Capítulo 20

Felicidades si hay algún/a Jose, Mª José, Pepe, Pepa.... =) y a todos los padres que hoy en España es su día.

GRACIAS, MILLONES de GRACIAS a todas por leer y comentar... me alegra mucho que les guste tanto la novela =)

Este capítulo está dedicado a todas y cada una de ustedes, pero sobre todo a María por ser la primera en firmar, a la nueva lectora Vale (@vale_cadenas) y sobre todo a Mary (@pl_corazon) por ser tan genial y quería leer tanto este capi que firmo 9 veces... eres ÚNICA Mary, gracias.

Siento no subir ayer pero aquí en Cádiz se conmemora el Bicentenario de la Constitución de La Pepa (la primera constitución española) y hay actos, espectáculos, actividades en la calle y aquí eso no es muy usual, así que cuando hay algo hay que disfrutarlo =D.

Me gusta que los anónimos empiecen a identificarse =) gracias =P

No las aburro más, entre mis comentarios y pequeñas dosis de Historia, sin más les dejo el capítulo y espero no decepcionarlas y que le guste mucho... y también espero que vean los "guiños" que hay a la historia thiaguella (creo que se ven fáciles).

GRACIAS GRACIAS y GRACIAS

PD: hoy no sé si subo cap porque sigue habiendo espectáculos en la calle, si lo hago lo subo tarde, si hoy no subo, mañana subo dos =) BESOS y GRACIAS.

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- Disfruten – dijo él mientras Nico y Euge se dirigían a la salida – Vos y yo vamos a pasar una gran noche, solitos.

- ¿Sí? ¿Y dónde me vas a llevar? – pregunté.

Peter no me respondió sino que abrió la puerta de nuestro departamento.-

- Pasá – me dijo, poniéndome la mano en la espalda – esto es para vos mi amor.

- Peter… - contesté sin creer lo que estaba viendo.

CAPÍTULO 20

- Entrá mi amor – dijo Peter empujando cuidadosamente por la espalda y cerrando la puerta tras nosotros.

Era increíble lo que había preparado: la luz era muy suave, y la mesa resplandecía con la luz de la luna que penetraba por el ventanal de la terraza. La mesa estaba decorada con un par de velas en el centro, al igual que otros sitos del salón en los que también había velas blancas encendidas. La mesa estaba preciosa decorada, y de fondo sonaba Solamente Tú de Pablo Alborán.

- Mi amor… esto es – no me dejo acabar.

- Esto es para vos, para nosotros, para disfrutar nuestra última noche acá – me dijo y me besó – Vení – dijo acompañándome hasta la mesa y ofreciéndome la silla, y después él se sentó en frente.

- Gracias Peter – le dije agarrándole la mano.

- Gracias a vos por estar a mi lado – me respondió y me besó la mano – espero que te guste la cena y la música también – dijo sonriendo a sabiendas de que adoraba la música de Pablo Alborán.

- Seguro que me encanta, pero ¿Cómo hiciste para preparar todo esto? – le pregunté mientras comenzábamos a comer.

- ¿Te acordás esta mañana cuando te levantaste que no estaba? – yo asentí para que él continuara – pues me levante sobre la 1 pm más o menos para ir a comprar las velas y para encargar al restaurante del hotel la cena, porque no me iba a dar tiempo a preparla, y además sabés que no soy el mejor en la cocina… bueno a lo que iba, traje lo que había comprado y lo guarde para que vos no lo vieras, y después me fui a hablar con Nico y Euge para que me ayudaran a distraerte y poder decorar esto.

- Con razón Euge estaba tan rara… la voy a matar, no me dijo nada – le dije a Peter con puchero.

- No te enojes con ella, yo le pedí que te mintiera para poder sorprenderte – me respondió él defendiendo a mi amiga

- ¿Y por qué todo esto? – Él dejó la copa de vino en la mesa sin entender mi pregunta – digo ¿podríamos haber ido a cenar a la calle no?

- No, porque así esto sería solo nuestro y podríamos estar tranquilos y relajados – me respondió él.

Durante la cena hablamos de todo, pero más que nada fueron los mimos que nos dábamos los protagonistas de la noche. Peter se levantó a la concina a por el postre: fresas con chocolate, sabía que me volvían loca. Pero no trajo solamente el postre, sino que vi como se guardaba algo en el  bolsillo del pantalón.

- Acá está el postre… sino querés todo para mí – dijo irónico.

- Ni loca, hace un montón que no como fresas, y menos aún con chocolate – le respondí - ¿Y lo que tienes ahí? – le pregunté haciendo dirigiendo mi mirada hacia su bolsillo.

- Un poco chismosa vos ¿no? – me dijo haciéndose el enfadado.

- No, chismosa no, curiosa y con ganas de saber cosas, que es distinto – respondí y el no pudo evitar reírse ante mi comentario.

- AH! Con que curiosa… pues nada, ya que lo viste tomá – me dijo poniéndome una cajita en la mano.

- No será… dije abriéndola - pero para mi sorpresa no encontré nada al terminar de abrirla – NADA, no hay nada Peter.

- Eso te pasa por ser CURIOSA – dijo imitándome.

- ¿Qué? – pregunté sin entender nada.

- Sabía que ibas a estar atenta a todo lo que hiciera – me dijo – por eso tu regalo lo guardé en mi chaqueta antes de ir a buscarte – me dijo levantándose y ofreciéndome - ¿Bailas?

- Que gracioso… - respondí y puse mi mano sobre la de él levantándome aceptando su invitación.

Entonces Peter se dirigió a su ipad que había colocado en el salón con sus altavoces, puso la música y le dio volumen. Empezó a sonar AMO de Axel…

- ¿Te acordás? – dijo estrechándome entres sus brazo y comenzando a bailar.

- Por supuesto que me acuerdo… es la canción que sonaba en tu móvil cuando nos dimos nuestro primer beso en Cádiz – dije dejándome llevar por él.

- Sí…. Aunque cuando te lo di nunca pensé que esto podía llegar a ser posible – me respondió.

- Yo tampoco… pero me encantó que pasara – le contesté

.

- Amo lo que dices lo que callas, amo tus recuerdos tus olvidos, amo tus olores tus fragancias, te amo en el beso y la distancia… ♪- comenzó Peter a cantar.

- Te amo Peter, y siempre va ser así, esté junto a ti o no – le dije

- Te amo Lali, y siempre te voy amar, y voy a poder demostrártelo porque no vamos a dejar de estar así nunca, te amo mi niña – me dijo y comenzó a besarme.

Un beso que empezó lento y suave, amoroso y tierno… pero que poco a poco se fue convirtiendo en un beso lleno de amor, pasión, locura, fuego. Ese beso que nos llevó a caminar hasta la habitación entre más besos y caricias. Cuando entramos pude ver que Peter había hecho un corazón de pétalos de rosa sobre la cama, y el dormitorio olía muy bien. Llegamos a la cama. Deshaciéndonos antes de los zapatos y nos arrodillamos los dos, el uno frente al otro.

- Espero que esta noche sea muy especial para vos Lali – dijo mientras me apartaba un mechó de la cara.

- Ya es una noche especial, porque estás junto a mí, porque preparaste todo esto… es única mi amor – respondí y lo besé.

- No – me dijo separando nuestros labios – no es única, porque vamos a tener muchas así TE AMO – terminó de decir.

- TE AMO – respondí.

Después de eso “Te amo” unimos nuestras bocas en un beso inigualable, nuestras lenguas dieron rienda suelta al deseo que sentíamos los dos. Peter comenzó a besa mi cuello y mi hombro descubierto mientras desabrochaba la cremallera de mi vestido. Después cuando mi vestido estaba en un rincón de la habitación comencé a quitarla la camisa, y besando su pecho fui desabrochando sus pantalones, mientras él desabrochaba mi sostén.

Entre caricias y besos ardientes nuestros cuerpos quedaron desnudos. Peter buscó la protección y se la colocó y se introdujo en mí, despacio y cuidándome. Sus movimientos poco a poco fueron aumentado haciendo que los dos estalláramos de placer, y en un tiempo alcanzáramos el clímax.

Después de hacer el amor, quedamos acostados en la cama: el abrazándome, y yo con mi cabeza apoyada en su pecho.

- Te amo Lali – dijo rompiendo el silencio.

- Yo también te amo Peter – dije y besé su pecho. – fue increíble.

- Sí, fue DISTINTO a lo que me imaginé… porque yo no podría haber imaginado algo tan lindo hermosa – me dijo y nos besamos.

- Que lindo eres – dije – y un poquito chamuyero también – y los dos sonreímos.

- Un poco… esperá acá – dijo besándome mi frente y levantándose de la cama dirigiéndose al salón.

Volvió con las fresas con chocolate y otra cajita en las manos.

- Vamos a disfrutar del postre – dijo metiéndose en la cama – y esto es para vos – dijo poniendo la caja en mi mano – te prometo que ésta no está vacía.

- Espero – dije sentándome en la cama, apoyándome en el cabecero mientras abría la cajita – es hermoso amor – dije sacando una cadenita con dos mitades de corazón.

- Esta es para vos, y por atrás está mi nombre escrito, para que nunca olvides que mi corazón es tuyo – dijo colocándome la cadena sobre mi cuello.

- ¿Y esta mitad? – dije como la que no sabía para que era.

- Para que vos se la des a alguien, mirá por detrás está tu nombre – dijo.

- Que tonto eres a veces – dije sonriendo y besándolo – OK esta es para ti, porque siempre voy a estar contigo – le puse la cadenita y nos fundimos en un beso.