Capítulo 69

Perdón!!! se me fue la hora. En España es un poco tarde... lo siento =S 

Que disfruten del cap! Gracias por leer y comentar =) Espero que os siga gustando... toca confiar en Peter, ahora sabréis si sabe o no lo que pasa.

BESOS! <3 y GRACIAS!!!! 

TWITTER: @Inma_06

Capítulo 69

- ¿Dónde vamos? – preguntó Lali interesada.

- Lejos, te dije que íbamos hacer un viaje largo, te lo advertí. Hiciste muy bien en despedirte con esa nota, porque no los vas a volver a ver Marita.

- Me llamo Mariana – gritó Lali harta de escuchar el nombre que le habían asignado en aquel operativo que le cambió la vida.

- Para mí siempre serás Mara… es más, ese va a ser el nombre que vas a adoptar para tu nueva personalidad.

- ¿Qué decis imbécil? – volvió a preguntar alterada y Héctor se obligó a echarse al arcén de la carretera.

- No vuelvas a gritar o me olvido de no pegarte en la cara – le advirtió agarrando la cara de Lali entre sus manos.

- Me vas a tener que amordazar sí querés que me calle – dijo Lali y después le escupió. Por eso, Héctor le pegó en la cara y le partió el labio.

- El que avisa no es traidor muñeca – le informó Héctor – no hagas locuras o puede que se me crucen los cables y vaya a buscar a alguien de tu familia.

- Está bien – recapacitó Lali – haré lo que digas.

Peter solo sabía mirar la nota y abrazarse a su hija. No entendía que estaba pasando, por qué Lali había hecho eso. Leyó de nuevo la nota.

Parece que últimamente lo único que puedo hacer es comunicarme contigo mediante notas. No puedo más, me voy. Perdón por romper la promesa que te hice cuando nos casamos… eso de “Si el dolor entra en nuestras vidas, juntos lo superaremos”; desde que entraste en mi vida me hiciste  feliz, y me conoces a la perfección. Gracias por aceptarme y quererme desde la primera noche que pasamos juntos en la que nos confiamos y nos entregamos el uno al otro. Gracias por estar siempre, pero ahora hay heridas que se abren y duelen mucho, y necesito curarla sola. Cuida de Alma y dale todo el amor que no le voy a poder dar. Te amo.

Lali.

- Sí Lali te conozco a la perfección y vos no haces estas cosas mi amor – habló Peter en voz alta – Jamás te irías y dejarías a nuestra hija sola. ¿Qué te pasó mi amor? “Hay heridas que se abren y duelen mucho” – releyó al frase - ¿De qué heridas hablas? ¿Qué te pasó mi amor? – Peter sabía que Lali no haría eso – Te tuvo que pasar algo – se repitió para sí mismo. Millones de posibilidades se le pasaron por la cabeza, y el miedo invadió su cuerpo. Lali era policía y tenía muchos enemigos, empezando por el marido de aquella mujer que ya una vez la atacó. Pero también tenía rencillas personales, quizás la gente de aquel operativo en el que participó en España habían vuelto por ella… no podía ser, si alguno hubiera sido puesto en libertad, la habrían avisado para que se cuidara. También podían ser el padre, el ex novio… conoció poco al padre de Lali pero no lo creía capaz de hacerle tanto daño a su hija, no ese tipo de daño; y por lo que sabía del ex de Lali tampoco creía que fuera más que un imbécil que no supo valorar a Lali como ella lo merece.

Tenía que hablar con ella. Así que la llamó a su móvil.

- ¿Trajiste el móvil zorra? – preguntó Héctor perdiendo los nervios y de nuevo hizo una maniobra algo peligrosa y paró en el arcén – No lo cojas.

- Debe ser Peter, no va a parar – dijo Lali viendo una escapatoria y sacando el móvil del bolso.

- ¿No leyó la nota? ¿No le quedó claro que te ibas? ¿No llegaba mañana a esa puñetera casa?– preguntó Héctor sin esperar respuesta.

- Es muy persistente, no debió haberme hecho caso cuando hablamos por teléfono – y por primera vez desde que Héctor había vuelto a entrar en su vida sonrió al ver que en la pantalla de su móvil se reflejaba un “amor llamando”. Se alegró que Peter no hubiera respetado el tiempo que le había pedido, no porque pudiera salvarla sino porque ya estaría con Alma – Debe de estar en la casa y no va a parar hasta que no escuche de mi voz que me voy porque lo necesito.

El móvil cesó y dejó de sonar.

- Parece que te has equivocado – pero Héctor tuvo que tragarse sus palabras cuando el aparato volvió a sonar - ¡Maldita sea! Escúchame, nada de trampas. La llamada va a ser corta, no me quiero arriesgar. Le vas a decir que te vas, que lo haces porque quieres. Mara te juro que a la primera tontería que hagas, te mato y después busco a toda tu familia para hacer lo mismo – la amenazó.

- De acuerdo – aceptó Lali y rápidamente atendió el teléfono – Peter.

- Lali decime que estás bien por favor – contestó Peter rápidamente - ¿Qué pasó? Algo te tiene que estar pasando para que hayas dejado a Alma sola. Vos jamás harías eso porque quieres – señaló Peter nervioso.

- Peter escúchame – lo interrumpió Lali necesitaba dejarle otra pista, no iba desencaminado. Cuando le escribió la nota, Lali sabía que él se daría cuando que algo raro pasaba porque jamás le haría daño a Alma y ni la abandonaría como había hecho esa noche. Intentó a hablar pero Héctor le quitó el teléfono y lo puso en manos libres, al mismo tiempo que colocaba el arma sobre la cabeza de Lali.

- ¿Lali que pasa? ¿Con quién estás? – preguntó Peter rápidamente.

- Sola – contestó ella antes de que él continuara hablando y los pusiera a todos en peligro – Necesitaba irme, te lo dije. Confiaba en que no me hicieras caso después de hablar por teléfono y que vinieras a buscarme esta misma noche para hablar – habló ella y añadió en susurro – y no me fallaste – consiguió decir secándose una lágrima.

- Lali acá hay algo que no me cierra. ¿Cómo vas a dejar a la niña sola? Vos no sos así, te conozco algo o… - y de nuevo Lali se vio en la obligación de cortarlo.

- Ya te dije cuando nos conocimos que yo no te convenía – dijo Lali recordando la charla que habían tenido en la puerta de la discoteca meses atrás y como la habían retomado después de que Lali le contara lo de su violación. Necesitaba que Peter también lo recordara y así entendiera lo que estaba pasando.

- ¿Otra vez con eso? – preguntó Peter sin saber por qué volvía con eso, creía que lo había superado… de no ser así, jamás podrían haber tenido a Alma.

- ¿Te acordás? – reiteró Lali – Eso es lo que me pasa Peter, necesito huir.

- Pará Lali – dijo Peter sin saber cómo interpretar aquello… ¿estaba hablando en clave? – Creí que habíamos superado eso – continuó.

- Pero el miedo ha vuelto – contestó Lali.

- No puede ser – contestó Peter entendiendo todo y también supo que ese tío debería de estar escuchándolo y por eso estaba hablando así. Le estaba diciendo que el que la había violado, se la había llevado – Tienes que volver.

- No puedo – respondió y notó por el tono de Peter que por fin había comprendido todo – necesito irme, muy lejos. – Héctor le hizo señas para que cortara la comunicación No me llames más y cuida a Alma. Y cuídate vos también, decile a todos que los quiero mucho. Decile a mi mamá y mis hermanas que voy a estar bien. Chau.

- Lali no me... – intentó Peter llamarla para que no le colgara pero ya era tarde.

Lali sintió alivio en que por fin Peter hubiese entendido todo. Se sintió más tranquila no solo porque avisaría a la policía para que la buscase, sino porque también la policía y sobre todo su compañero Javier, se aseguraría de ponerle seguridad a su familia.

Héctor agarró el teléfono de Lali y se lo guardó en el bolsillo y siguió su camino.

- Nooo – gritó Peter nervioso y eso hizo que Alma comenzara a llorar – perdón mi amor, perdón princesa. Tenemos que ayudar a mamá. Yo sabía que ella no podía hacerte daño, te dejó acá para salvarte – se repitió Peter una vez más.

Rápidamente y sin soltar a Alma, llamó rapidamente a Javier.

- ¿Peter? – preguntó Javier al atender en teléfono.

- Si soy yo Javi.se han llevado a Lali.

- ¿Qué?

- Héctor, el – iba a insultarlo pero miró a Alma y se lo reservó – malnacido que la violó. Se la ha llevado.

- ¿Estás seguro? No puede ser, estaba preso.

- Lo habrán soltado, no sé qué ha pasado. Pero se la ha llevado. Necesito que vengas, o voy a la comisaría. Pero sobre todo que la busquéis ya.

- Si es verdad que se la ha llevado necesito pruebas.

- Tengo una nota, y hablé con ella.

- ¿Estás en casa? Voy para allá.

- No estoy en una casa que Lali había alquilado por unos días. Te paso la dirección en un mensaje y te espero acá.

- Perfecto, ahora te veo.

Por fin ahora podría empezar a buscar a Lali. Necesitaba que alguien le ayudara. Y sabía que Javier lo haría.

- Mamá va a estar bien – le dijo a Alma pero en realidad intentaba convencerse a sí mismo – Vamos a encontrarla – se dijo a sí mismo y se abrazó a su hija.