Capítulo 18

Chicas siento no haber subido capítulo ayer, pero estuve con dolor de cabeza,u un pco de fiebre... y no pude subir. Hoy ya me siento un poco mejor y aquí tienen el capítulo... me gusta que les guste la nove =) gracias a todas y cada una de las que leen, y también millones de gracias  todas de las que leen y firman. Besos y mañana MÁS.

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- ¿Qué me mirás tanto, amor? – dije mientras soltaba la ropa encima de la cama y se acercaba a mí, pasando sus brazos por mi cintura.

- A ti te miro… ¿No vas a decir nada después de haber conocido a tus suegros y cuñadas? – pregunté tímidamente.

CAPÍTULO 18

- ¿Seguro que querés que te diga lo que pienso? Mirá que una vez dicha la verdad no hay vuelta atrás.

Al decirme esas palabras se puso serio y yo me alejé de él. Automáticamente se volvió acercar a mí sonriéndome.

- Te digo que tenés una familia hermosa… y que me encantaría llegar a ser parte de esa familia.

- Que tonto… me asustaste con lo que me dijiste primero – y lo besé – y ya eres parte de esa familia… cualquiera le dice a Lucía y a María que no son sus cuñadas.

Después de ese comentario los dos nos reímos. Yo elegí la ropa que me iba a poner y me fui al departamento de Euge, donde nos íbamos a arreglar las chicas. Al salir, los chicos entraron en mí departamento, donde ellos iban a arreplegarse, y después de avisarles que Peter estaba en la ducha, me fui en busca de las chicas.

Llegué a lo de Euge y las chicas ya estaban allí… entre charlas, risas, lágrimas de alegría (porque era el primer año que compartíamos las cuatro el fin de año, y además estábamos con los chicos) nos preparamos, y un rato desués salimos a buscar a los chicos. Estaban los cuatro muy guapos. Nos fuimos a cenar y después cuando casi era las doce llegamos a una fiesta a la que los chicos estaban invitados. La había organizado alguien conocido por Gastón y Nico, y fuimos todos. La fiesta era en un un gran hotel que daba a la playa. Llegamos y estábamos bailando cuando la música se paró y el cielo se iluminó de fuegos artificiales de muchísimos colores. A ninguno de nosotros nos importó que estuviésemos rodeados de muchísima gente que conocían a los chicos, para besarnos abrazarnos y felicitarnos el nuevo año.

Casi eran las 6 de la mañana cuando llegamos a nuestro hotel… la noche había sido única, lo habíamos pasado genial. Llegamos y después de ponernos el pijama (aunque Peter dormía sin parte superior) y nos acostamos.

- Mi amor – dijo haciéndome dar vuelta en la cama y quedar frente a él – ha sido una noche mágica, jamás la voy a olvidar – me dijo.

- Yo tampoco la voy a olvidar Pitt – y nos besamos.

- Te prometo que estas son las primeras de muchas Navidades que vamos a pasar juntos TE AMO.

Ese “te amo” solo pude corresponderlo con un beso lleno de amor… después del cual nos quedamos dormidos abrazados.

Después de esa noche los días pasaron volados. Rochi, Gastón, Cande y Vico por diferentes motivos se iban el día 4 por la tarde; mientras que Euge, Nico, Pitt y yo nos volvíamos el día 5 de enero poco después del medio día. Después del día de fin de año, acordamos que íbamos a  disfrutar nuestra estancia allí hasta el último instante. Nos íbamos a la playa por el día y la tarde y a la noche cena y fiesta o nos reuníamos en un departamento todos y charlábamos, cantábamos, jugábamos,, etc. 

El día 3, a Nico, Gastón y Peter los invitaron a un evento de una marca. Gastón fue con Rochi, ellos no se “escondían” de las cámaras; Nico y Peter nos insistieron a Euge y a mí en que los acompañáramos, pero no queríamos ir ninguna de las dos. Ese día, por la tarde mientras los chicos estaban en el evento, Vico, Euge, Cande y yo fuimos al centro de Punta para conocer y comprar cosas. Cuando volvimos, cenamos los 8 juntos, y después nos fuimos a bailar.

Cuenta Nico

4 - enero - 2012

Estaba dormido tranquilamente, cuando alguien desafortunadamente interrumpió mi sueño llamando a la puerta del apartamento. No tenía intención de levantarme, pensé que se cansaría de llamar, sin embargo no fue así. Miré el reloj y pude ver que eran las 3 p.pm. Decidí levantarme, para que mi bonita no se despertara. Fui a abrir la puerta y al otro lado estaba al que yo creía mi amigo, pero que después de despertarme a esa hora, iba a empezar a cuestionarme nuestra amistad.

- Buenos tardes hermano – dijo Peter dándome un abrazo y entrando – necesito hablar con vos.

- Más te vale que sea algo urgente, porque si no te voy a matar… solo dormí nueve horas – le reproché.

- Yo también… pero necesito que me hagas un favor. – me dijo

- ¿Cuál? – pregunté con curiosidad.

- Esta noche, es nuestra última noche acá y quiero sorprender a Lali, y necesito que vos y Euge me ayuden. – me dijo Peter.

- ¿Sorprenderla? – pregunté, estaba aun dormido.

- Sí sorprenderla – volvió a repetir.

- ¿Sorprender a quién? - preguntó Euge entrando al salón, con voz de dormida y los ojos pegados del sueño, pero lindísima – Buenos días amor – y me besó.

- A Lali… y necesito que me ayuden. – le respondió Peter.

- ¿Pero sorprenderla con qué? – preguntó la rubia.

- Quiero que esta noche sea especial para nosotros., es nuestra última noche acá Euge, y quiero que sea inolvidable para ella. – nos contó Peter.

- O lo que es lo mismo… quieres prepararlo todo para su primera vez – dije. Euge me dio un codazo, aunque estoy seguro que ella estaba pensando lo mismo.

- Nico... eso a ti no te incumbe, no seas cotilla – me dijo Euge – además podrías ser menos directo.

- Mirá quien fue hablar… si sos igual que yo – no puede quedarme callado – por eso nos amamos tanto linda. – y le di un pico.

- BUENO!!! ¿Me van a ayudar? – preguntó Peter, interrumpiendo nuestras demostraciones amorosas.

- Por supuesto que sí… estoy segura que a mi amiga le va a encantar ¿en qué te tenemos que ayudar? – preguntó Euge.

- Quiero que hagamos como si fuéramos a salir a cenar esta noche, como todas las anteriores… entonces vos Euge te la traes aquí para que se preparen y todo eso, y mientras Nico me ayuda a preparar nuestro departamento con las cosas que acabo de comprar. – nos contó Peter.

- Vale… ¿A qué hora me la tengo que traer acá? – preguntó Euge.

- Sobre las 9:30 más o menos. Así me da tiempo a vestirme y lo preparo todo con vos – dijo Peter señalándome.

- OK… entonces a esa hora estoy yo en tu habitación, pero ahora te vas, porque necesito dormir – le respondí, mientras lo acompañaba hasta la puerta.

- Estás viejo en Riera, no soportás una buena fiesta – me dijo Peter ya en el pasillo.

- Que chistoso estamos ¿no? – le respondí.

Cerré la puerta y al volverme vi que Euge no estaba en la sala. Me fui al cuarto y estaba otra vez en la cama.

- Vos podrías hacer algo así por mí – me dijo haciéndose la enojada y poniendo puchero.

- ¿Y quién te dijo a vos, que no tenles sorpresa vos también? – dije haciéndome el interesante 

– Después de que se preparen vos y la peti, y la dejemos con Peter, nosotros vamos a pasar nuestra velada romántica también, así que te tenés que poner más linda de lo que sos.

Después de eso, nos volvimos a acurrucar, y nos quedamos dormidos.