CAPÍTULO
54
Terminamos
el fin de semana de nuestras vacaciones con la familia de Peter y nos volvimos
a Madrid juntos los dos solos porque Sonia y Julia se quedaban por unos días
más.
Pocos
días después de volver, celebré una fiesta en casa por mi cumpleaños. Los
treinta llegaron a mi vida para quedarse conmigo durante todo un año. El día
después de la fiesta Peter me organizó una cena para los dos en casa y me
regaló un collar con una bailarina de plata.
-
Cierra los ojos – me dijo después de llevarme a mi cuarto y sentarme en mi
cama.
-
Los streptess son para disfrutarlos eh, y con los ojos cerrados no voy a poder
– dije bromeando.
- Ya
puedes abrir los ojos – me dijo y al abrirlos lo vi de rodillas ante mí y sin
camisa, con un plástico que le cubría el hombro.
– No
puede ser – le dije sorprendida.
- Sí
lo es – me respondió él – compruébalo por ti misma. - Se acercó más a mí y fui
descubriendo el plástico hasta dejar libre el tatuaje. – Es el nudo celta del
amor y la familia.
- Es
hermoso.
- La
verdad nunca te pregunté si sabías irlandés.
-
Allí lo habla poca gente ya, sobre todo los mayores… y mis abuelos me enseñaron
algo.
-
Entonces fíjate en lo que pone debajo – se giró para quedar completamente de
espaldas a mí y poder ver el tatuaje completo y de frente. Me fijé en la
inscripción, y era cierto, era irlandés.
- Te
amo – leí.
- Yo
también – respondió riéndose – Este tatuaje significa mucho para mí, pero
también quería que significara para ti. No estaba bien ponerme tu nombre.
- No
por favor – le dije riendo - Pero un tatuaje es algo muy serio, para toda la
vida.
-
Como lo nuestro – me respondió, se sentó en la cama y me sentó en su regazo –
te amo y ahora no solo te lo voy a decir todos los días sino que sabes que lo
llevo escrito en mi piel, al igual que llevo escrito y guardado en mi piel cada
parte de tu cuerpo que besé, acaricié... Así cómo mi piel recuerda cada mimo
que tú me has estado dando durante todo este tiempo.
- No
puedes ser tan… espectacular – dije quedándome sin palabras.
-
Solo sé que soy todo tuyo – me dijo y sin más lo besé.
Los
días fueron pasando y llegó un nuevo mes. Se iba acercando la fecha de la boda
de Irene. Sonia era quien me acompañaba a buscarme un vestido.
-
¿Te gusta este? – le pregunto saliendo del probador.
- Es
bonito pero no te queda bien – dice ella totalmente sincera – perdona mi honestidad
pero últimamente se me va la lengua más que nunca.
- No
hace falta que lo jures – digo riendo – me cambio y vamos a seguir buscando… o
si quieres descansar me avisas.
-
No, no seguimos buscando. Porque te recuerdo que la menda – dice señalándose –
tiene también que buscar algo donde yo y el tonel que tengo por barriga,
entremos.
Entro
en el probador riéndome y me quito el traje para cambiarme y ponerme mi ropa.
Salgo y agarrada del brazo de Sonia nos encaminamos a la salida. Pero ella se
para de pronto.
-
Lali, ¿tienes prisa? ¿Algo para hacer esta tarde? – me pregunta.
-
No… bueno, ir a la academia a dejarles uno papeles a Nacho pero nada urgente.
-
Mejor, porque tenemos nuevo destino: el hospital.
Y
ahí empecé a comprender por qué se había parado. Me fijo en los pantalones y
veo como están mojados. Rápidamente –es una forma de decir porque ella mucho no
podía correr, sobre todo porque le daban leves contracciones y se tenía que
parar- llegamos al parking y la ayudé a subir al coche.
-
Hay que llamar a Julia y a Peter – me dije a mi misma en voz alta mientras ella
intentaba ponerse el cinturón. Saco el móvil y llamo a Julia primero, pero
comunica – Julia soy Lali.
-
Julia vete ya para el hospital, porque las gemelas vienen con ganas de nacer
como que ya – dice Sonia entre respiraciones y dolores. – como no aparezcas te
mato – claudica antes de que suene la señal.
-
Peter – digo alto y se marca en el móvil el número de él mientras me pongo el
cinturón y arranco el coche.
-
Hola chispas, oye no me has mandado ni una mísera foto para que opine de los
trajes que te hayas estado probando. Que mala con tu novio – dice él frustrado.
-
Peter escúchame. Sé que estás trabajando pero vas a tener que pedir permiso
para salir. Voy con Sonia para el hospital, ha roto aguas en una de las tiendas
del centro comercial.
-
¿Cómo? Sonia – dice sabiendo perfectamente que está en altavoz – Tranquila
gordita, que voy para allá. Respira o grita o… no sé, lo que sea que tengas
ganas de hacer pero tranquila que va a salir todo estupendamente bien.
-
Peter – dijo ella algo alterada – llama a Julia. Nosotras lo hemos intentado,
pero ha saltado el buzón de voz.
- De
camino la llamo. Tú tranquila. Os veo ahora, tened cuidado. Os quiero.
Colgó
y me centré en conducir y llegar lo más rápida posible al hospital mientras
Sonia se controlaba bastante bien… al menos, a mi parecer.
4 comentarios:
Que bieeen, espero que salga todo bien!!
Es un momento muy especial ,todos se ponen en marcha d una manera muy emocional.
Es maravilloso tener a las personas k t quieren junto a ti ,en esos momentos.
Que lindooo he leído todo ya me he puesto al dia no me puede gustar más tu nove por favor escribe mas capitulos un beso inma!!
@casiamaia
Un poco tarde pero ya me he puesto al día en la historia, me encanta que sean dos niñas lo que espera,me diverti mucho con toda la familia reunida y estoy muy contenta de que todo vaya tan bien y esten todos juntos en estos momentos tan especiales
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