Capítulo 23

Aquí les dejo otro capi... que está dedicado a Faty por ser la primera en firmar =) Sé que pidieron otro ayer, pero me fue imposible subirlo aquí lo tienen para que disfruten con él, espero que les guste =) Gracias a Todas por firmar, de verdad GRACIAS Faty, ca_amorlaliter, Mary (@pl_micorazon), Arii (@AriadnaAyelen) Vale (@vale_cadenas) y susu_angell.

Muchas Gracias a todas y ahora a disfrutar del capi =) BESOS!!!!!

Twitter: @Inma_06

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- Hola Mariana! – dijo mi madre.

- Hola má… me dijiste que querías hablar conmigo antes de volver, aquí estoy – le dije.

CAPÍTULO 23

- Mariana hija… no quiero que te tomes a mal ninguna de las cosas que te voy a decir – dijo mi madre algo más seria de lo que estaba acostumbrada a verla.

- Mamá… - dije entre suspiros pero me interrumpió.

- Mira Lali, sé que tienes 19 años y eres bastante mayorcita para saber lo que te conviene y lo que no, además siempre has sido una niña muy madura y con las cosas bastante claras… pero en este momento – ahora fui yo quien la interrumpió.

- Mamá!! – subí un poco el tono de voz y al darme cuenta volví a hablar correctamente – sigo teniendo las cosas bastante claras, es más te diría que más claras que nunca… yo amo a Peter. Además el otro día cuando lo conocieron me pareció que te había caído bien. – le dije lo más sincera posible.

- No dudo que no tengas las cosas claras, pero también sé que precisamente porque amas a Pedro es que vas a sufrir… Euge y tú volvéis en dos días, ¿me puedes explicar que pensáis hacer con vuestras relaciones? – me preguntó y no supe que contestarle – Lo ves… esa carita de dolor que pones con solo nombrarte el momento de separación solo es el principio de todo esto Lali…

- Pero mamá… ¿qué quieres? ¿Qué termine con él? Además te vuelvo a repetir que no lo entiendo… el otro día le hablabas super bien y ahora ¿quieres que lo deje? – volví a preguntarle.

- Pedro me ha caído muy bien,, y el otro chico… Nico también… se les ve buenos muchachos, pero eso no quita que vas a sufrir, y no quiero eso para ti… por eso creo que lo mejor es que…

- Ni lo vuelvas a decir mamá… no quiero dejarlo. Lo que será mejor que dejemos es esta charla son casi las 12 menos cuarto de la noche y estoy bastante cansada del viaje, me quiero ir a dormir… que disfrutéis del Día de Reyes – dije.

- Mariana por favor, te lo estoy diciendo… - alguien interrumpió a mi madre,

- Mamá venga, que son casi las 5 de la madrugada y todavía quedan regalos por poner… además seguro que la enana me despierta mañana súper temprano, y encima está con Luz, lo que es seguro que dentro de tres horas me llamen… vamos a terminar ya. – le dijo Bea a mamá – Lali mañana hablamos vale? Te quiero mucho hermanita… estoy deseando que vuelvas.

- Yo también te quiero mucho enana… que disfrutéis del Día de Reyes. Os quiero!!! – dije y me desconecté.

Puede que suene raro, las 5 de la mañana y preparándolo todo para la mañana del 6 de enero, pero así siempre fue en casa. De niña no me enteraba de anda, perro cuando crecí y comencé a ayudar a preparar las cosas fue distinto. El día de Reyes Euge y su familia se quedaban en casa a dormir, para abrir los regalos todos juntos por la mañana. ¿Problema? Que nuestra casa es grande, pero había que repartirnos las habitaciones y preparar las cosas para dormir… además de que mi madre SIEMPRE terminaba la noche de Reyes envolviendo regalos, ya fuese por una cosa u otra no podía hacerlo antes… a eso hay que sumarle que era peor que las niñas y que llaneaba TODO el salón de globos y guirnaldas de colorines.

Después de esa charla con mi madre me quedé bastante mal… me dolía pensar que quería que me separase de Peter, pero en el fondo sabía que llevaba razón, sabía que no podía continuar una relación con él estando TAN lejos el uno del otro.

Apagué el portátil y lo dejé la mesa del comedor… En ese momento sonó mi móvil. Creía que era Peter, siempre me mandaba mensajes de buenas noches, pero no… era Cande que se había encontrado con Euge y que ninguna de las dos dormiría en casa, Euge se quedaría con Nico y ella con Vico.

Con el móvil en la mano, fui a la cocina, a por la botella de agua pequeña que siempre me llevaba a mi mesita de luz para no tener que levantarme por la noche si me despertaba y tenía sed. Cuando me dirigía hacia mi dormitorio sonó el timbre de la puerta. ¿Quién sería a esas horas? Debía de ser algún vecino, porque no habían llamado al portero automático, sino directamente al timbre.

Fui hasta la puerta y la abrí, en ese momento toda mi angustia desapareció… era ÉL.

- Buenas noches hermosa!! – me dijo estrechándome entre sus brazos y dándome un beso largo y apasionado, al tiempo que entrábamos en el departamento y cerraba la puerta con su pie.

- ¿Qué haces tú aquí? - dije rodeando su cuello con mis manos y con una sonrisa plena - ¿Sabías que las chicas no iban a estar?

- No, y me alegro encontrarme con un vecino que me abrió abajo, así pude darte la sorpresa – me dijo y continuó – y vine porque no aguantaba estar sin vos ni un segundo más.

- No puedes ser tan perfecto – le dije y nos dimos varios besos cortitos.

- ¿Estabas a punto de irte a dormir? – me preguntó mirando mi móvil y la botella de agua en las manos.

- Si, pero si tú estás aquí no me voy a dormir – le respondí.

- O mejor… dormimos juntos – me propuso.

- Estás loco!!! - Dije sentándome en el sofá y soltando el móvil y el agua en la mesa pequeña del salón. – Como no vas a estar en tu casa la noche de Reyes… me dijiste que tu madre lo celebraba.

- Ya pero con ellos voy a tener muchos 6 enero para pasar juntos, con vos…- se quedó callado y me miró pidiendo perdón con esos ojos verdes.

- Conmigo lo más probable es que no pases ninguno más – continué su frase y no pude evitar que mis ojos se humedecieran recodando la conversación que acaba de tener con mi madre.

- Mi niña, no llores… te prometí que íbamos a estar juntos, y te voy a cumplir esa promesa Lali, te lo juro mi amor. – me dijo abrazándome de costado.

- No sé Peter… ¿Nico te contó lo que van hacer Euge y él? – y Pitt asintió – quizás nosotros deberíamos hacer lo mismo. Además estuve recién hablando con mi madre por skype, y aunque me duele reconocerlo y no quiera aceptarlo, ella tiene razón, las relaciones a distancias no tienen futuro, por mucho que nos amemos Peter. – le dije mientras me secaba las lágrimas que caían por mis mejillas.

- No digas eso, Lali – me respondió y tomó mi cara entre sus manos – ¿Y por qué te dijo tu mamá eso? Yo creía que después de la charla del otro día le caí bien, además creo que le quedó claro que te amo con todas mis fuerzas.

- Sí, le caíste bien y sabe que nos amamos pero no quiere que sufra… y si seguimos juntos pero separados los dos vamos a sufrir y mucho – le respondí y me levanté del sofá, no podía estar más a su lado o terminaría entre sus brazos.

- Mi amor – dijo alcanzándome y abrazándome por atrás – yo ya voy a sufrir estando lejos de vos y si encima me decís que no querés estar conmigo voy a sufrir mucho más. Lali mirame – me dijo volteándome y haciendo que lo mirara a los ojos -  Te amo, y no estoy dispuesto a perderte, no podría soportarlo.

Después de esas palabras me besó con mucho deseo. Ese beso al que no pude resistirme y que nos arrastró hasta mi dormitorio. Caímos en la cama y el deseo y el amor fue aumentando cada segundo que pasaba. Ese deseo que hizo que en muy poco tiempo ambos estuviésemos desnudos y entregándonos al otro con pasión, amor, ternura, deseo… puro fuego.

Habíamos vuelto hacer el amor y me sentía protegida, entre sus brazos, con mi cabeza apoyada en su pecho y su mano que acariciaba mi espalada.

- Te amo mucho Lali, te lo j… – le impedí que lo dijera dándole un beso.

- No hace falta que me lo jures Pitt, porque te amo mucho y no podría ser así si no sintiera que esos sentimientos son correspondidos por ti… Perdóname por lo de antes, no soportaba pensar en el momento de mi ida, pero ahora estoy completamente segura que por muy lejos que estemos vamos a seguir amándonos igual.

- Por supuesto princesa – me besó y rodamos sobre la cama quedando encima de mí – nada ni nadie va a impedir que nos amemos. Ya verás que en menos de lo que imaginas encontramos una solución para nuestra situación.

- Eso espero – ahora fui yo la que lo hice darse vuelta en la cama para quedar arriba suyo – porque no creo que soporte mucho tiempo sin sentirte así, ni besarte, ni acariciarte.

Decidí ponerle algo de humor y calentura al momento a lo que Peter respondió como yo esperaba… volvimos a besarnos por todo el cuerpo, a acariciarnos, a sentirnos mutuamente… a amarnos. Después nos quedamos dormidos y abrazados.