si Héctor volvió a prender el equipo de escucha, sabe que estamos acá. Que Lali nos alertara para que saliéramos de aquí, también lo alertó a él y ya debe saber que sabemos todo – explicó Javier.

- Ahora corre más peligro que antes Javi.

- Lo sé, pero la vamos a encontrar, te lo prometo – respondió el inspector de policía – Hernández – hablaba ya con alguien de comisaría – necesito que se pase a los medios escritos, radiofónicos y televisivos, las fotografías de la agente Espósito y del secuestrador Héctor Ibañez. Escribí una nota de prensa resaltando que lo más importante es encontrar a Espósito sana y salva, que se requiere la colaboración civil para poder capturarlo a él y salvarla a ella.