jueves, 21 de enero de 2016

Capítulos 51 y 52 - ¡Ni que fuera verdad!

Lo prometido.... si estáis leyendo esto es porque la programación de los capítulos ha ido bien. A leer y disfrutar. BESOS!!!






CAPÍTULO 51
- ¡Lali! – gritan los mellizos y me abrazan.
Peter se da la vuelta y lo veo sonreír. En sus ojos veo que no se lo esperaba.
- Hemos visto un montón de fotos tuya. El tío Peter no para de hablar de ti, es un pesado – dice Manu.
- Creo que tu tío Peter se ha quedado congelado – dice Irene.
- ¿Qué haces aquí? – pregunta mientras se acerca.
- Quería darte una sorpresa, que ya me tocaba a mí.
- Es más guapa que en las fotos tito – dice Mario y no puedo no reírme.
- Es que tú tío sabe elegir lo mejor de lo mejor – contesta él, da dos pasos más y me abraza – te quiero – me die al oído.
- Yo más – le respondo.
Se separa de mí y me besa, delante de toda su familia. Y aunque me da un poco de vergüenza porque somos el centro de atención, me da igual. No puedo separarme de sus labios ni de sus brazos. Después del accidente disfruto más cada pequeño momento que me da la vida, y no puedo dejar de agradecer que siempre él está presente en esos pequeños momentos, y me encanta.
- ¡Qué bonito es el amor! – dice Sonia y todos ríen.
Nosotros nos separamos, pero solo nuestras bocas porque Peter me pasa su brazo por la cintura y no me suelta.
- Veo que ya todos conocéis a mi novia – dice él mirando a toda su familia.
- A decir verdad, yo no. Que me ha tocado aguantarte en vez de disfrutar de la compañía de mi querida nuera. – aparece el padre de Peter – suéltala hijo que nadie te la va a quitar – dice quitándole el brazo a Peter de mi cuerpo, para darme él un abrazo y no puedo evitar sorprenderme – encantado de por fin conocerte Lali, soy Pedro.
- Lo mismo digo – respondo sonriendo y me da dos besos – la verdad que os conozco a todos un montón aunque sea la primera vez que os veo a casi todos.
- Siéntete como en casa, porque estas en familia, cielo – me dice Julia dándome un abrazo – Clau, ¿a qué estás de acuerdo con Sonia y conmigo en que el padre de nuestros niños ha escogido a la mejor mamá barra madrina para ellos?
- Por supuesto – responde ella.
- ¿Cómo que madrina? – dice Peter.
- Cierto,  con todo esto se nos había olvidado decírtelo. Lali va a ser la madrina de nuestros hijos, no te lo pregunto, te lo afirmo – dice Sonia.
- Tranquila que no tengo ninguna pega que ponerle – responde él y se acerca, me acuna la cara entre sus manos y me besa – felicidades madrina.
- Gracias – respondo y lo beso – gracias a todos por ayudarme con la sorpresa – agradezco a toda su familia.
Empiezan a sucederse besos y abrazos entre todos, y me llena de alegría mientras mirar a Peter y ver que derrocha felicidad por todos los poros de su piel, pero lo que más me gusta es poder verlo en su carita.
Pasamos el día en la piscina, salimos para comer y volvemos dentro del agua a disfrutar del día, sobre todo jugando con Manu y Mario, son un par de trastos pero no les cabe más bondad en sus cuerpecitos.
- ¡Tengo una sorpresa! – dice Sonia saliendo de la piscina cuando vamos a merendar.
- ¿Qué vas a hacer ahora loca? – le grita Irene porque Sonia entra en la casa y sale con un sobre.
- Pues bueno, Clau antes ha hecho referencia a que quería una nieta. En la última eco ninguno de los dos se dejó ver, así que el jueves antes de venirnos, Julia y yo fuimos a una consulta privada para que nos hicieran la 4D y tener otra posibilidad de saber que eran.
- ¿Y se dejaron ver? – preguntó Peter mientras se levanta para ponerse al lado de Sonia e intenta quitarle el sobre.
- Chist, las manos quietas papito – le dice ella y todos ríen.
- ¿Pero por qué aun no me habéis dicho nada? Soy el padre, ¡tengo derecho!
- Porque creíamos que lo más oportuno es que estuviera también Lali presente. Además creo que la vas a necesitar.
- ¿Por qué? – pregunta Miguel y yo me río intuyendo lo que va a decir Sonia.
- Siéntate con tu novia – le dice a Peter y él le hace caso. Abre el sobre, saca la ecografía y nos la acerca – Toma, el sobre es pa que le eches aire, Lali. Peter cariño te presento a tus hijas.
- ¿Dos niñas? – pregunta él asombrado.
- Sí cielo, vas a ser padre de dos niñas.
El asombro desaparece de su cara para dar lugar a una enorme sonrisa. Me mira y le devuelvo la sonrisa, veo como le brillan los ojos y no puedo evitar emocionarme yo también. Lo abrazo y le doy un beso.
- Felicidades papá – le susurro mientras le abrazo.
- Gracias – me responde. Se separa de mí, se levanta y abraza primero a Sonia y después a Julia – gracias de verdad chicas, sois las mejores.
- A ti por ser el padre de estas dos preciosidades – responde Julia y yo vuelvo a sonreír.
- ¡Por fin! Y no una, sino dos nietas – dice Cladia y corre a abrazarlo a los tres.
- ¿Vamos a tener dos primas? – pregunta Manu.
- Si hijo, dos primas que vais a tener que cuidar mucho – les dice su padre.
- Y no dejarlas tener novio por nada del mundo – añade Peter.
- No les digas eso Peter – le riñe Lore.
- Nuestras primas van a ser muy pequeñas para tener novio – añade Mario.
- Pero ellas van a crecer, como vosotros – les dice su tía Irene.
- Siempre van a ser pequeñas para tener novio – aclara Mario y todos reímos.
Mientras merendamos, celebramos la llegada de las dos pequeña a la familia  entre todos hacemos una lista de nombre, aunque Sonia y Julia van descargando hasta dejarlo en cuatro: Julieta, Lucila, Mar, Eva.
- Hemos reducido bastante la lista – acota Julia.
- Vale, ahora hay que dejarla en dos – dice Irene.
- Vale, es cuestión de nosotros cuatro ya – dice Sonia señalándonos a ella, Julia, Peter y yo – empezamos primero Julia, después Peter, después Lali y después yo, decid dos que os gusten para dejarlos eh.
- Lucila y Eva.
- Eva y Mar.
- Lucila y Eva.
.- Lucila y Mar – dice Sonia la última – Vale, pues tenemos tres votos para Lucila y tres votos para Eva. ¿Nos quedamos con esos?
- Perfectos – dice Peter.
Las tres asentimos.
- Claudia cuando quieras puedes empezar a hacerles tus queridos cuadros de punto de cruz a tus nietas porque ya tienen nombres.
- ¿Cuáles? – pregunta mi suegra sonriendo.
- Lucila y Eva – le responde Peter – ¿te gustan mamá?
- Sois los padres y tenéis que elegir vosotros, lo que los demás digan tiene que importaros poco hijo. Pero sí, me parecen unos nombres precioso.
El resto del día pasamos hablando de cómo serán las niñas, a quien se parecerán, como van a ser cuando vayan creciendo… lo que más gracia me da es cuando Julia insinúa la adolescencia de las niñas y Peter se poner blanco.

CAPÍTULO 52
Por la noche, cenamos en el porche porque tiene unas puertas corredizas que se cierran, y las cerramos porque empieza a refrescar. Después de cenar, nos vamos cada uno a los dormitorios para dormir. No tardamos en caer rendidos todos porque es imposible no hacerlo después del ajetreado día que hemos tenido. De madrugada me despierto y cómo no consigo volver a dormirme, me levanto porque si sigo dando vueltas voy a despertar a Peter. Busco la sudadera que tenía puesta antes de acostarme y me la pongo para poder salir al jardín sin tener frío.
Llego al jardín y me siento en el escalón del porche y me dedico a ver las estrellas.
- ¿No puedes dormir? – escucho a Claudia detrás de mí y me sobresalto – perdón, no quería asustarte hija.
- No te preocupes, solo que no te esperaba.
- Toma anda, un chocolate caliente para calmar un poco el fresco que hace y a mí me ayuda a dormir.
- Gracias – digo aceptando la taza y se sienta a mi lado.
- De nada, espero que a ti también te ayude – responde ella.
- No solo por el chocolate – digo y le doy un sorbo – por todo Claudia: por el día de hoy, por acogerme tan bien, por tratarme como si fuera una hija más, por ayudarme con la sorpresa para Peter… por hacerme sentir en familia.
- Es que estás en familia Lali – me dice ella – Peter nunca nos había presentado a ninguna novia formalmente, a las que hemos conocido ha sido porque nos hemos encontrado por la calle, porque ha sido una circunstancia concreta… así que si estás aquí es porque eres importante para él. Además no solo eres su novia, sino que vas acompañarlo en un momento muy importante de su vida como es ser padre.
- No sé si te lo ha contado, pero no me enteré de una forma muy normal digámoslo así, fue todo de sopetón…
- ¿Te costó aceptar la situación? – me pregunta – si no te hubiera costado, no serías humana Lali.
- No sé, ahora lo pienso y creo que no estuve a la altura de la situación.
- Si no hubieras estado a la altura de la situación no estaríamos teniendo esta conversación porque tú no estarías aquí. Sin embargo, aquí estamos con un chocolate caliente entre las manos y hablando de lo feliz que haces y eres con mi hijo.
- Al principio estaba tan insegura de todo, de nuestra relación, después con lo del embarazo… no encontraba mi papel en la familia que Peter iba a formar con Sonia y Julia. Pero el me hizo encontrarlo… y las chicas también tuvieron parte importante.
- Y no sabes cómo me alegro de que lo hicieran. Son dos chicas estupendas, y ya era hora que tuvieran esta oportunidad y encima me hacen abuela, no puedo pedir nada más.
- Y de dos nietas – le recuerdo y ambas reímos.
- Es a ti a quien te quiero pedir algo.
- Por ahora más nietos no por favor – le digo y volvemos a reír.
- No es eso tranquila. Dices que al principio no crees haber estado a la altura de la situación… solo te pido que si vuelves a sentir esa inseguridad, no dejes el agua correr Lali. Los problemas no se solucionan por arte de magia por mucho amor que haya: hay que hablarlos y para hablar hay que tener una confianza intacta en la pareja. Si de verdad te vuelves a sentir así, habla con mi hijo porque de verdad creo que sois el uno para el otro y no quiero que por cualquier tontería arruinéis lo que os está costando tanto trabajo armar.
- Te prometo Claudia que de lo único que estoy segura en el mundo, es que amo a tu hijo. De que lo amo a él y a esas dos pequeñas que están por llegar, porque las siento un poquito mías y quiero acompañarlo en este viaje que la vida le ha puesto por delante. Lo tenía claro desde hace tiempo, pero desde el accidente todo se ha vuelto como más real, y no quiero que ninguna tontería me arruine mi felicidad.
- Me alegro que pienses así. Peter puede parecer alguien muy fuerte pero también es muy sensible, el amor y las alegrías corre a compartirlas con quienes quiere pero cuando hay problemas se calla y los vive solo.
- Lo sé, y me voy a encargar que nunca más vuelva a ser así, porque voy a estar siempre para lo que necesite.
- Gracias Lali – me dice y me abraza – gracias por quererlo tanto. Solo hay que mirarte a los ojos para ver ese amor – me sonríe – También te digo que a veces es complicado, se entromete en todo, escucha conversaciones ajenas… - dice y mira hacia la puerta y Peter sale – es de mala educación escuchar detrás de la puerta.
- No cuando son dos de las mujeres más importantes de mi vida las que están hablando, y más si es sobre mí – se defiende él y abraza a su madre – te quiero mucho.
- Yo también cariño – le responde ella y se levanta – no os acostéis tarde, mañana querréis salir a pasear y estaréis cansados.
- Prometido – responde él y se sienta junto a mí.
- Gracias por todo Claudia – le digo yo y me levanto para abrazarla – buenas noches.
- Buenas noches cielo.
Se va y encaja la puerta, me vuelvo a sentar junto a Peter y él pasa su brazo por mis hombros.
- ¿Estás bien? – me pregunta mientras me mira serio.
- Feliz – respondo.
- La verdad me preocupa eso que has dicho del accidente, ¿de verdad estás bien?
- No estoy traumatizada si es lo que te preocupa Pitt. Simplemente que después de vivir esa situación y estar en peligro, me he dado cuenta que tengo que aprovechar cada segundo de felicidad que tengo y luchar porque nada ni nadie me los quite, porque no se sabe que pueda pasar mañana.
- No hables así, no va a pasar nada. Vamos a estar juntos, como siempre. Mañana te voy a llevar a que conozcas mi tierra, y vamos a comer pescaito frito  te voy a llevar a ver la puesta de sol en la playa y… - lo callo con un beso.
- Y me vas a querer – completo yo.
- Eso siempre, tenlo por seguro. Te voy a querer y vamos a querer nuestra familia siempre por sobre toda las cosas.
- Te quiero – le digo yo y lo beso – Los dormitorios dan a la parte de delante ¿no? – le pregunto y se sorprende.
- Sí, ¿por qué? – me pregunta.
Sin más me levanto, y me empiezo a quitar la ropa. Cuando estoy desnuda, me meto en la piscina lentamente.
- Eres muy peligrosa.
- Tú me haces serlo – le respondo y tiemblo un poco porque el agua está muy fría.
- Estás congelada La, sal de ahí.
- Ven a darme calor – le digo y me muerdo el labio inferior, cosa que sé que lo mata.
- Los dormitorios dan a la parte delantera de la casa, pero espero que esté todo cerrado porque si no van a escucharte gemir y gritar mi nombre.
- Cállame con tu boca – le pido.
Mientras me hablaba se ha ido desnudando, y dos segundos después ya lo tengo a mi lado, abrazándome. Envuelvo mis piernas en su cintura y no tardo en introducirme en él mientras a besos me calla para que nadie se entere de cómo nos amamos.

2 comentarios:

Arii dijo...

AApaaa,están a full estos chicos!!

Chari dijo...

Dos nenas ,k hermosura.
Si k se arriesgan,jajajajja,puede levantarse otra persona...

Publicar un comentario