Capítulo 16

Gracias por firmar chicas!!! les dejo nuevo capítulo tempranito y si los comentarios y firmas suben hasta por lo menos 12 dejo otro capi más tarde =) GRACIAS!!!!!

María :) PRIMERA EN FIRMAR dedicado a ti el capítulo.

@Ari_StaFe @caparatodos Chari quizás ahora Lali se da cuenta de que es la vida de Peter.... SI QUIEREN SABER LEAN ESTE CAP. =)

______________________________________________________

- Lali? – dije llamando a la puerta despacio y como no recibí respuesta entré. La ví sentada a los pies de la cama, con la cabeza gacha – Mi amor, sé que no te gustó lo que pasó hoy a la salida del restaurante, pero yo no tengo la culpa y tampoco puedo evitarlo – le dije arrodillándome ante ella para quedar a su altura.

- Ya lo sé – dijo mirándome – pero yo tampoco tengo la culpa y yo tampoco puedo evitar reaccionar así – me respondió.

Se levantó de la cama y tomó del armario ropa para ponerse después de ducharse y aunque intenté frenarla no quiso parase y se metió en el baño, cerrado la puerta.

CAPÍTULO 16

Cuenta Lali

El día había empezado genial con el desayuno que me había llevado Pitt a la cama, pero después de que esas chicas los reconocieran en el restaurante, no pude evitar sentirme incómoda.

Estaba en el baño, me duché y me vestí mientras pensaba en cómo le había contestado a Peter… por supuesto que yo no tenía la culpa de lo que había pasado, pero tampoco era justo que hubiese reaccionado así con él.

- ¿Qué hiciste Lali? – me pregunté mientras me miraba en el espejo y me peinaba. Entonces a mi mente se vino ese momento hace un ratito en el cuarto, cuando se acercó y se arrodilló ante mí. Su mirada era sincera, a él tampoco le había gustado que pasara aquello, estaba muy relajado con los chicos y conmigo pasándolo muy bien… pero era su trabajo y aunque me molestara aquello tenía que aguantarme, yo había elegido estar con él a pesar de eso.

Salí del baño y escuché que estaban todos los chicos en el salón. Nico había conseguido un local para alquilar una Wii y algunos juegos y poder jugar con los chicos, mientras nosotras hablábamos con nuestros padres.

- Buenas!! – dije saliendo del pasillo al salón. Busqué a Peter con la mirada pero no estaba.

- Menos mal Marianita, ¿te tengo que recordar la diferencia horaria? – me dijo Cande muy ansiosa.

- Bueno!! Que parece que son tus padres en vez de los míos – me acerqué a Euge que estaba sentada delante del portátil de Peter – ¿Y Peter?

- Nos abrió y creo que se metió en la habitación... Nico lo llamó un par de veces para que juegue con ellos pero no tenía ganas. Venga Lali vamos a empezar con esto que allí casi son las 9:30 de la noche ya.

- Ok, voy a buscar a Peter y vuelvo ¿Vale? – me volví al cuarto pero Euge me frenó en el pasillo.

- ¿Pasó algo Mariana? – me preguntó – te noto preocupada… ¿Te peleaste con Peter? – me preguntó.

- Pelearnos lo que es pelearnos no pero… - me interrumpió.

- Es por lo que pasó cuando salimos de comer ¿no? – Euge me conocía muy bien, no pude hacer otra cosa que asentir – Sabes que a mí tampoco me gustó, pero ese es su trabajo y no pueden evitar que los paren por la calle.

- Ya lo sé Euge… pero yo no pude evitar reaccionar así, aunque sé que esa es su vida, y que yo elegí estar a su lado conociendo eso… - Euge me dio un pequeño abrazo para darme fuerzas.

Seguramente Peter no se iba a negar a perdonarme, pero a pesar de eso yo le tenía que pedir perdón por haberlo tratado mal.

- Permiso – dije abriendo la puerta del dormitorio. Estaba echado en la cama, mirando al techo, y cuando me vio entrar se incorporó en la cama, apoyándose en el cabecero – Vengo para pedirte…

- No lo digas La – me tapó la boca – yo te entiendo. Sé que no te gustan esas cosas, no quiero que me pidas perdón, de verdad.

- Pero yo si quiero pedirte perdón – me senté en la cama y nos acercamos – Es cierto que no estoy acostumbrada a esto, pero también es cierto que es tu vida… y yo te amo tal cual eres. Pedirte que cambiaras algo de tu vida por mí sería injusto para ti, porque sé cuanto amas la actuación, el baile, el canto… - el me cayó con un beso.

- Mi amor, yo sé que vos nunca me pedrerías algo así, tranquila – me dijo separando nuestras bocas y acariciando mi mejilla.

- Perdón Peter por haberte hecho sentir mal – me miró haciéndose el enojado por haberle pedido perdón de nuevo – Te amo… y quiero que estés en mi vida por mucho tiempo.

- Yo también te amo, y estoy encantado de formar parte de tu vida, y que vos formes parte de la mía. – me respondió.

- Pues como eres y vas a ser parte de mi vida – dije separándome de sus brazos – tienes que conocer a la otra parte de mi vida.

- Estoy deseando de conocer esa otra parte – se levantó, se cambió la camiseta con la vadera de Sudáfrica que llevaba puesta y se puso una misa celeste, que le quedaba genial con lo moreno que estaba. – Ya estoy listo – mientras terminaba de doblarse las mangas.

- Que lindos que estas. Bueno no… que lindo que sos – le dije imitando su acento, algo que le encantaba.

- AY!! Vos sos mu linda también mi amor – me respondió.

Salimos de la habitación y llegamos al salón entre besos y abrazos.

- Menos mal! Ya estaba por ir a buscarte. Pensábamos que había un agujero negro en el dormitorio y los había absorbido o algo así – dijo Rochi.

- Bueno vamos a dejarnos de tonterías y vamos a empezar con la charla ¿no? – dijo Euge buscando a mi hermana Bea en Skype. –Ya estoy iniciando la videollamada.

Peter se había puesto a mirar a los chicos como jugaban, mientras nosotras hablábamos un rato con nuestros padres.

- Hola!!!! – gritamos Euge y yo al mismo tiempo, cuando aparecieron en la pantalla Bea, Lucía (mis hermanas) y María (la hermana de Euge)

- Hola Lali, hola Euge!! ¿Cómo estáis? ¿Dónde estáis? ¿Os lo estáis pasando bien? – empezaron las tres a bombardear con preguntas.

- Si enanas, estamos bien – respondió Euge. – Ahora estamos en Punta del Este, en Uruguay y más que por supuesto que no lo estamos pasando bien… y con muy buena compañía.

- ¿En compañía de quién? – preguntó Lucía – ¿está la fiedeito ahí? – preguntó mi hermana pequeña, con el mote que le tenía puesto en casa a Cande.

- Por supuesto que estoy aquí mocosa – le dijo Cande apareciendo detrás nuestra - ¿Me echan de menos?

- Sí Cande, queremos que vengas a visitarnos porfi – dijo María-

- Dentro de muy poquito voy a ir para estar con ustedes mucho tiempo ¿quieren? – preguntó Cande y asintieron – y me llevaré a nuestra fotógrafa personal

- ¿También está Rochi con vosotras? – preguntó Bea, que cuando conoció a Rochi hace dos veranos se llevaron muy bien.

- Pues sí, estoy acá –dijo Rochi uniéndose a nosotras – están hermosas las tres… y vos preparate Bea, porque cuando vaya, el reportaje que no te pude hacer por tu cumple de quince,  porque ustedes no lo celebran allá como nosotros acá, te voy a hacer cuando vaya a verla.

A mi hermana Bea le encantaba la fotografía, no solo hacerlas sino que se las hicieran a ella... tenía muy claro que quería ser modelo.

- AHH!!!! - Gritó Bea que le gustaba más una foto que a un niño chico tirar las cosas al suelo.

- Bueno, y por ahí ¿Cómo está todo? – pregunté yo.

- Bien… todo está bien. Aunque tú sabes cómo es el día de hoy en casa, levantarte y oler a comida.. Un poquito de fatiga da – nos reímos todas – Ahora es cuando mamá se está arreglando, ha salido de la concina de preparar comida hace una media hora y porque ha llegado tu madre Euge sino todavía está allí metida – nos estaba contando Bea.

- Ya sabes cómo es Bea, ni te molestes en decirle que es mucha comida, porque hace oídos sordos… lo único que ahora estáis comiendo comida para Nochevieja hasta el día de Reyes – le dije a mi hermana.

- Y este año son dos bocas menos, porque no estamos ni tu hermana ni yo - dijo Euge a Bea.

En mi casa se juntaba toda la familia, por parte de madre y padre, y éramos muchos… pero a pesar de eso, mi madre era una exagerada haciendo comida y siempre sobraba. Euge y yo somos amigas desde pequeñas, porque nuestros padres se conocían de hacía mucho tiempo. Euge no tenía más familia que sus padres y su hermana, por eso la Navidades, los cumpleaños… los pasaban cono nosotros, porque éramos como esa familia que no tenían.

- Otra vez no!! – gritó Nico y nosotras las cuatro miramos hacia atrás.

- ¿Qué pasó? – pregunté.

- Nada amor, Nico que no sabe perder, perdón por interrumpir. – me dijo Peter.

- ¿AMOR?!!!! – gritaron las tres al unísono.  – No solo te vas de vacaciones y no me llevas contigo, ¿sino que además te echas un novio argentino? Mala hermana. – me dijo Lucía.

- No te enfades conmigo enana – puse puchero.

- Ya podíais haber avisado de que estabais hablando con vuestras hermanas por este trasto en!!- se escuchó la vos de Clara.

- MAMÁ! – gritó Euge – HOLA!!!!!!!

- Hola hija ¿cómo están? ¿Hace frío? ¿Están comiendo bien? – volvió el bombardeo de preguntas pero esta vez, lo que yo y Euge habíamos denominado como “Preguntas de Madres”.

- Sí mamá, no vayamos a empezar ya en!... Estamos perfectamente, comemos muy bien, y a las horas que debemos… Frío no hace, te recuerdo que estamos en veranos nosotras aquí en! – le respondió Euge.

- Bueno está bien, nosotras no empezamos… pero hace tiempo que os habéis ido, y es normal que preguntemos esas cosas ¿no? – dijo mi madre – hola mi niña

- Hola Mamá – dije feliz de verla tan arreglada y preparada para la cena de Fin de Año.

- Carmen, deja a la niña tranquila no empecéis las dos a atosigarlas con preguntas.- escuché que le decía mi padre a mi madre.

- Hola cariño! – me saludó

- Hola papá... estamos acostumbradas… si nos llamaban todos los días cuando estuvimos el verano en Tarifa, no me quiero imaginar cómo han estado las dos todos estos días sin hablar con nosotras, ni escuchar nuestras voces. – le contesté a mi padre.

- Hola Euge, hola fideíto, hola Rochi – las saludó mi padre a las chicas.

- Buenas Gonzalo! – saludaron las chicas a las tres.

- Tata – así llamaba yo a la madre de Euge, y ella a la mía – ¿y padrino?

- Aquí estoy – dijo y pudimos ver que acababa de llegar, porque se estaba quitando el abrigo – hola ahijada, hola princesa. – nos saludó a a mí y a Euge, respectivamente.  

Después de que la llamara PRINCESITA no pudimos evitar reírnos nosotras cuatro al recordar, la advertencia de Cande a Nico, con el padre de Euge.

- Mamá!! Mi hermana tiene novio – gritó Lucía al tiempo que se estaban colocando todos para poder verlos bien –

- ¿Cómo?! – gritó mi padre

- Lucía!!!! Eres como para guardar un secreto – le dije a mi hermana – Y papá no exageres que no es el primer novio que tengo.

- Por eso! El primero solo lo conoció tu madre y menos mal porque si no… - mi padre no había conocido a Carlos, mi primer novio… solo mi madre y a ella no le gustó nada.

- Mamá!! – pedía ayuda a mi madre.

- Gonzalo, entonces tenía 16 años, ahora 19… tu hija ha crecido acéptalo.- me defendió mi madre, que aunque a veces me trataba como a mi hermana Lucía, era más consciente de que tenía una vida personal adulta. – Mariana, cariño confío en ti, y en que no te vuelvas a equivocar.

- Tranquila mamá… te aseguro que Peter no tiene nada que ver con Carlos – le dije.

- Mamá, papá… yo también tengo novio – dijo Euge… ella era así de directa.

- Mi amor!! Me alegro mucho por ti –dijo Clara. A Mi padrino se le notó en la cara que no le había hecho mucha gracia la idea.

Seguimos hablando un rato de todo, hasta que mi madre preguntó.

- ¿Y vamos a poder conocer a sus novios?