Capítulo 7

Perdón por no haber subido el fin de semana.... pero tengo los capítulos muy justos aún para publicar de lunes a domingo... posiblemente esta semana si publique en fin de semana.... Muchas gracias a todas las que pasan y leen la nove, pero me gustaría que además de leerla firmasen para saber que opinan de la nove... También gracias a las que si que firman, sus comentarios me encanta y me alegra que la nove les guste =)

Ahora las dejo con el capítulo 7 y si más tarde paso por el blog y veo bastantes firmas es dejo un capi extra, por no haber publicado en el finde.

Me dejo de historias y eseproq ue disfruten de este capítulo.... BESOS y GRACIAS!!!!!!!

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- Princesa es hora de conocer a la familia Lanzani por completo - Me dijo al tiempo que habría la cancela.

Capítulo 7

Cuenta Peter

- Espera Peter – dijo ella soltándose de mi mano – no sé…

- ¿Qué no sabés? ¿No querés conocerlos? – le pregunté con miedo de su respuesta.

- No – me quedé perplejo – Sí… - la interrumpí.

- No, sí, no te entiendo Lali – le dije.

- No creo que conocer a tu familia ayude mucho para el día que me tenga que ir – dijo ella.

- Pará, ¿encontraste alguna solución para ese día? -  ella negó con la cabeza – Entonces estás incumpliendo tu promesa – la miré haciéndome el enojado.

- OK, perdona – y me abrazó – pero es que no puedo evitar pensar en ello… si ya me va a costar trabajo separarme de ti, más aún si me encariño con tu familia. – me dijo aún abrazada.

- Bueno pero no por eso vas a dejar de conocerlos… además si le digo a mi mamá que no quisiste conocerla, se va a poner triste, tiene muchas ganas de conocerte – le dije estrechándola más aun en mi s brazos.

- ¿A mí? – Yo asentí - ¿Le hablaste de mí?

- Hablarle es poco…. La tengo loca contándole de vos… Es más fue ella la que me propuso que hoy cenaremos acá antes de irnos mañana a Punta. – le aclaré. Al oír eso se separó de mí y me sonrió – Dale mi amor, acompañame en esta ¿sí?

Ella asintió, ambos sonreímos y tomados de la mano entramos en mi casa. A la entrada nos encontramos a Bauti.

Cuenta Lali

A pesar de mis dudas de involucrarme y tomar cariño a la familia de Peter, agarrada de su mano nos dispusimos a entrar en la casa… allí estaba Bauti.

- ¡Lali! – gritó Bauti acercándose a mí y abrazándome – Por fin viniste a casa – dijo el sonriendo.

- Eso, la saludás a ella y no saludás a tu hermano… muy feo eso en enano – dijo Peter haciéndose el ofendido.

- No te enojes, pero a vos te tengo muy visto... y además no es lo mismo abrazar a Lali que abrazarte a vos – le dijo volviéndome a abrazar.

- Con que sí ¿no?- dijo Peter irónico. Para hacerle pagar lo que había dicho, lo agarró separándolo de mí y empezó a hacerle cosquillas, acabando los dos casi tirados en el suelo.

Esa escena sirvió además de para ver cuánto quería Peter a su hermano pequeño, también para relajarme y quitarme un poco los nervios. Nervios que volvieron cuando apareció una mujer que rondaría los 50 años, con melena rubia y un poco larga.

- Creo que ya llegó el otro pequeño de la familia ¿no?... – dijo la que yo supuse que era la madre de Peter.

- Obvio – dijo Peter levantándose del suelo y ayudando a Bauti a ponerse de pie – Aunque en realidad te encanta escuchar escándalo en casa, dale admitilo vieja  – le dijo Peter mientras se acercaba y le dio un abrazo y un beso.

Yo estaba quieta, sin saber que decir ni que hacer… en ese momento la madre puso sus ojos en mí.

- Mi amor, si vos no me presentas a esa preciosidad me presento yo sola, te aviso – le dijo separándose de él.

- Obvio que te la voy a presentar, es el amor de mi vida… aunque la puedes llamar Lali – dijo Peter. Mis mejillas empezaron a enrojecerse y los presentes se dieron cuenta – Mi amor, ella es Claudia, mi mamá..

- Encantada Lali – me dio un beso – y no te avergüences porque mi hijo hable así de vos, al contrario, sentite orgullosa – dijo Claudia tomándome de las manos.

- Yo también estoy encantada de conocerla… pero no puedo evitar sonrojarme, no estoy acostumbrada que hablen tan bonito de mí. – le dije mirando a Peter.

- ¿Cómo que conocerla? – dijo haciendo énfasis en el LA – ConocerTE, tutéame linda – aclaró Claudia

- De acuerdo, encantada de conocerte, Claudia – me corregí.

- Adelante pasen, la cena está casi lista, aunque aun queda un tiempito. Pero pasá para que conozcas al papá de los chicos – dijo Claudia mientras me agarraba de la mano y pasábamos al salón.

- Juan, cariño – proclamó Claudia, para llamar la atención del padre de Peter, que estaba sentado en un sillón de espaldas a la puerta leyendo. Su llamada hizo efecto y Juan se giró – Ella es Lali.

- Así que vos sos la famosa Lali – me dijo aquel hombre, también de unos cincuenta años o poco más, levantándose, dejando el libro en una mesita y acercándose a mí – Encantado hermosa – estrechándome la mano.

- Famosa no, Lali sí soy – dije aclarando.

- Para nosotros sí sos famosa – dijo una voz que procedía de detrás de mí – Mi hermano no hace otra cosa que hablar de vos, y con razón. Yo soy Pepo, el hermano mayor de Peter, encantado.

- Encantada – me acerqué a él y le di dos besos, como buena costumbre española.

- Solo falta Martin que no creo que tarde mucho en llegar, viene con Noelia… - aclaró Claudia – Bueno y también falta Ana ¿no Pepo?

- Sí má la pasa a recoger Martín – aclaró Pepo.

- Bueno hechas las presentaciones – interrumpió Peter que se había quedado apoyado en el marco de la puerta de la entrada del salón – vamos a preparar las cosas para la cena ¿no?

- Por supuesto, mientas tu padre me ayuda a terminar en la cocina, ustedes preparen la mesa por favor – dispuso Claudia y todos asintieron.

A pesar de que todos se negaron en un principio en que yo ayudara, porque era la invitada, terminé haciéndolo, y ayudé a los chicos con la mesa. No pasó mucho tiempo, cuando llegaron Martín con Noelia (su novia) y la novia de Pepo, Ana. Nos presentaron y yo quedé fascinada con todos: eran encantadores todos y cada uno de ellos.

Durante la cena, pasé por una especie de interrogatorio, aunque encantada porque las preguntas que hacían eran para conocer un poco más de mí. Les conté que me atraía el mundo de la enseñanza y de la ayuda a los demás, sobre todos si esas personas eran niños. A Claudia eso parece que le gustó porque comenzó a hablar de nietos, mirando a Pepo pero él se hizo el loco. Al hablar de nietos no pude evitar entristecerme, solo tenía 19 años y mi noviazgo con Peter estaba comenzando pero tenía claro que no me importaría pasar mi vida a su lado. Pero a pesar de que me encantaría ser la madre de los hijos de Peter, sinceramente dudaba mucho que pudiera llegar a hacerse realidad. Peter debió notarlo porque me dedicó una mirada dulce, y me dio un pequeño abrazo de costado dejando un tierno beso en mi cabeza.

Cuando terminamos de cenar, los hermanos de Peter y sus novias salieron juntos a pasear, y mientras Bauti retaba a Peter a una partida a la play, yo ayudé a Claudia a retirar las cosas de la mesa, con ayuda también de Juan.

Cuando nos quedamos solas en la cocina, empacamos a hablar.

- Y ¿qué te parece la familia Lanzani? – me preguntó Claudia.

- Hermosa – le respondí de forma muy sincera.

- ¿Sabés que eres la primera chica que Peter trae a casa? – insinuó Claudia.

- No. Hasta donde sé tuvo una novia anterior y pensaba que la habías conocido – le contesté. – él me contó que estuvo muy enamorado de Paula.

- Pues no, no llegó nunca a traerla a casa. Y ahora creo que lo que Peter sentía por Paula no tiene nada que ver con lo que siente por vos – dijo Claudia.

Ante esa respuesta, mi rostro cambió de expresión… pasé de sentir una inmensa alegría por la noche que estaba viviendo a tener miedo por la respuesta que acababa de darme Claudia. Peter me contó en varias ocasiones que a Paula la conoció por unos amigos, y que desde el primer momento que la vio se enamoró…. Y si, como decía Claudia, los sentimientos de Peter hacia Paula no se parecían en nada en los sentimientos de Peter hacia a mí, era yo la que salía perdiendo.