CAPÍTULO
59
Sonrisas,
lágrimas, abrazos, miradas y pétalos.
La
ceremonia fue preciosa. Las madres de los novios le dedicaron unas palabras a
ambos en representación de la familia, Irene se mocionó muchísimo. Pero más se
emocionó en el momento de decir los votos. Habían decidido hacer cada uno los
suyos y fueron preciosos. No suelo ser una persona muy romántica, pero tengo
que reconocer que fue espectacular como en tan pocas palabras se demostraron
todo lo que sentían. Y lo mejor de todo: las miradas entre ambos.
Durante
toda la ceremonia Peter me miraba y sonreía. Me gustaba mirarlo cuando él
miraba hacia el altar: podía ver la emoción en su mirada, el amor por su
hermana y eso me encantaba. Cuando la ceremonia terminó, nos echamos unas
cuantas fotos: con los novios, la familia de la novia con ellos, después la
familia del novio, después todos juntos… interminable número de fotos. Fuimos
saliendo de la iglesia, Lorena y yo nos adelantamos a los novios para poder
tirar flores con el resto de invitados. Y en cuanto salieron una lluvia de
pétalos rojos cayó sobre ellos.
Se
montaron en el coche junto con Yari puesto que irían a echarse fotos a unos
cuantos lugares típicos de Cádiz. También fueron los padres de los novios, y
los sobrinos de Peter. Los hermanos –de ambas partes- decidieron que era un
momento de ellos y que ya tenían suficientes fotos en el álbum que se habían
hecho antes de casarse. Nos montamos en el coche con Lorena y Miguel y nos
dirigimos al lugar de la celebración.
-
Vente conmigo – me dice Lorena cuando llegamos – vamos a asegurarnos que esté
todo bien. Entramos y efectivamente estaba todo en orden – ven – me lleva de la
mano – aquí está la ropa que me diste, para que después te cambies.
-
Gracias – le digo y miro el vestido negro que había escogido para bailar y mi
body negro también.
-
¿Cuál vas a bailar tú? – me pregunta.
– Empiezo con Love me like you do.
- Y
puedes bailar danza contemporánea ya aun teniendo el pie así – me pregunta
Lorena.
- Sí,
no es gran cosa la coreografía son pasos sencillos. Además es poquito tiempo,
bailo yo, después entran los chicos, después las chicas y ya después todos.
-
¿De verdad Irene no se ha enterado de nada?
- Me
ha costado eh, pero lo he conseguido. Así que mejor nos vamos para fuera no
vaya a ser casualidad que llegue y descubra el pastel antes de tiempo.
Salimos
del lugar donde están nuestras parejas y pronto empiezan a llegar invitados.
Cuando hay un número considerable se abren las puertas del lugar y pasamos a un
patio delantero donde comienzan a circular camareros con copas y comida.
-
Por favor que bueno está todo esto – dice Sonia dando un bocado a uno de los
canapés.
- Ya
no tienes la excusa de que puedes comer por dos – Peter se encarga de picarla
mientras sostiene a Eva en brazos.
-
Vamos a tener la fiestecita en paz o el berrinche que acaba de armar tu hija puede
ser chico al que te puedo montar yo por decirme gorda. – Claramente está algo
susceptible con el parto.
-
Era broma cariño – intercede Julia.
-
Mamá tiene las hormonas revolucionadas – le dice Peter a Eva mientras yo sigo
meciendo el coche de las gemelas donde duerme Lucila.
-
Peter ya – lo mira seria Julia – que soy yo quien la aguanta todo el día así,
déjala tranquila.
- Ya
vas a pasarlo tú mal cuando mi amiga se quede embarazada – dice Sonia mirando a
Peter y señalándome a mí.
-
Ea! Siempre pago yo el pato – me quejo – no sé cómo me afecten las hormonas
pero con el tema de estarme quieta si voy a tener un problemita – les aseguro y
todos ríen. Todos menos Peter que se queda observándome con una mirada muy
intensa y una sonrisa amplia.
Escuchamos
que alguien nos informa que los novios están llegando y comenzamos a entrar en
el salón, para colocarnos en las mesas y recibirlos ahí. Minutos más tardes, y
con la marcha nupcial de fondo todos nos levantamos para recibir a los novios.
Comemos,
charlamos, reímos, bebemos, cuidamos niñas, brindamos, nos echamos fotos… hasta
cantamos. Sonia y Julia ayudan a Irene a repartir los regalitos mientras Miguel
y el hermano de Sergio lo ayudan a él. Peter se levanta de la mesa para poner
en el coche a Eva, después de darle de comer ha conseguido que se duerma pero
Lucila se resiste en mis brazos aun. Se sienta y mueve su silla para quedar más
pegado a mí.
- Si
te cansas, me la das – me dice mientras no deja de mirarla embobado y le
acaricia la pequeña carita.
-
Jamás me voy a cansar de ellas – le respondo también mirando a la bebé.
- Me
emociona escuchar eso – dice y al notar su mirada en mí, vuelvo mis ojos hacia
él – cuando llegamos y Sonia hizo el comentario de cómo ibas a ser estando
embarazada… es la primera vez que hacen referencia a eso y no dices algo
contradictorio.
- No
te entiendo.
- Es
la primera vez que no pones ninguna pega ante un posible embarazo – me dice y
ahora lo veo mucho más emocionado. Sus ojos brillan.
-
Sabes que nunca he soñado con tener mi propia familia, y más teniendo en cuenta
mis antecedentes… no son muy buen ejemplo que digamos – le respondo – pero tú
una vez más has cambiado todos mis esquemas. Buff que digo cambiar… has
demolido por completo mis esquemas y me has hecho ver la vida de otra manera
Peter. Tú con tu amor me has enseñado tantas cosas que podría llevarme todo la
vida enumerándolas.
-
Cielo…
- No
escúchame. No solemos tener muchos momentos románticos propiciados por mí así
que no me cortes porque la liamos – digo y ambos reímos – Me has dado tu amor,
te has dado a ti mismo y me has regalado la posibilidad de compartir a estas
preciosuras contigo. Es poco tiempo en realidad el que nos conocemos, pero
también es cierto que no es normal lo que hemos pasado y si hemos superado todo
eso, estoy segura que lo superaremos todo. Siempre que estemos juntos. Contigo
estoy dispuesta a todo Peter, porque contigo siempre quiero más, y estoy
dispuesta a luchar por ello y conseguirlo. Por ahora me conformo con tener
junto a mí a estas dos pequeñajas, pero solo por ahora. Porque si a ellas las
quiero así simplemente porque son tus hijas, necesito saber lo que soy capaz de
sentir cuando a quien sostenga entre mis brazos sea a nuestro hijo.
Una
pequeña lágrima le corre por la mejilla y no tarda en secarla. Me mira muy emocionado
y con cuidado de no estrujar a la pequeña, me pega a él y me besa. En el tiempo
que llevamos juntos, me ha besado de muchas maneras pero jamás he sentido lo
que me hace sentir el beso que me da.
- Te
amo Lali. Te amo con mi vida entera.
- Yo
también nene – le respondo y lo besó, aunque un beso corto – ayúdame a ponerla
en el coche que se ha quedado dormidita.
Nuestros
acompañantes de mesas, vuelven. Irene se hace con el micrófono que hay en la
sala.
-
Por favor, pido que se vengan aquí conmigo a mis amigas Laura, Rocío, Cristina,
Gabriela, Carla, Paula, Ainhoa, Rebeca y Sandra. Señor DJ música sensual por
favor – pide y todos reímos. Una a una y al son de la música Sergio le va
quitando las ligas a Irene y ella se las va poniendo a su amiga. Cuando termina
todos aplaudimos. – Muchas gracias a todos de verdad. Bueno ahora viene otra
parte especial para nosotros. Hay tradiciones que me gusta cumplir, pero
cambiando algunas cosas. Perdón por no repartir los originales pero es que quiero
quedármelos como recuerdo de boda. – Todos reímos por su espontaneidad – no, no
estoy loca. Estoy hablando de la tradición de dar y/o tirar el ramo y regalar
la pareja de muñecos de la tarta. Pues bien, como queremos conservar los
nuestros hemos encargados unas réplicas para entregar a quienes queremos que
sean dueños de ellas. – Sergio que se había ido hacia la mesa aparece con una
bolsa – Normalmente el ramo se le da a las solteras que queremos que se casen.
Pues bien, queridísima concuñada, Vane ven cielo – le pide ella – desde que te
conozco te has convertido en una de mis mejores amigas. Sabes que te adoro y
quiero darte este ramo para que tengas un recuerdo de este día tan especial
para mí. Te quiero mucho.
- Yo
también rubia – le dice Vanesa muy emocionada y se abrazan. Le entrega su ramo
y entre aplausos vuelve a su mesa. – Las parejas de novios dicen que se suelen
entregar a quienes se van a casar próximamente, pero yo voy a hacer una
excepción. Obviamente una de estas
parejas de novios son para mis niñas favoritas, mis hermanas de la vida, del
corazón… Sonia y Julia – las chicas se acercan a ella – prontito estoy yo en
ese lugar y vosotras en este. Gracias por esas dos sobrinas que me habéis dado,
gracias por todos los momentos compartidos, gracias por todo. Os quiero mucho –
más besos y abrazos – La excepción es con mi querida hermanita, Lorena ven.
- Yo
te mato – dice Lorena levantándose.
- No
me matas, me adoras – le contesta ella – me has enseñado mucho siempre, eres la
hermana mayor que toda persona puede desear. Nos hemos peleado mucho, sobre todo de más
chicas, pero sé que eres esa persona que va a estar incondicionalmente ahí y
que jamás me va a juzgar. Te quiero mucho hermanita – dice abrazándola. Lorena
llama a ese abrazo a Sergio quien no duda en unirse.
- Yo
te quiero más pequeñaja – responde ella – y tú morenazo, como no me la cuides
no vas a tener mundo para correr y esconderte de mí.
-
Ese debería ser un comentario de Peter ¿no? – bromea Sergio, mientras Lorena
vuelve a su asiento.
- Y
por último pero no por ello menos importante, me queda un ramo más. Esta
soltera es muy especial para mí, y eso que no hace mucho que la conozco. Pero
es especial porque tiene una luz y una esencia única. Por cierto, está soltera
civilmente hablando pero su corazón tiene dueño así que lo siento por quien
pretendía ligársela – provoca nuevamente risas entre los invitados – Lali cielo
ven – dice mirándome, me levanto y me acerco. Me agarra de la mano y ya me
emociono – chiquitilla. Te lo he dicho más de una vez, pero ahora entregándote
este ramo – lo pone en mis manos – es una forma de certificar lo que tanto te
he repetido: formas parte de mi familia. Para quien no la conozca – dice
mirando a los invitados – es mi cuñada, la novia de mi hermano. Es la persona
más buena que he conocido en mi vida. Es fuerte y luchadora y consigue todo lo
que se propone. Es la responsable de que mi hermano tenga la sonrisa de tonto
que tiene ahora mismo, y no tengo otra manera de agradecérselo. – Se gira hacia
mí – Este ramo es casi un contrato, hace relativamente poco tiempo que llegaste
a nuestras vidas pero si lo aceptas, ya jamás te vas a poder ir.
-
Firmo donde quieras – consigo decir muy emocionada y parpadeando rápidamente
intentando no derramar las lágrimas que amenazan con salir. Me abrazo a ella,
después a Sergio y vuelvo con el ramo entre mis manos al lado de Peter – que
sepas que ya no te escapas de mí, tengo ramo de novia para nuestra boda.
-
¿Me estás proponiendo matrimonio? – me dice él sentándome en sus piernas.
-
Quizás – le respondo y rodeando su
cuello con mis brazos lo beso sin importarme que comparto mesa con mi cuñada,
el hermano de Sergio, su novia, Sonia y Julia.
- Y
ahora – se escucha de nuevo la voz de Irene – mi amor, recién estrenado marido
– dice mirándolo y besándolo – tengo una sorpresa for you. Mi cuerpo de bailarinas por favor – llama a sus amigas a
la pista de baile, también se unen Lorena, Sonia y Julia. Yo puse la excusa de
mi tobillo para poder tener el tiempo de ese baile para cambiarme. – Música
maestro – escucho decir cuando me dirijo a donde está la ropa.
Escucho
la música de fondo, también escucho como la gente aplaude y vitorea a las
chicas, mientras me cambio. Cuando terminan, no tardan en aplaudirles y
felicitarlas por el baile.
- Bueno,
bueno – escucho la voz de Lorena – pequeñaja, tú has dado los regalos que has
querido ahora nos toca a nosotros chiquitina. Este regalo es para los dos,
acordaos por favor, que la intención es lo que cuenta. Esperemos que os guste –
dice Lorena y empieza a sonar Love me
like you do. Salgo bailando hasta llegar a la pista de baile y realizar la
coreografía que he preparado para la canción. No es entera, es el comienzo, el
primer estribillo y el último. Cuando termino, me levanto les guiño un ojo y
empieza a sonar Princesa de mi cuento
inundándose la piste con los chicos, bailan el estribillo y la última parte de
la canción para dar paso a las chicas –entre las que me incluyo- para bailar el
último estribillo y la última parte de Me
voy enamorando. Antes de que termine de sonar la canción, empieza a entrar La mordidita y bailamos la primera parte
y el primer estribillo, tanto chicos como chicas, y el último estribillo lo
hacemos en pareja.
Todos
nos aplauden a los novios les ha encantado la sorpresa, y nos lo hacen saber. La
celebración continúa por horas.
-
Lali – escucho la voz de Yari detrás de mí – yo en breve me voy.
- Te
llevamos si quieres – le digo buscando a Peter.
- No
digas tonterías, me voy en un taxi tampoco está tan lejos hija.
-
Pero como que te vas – interrumpe Dani abrazando a mi amiga por la cintura.
-
Como escuchas chavalín.
-
Pero si es temprano todavía chiquilla, donde te vas a ir tú. Ahora que has
terminado de trabajar es cuando empieza la fiesta – dice y tira de su mano para
llevarla al centro de la pista.
-
Mira ojitos claros, vamos a llevarnos bien. Te he dicho que me voy.
- Y
yo te he dicho que vas a disfrutar de la fiesta. Y además, en la mejor compañía
– dice al tiempo que da un paso atrás y se señala él mismo. Yo me río porque es
inevitable no hacerlo ante la seguridad y chulería del amigo de mi novio.
-
Venga hermanilla, quédate y disfruta un rato, tampoco es tan tarde – intercedo
porque sé que ella quiere quedarse por su ya ojitos claros aunque no está segura.
- No
me ayudas mi niña – me dice mientras ahora sí, Dani se la lleva halando de su
mano a la pista de baile.
En
realidad si es un poco tarde. Son casi las cinco de la madrugada. Sonia y julia
se fueron con las pequeñas hace un par de horas, Peter las llevó y se volvió a
seguir con la fiesta. Todos estamos bailando y disfrutando.
-
Chispas – me abraza por detrás mientras canturrea mi mote en mi oído - ¿le
concede un baile a su futuro esposo?
- ¿Y
cuándo nos casamos que no me he enterado yo? – pregunto mientras me agarro a su
cintura y bailo al son de la música.
-
Cuando tú quieras – me dice él para luego besarme.
2 comentarios:
Son tan lindos, esperemos que no haya problemas :))
Son una pareja ideal y llena de ternura.
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