Capítulo 9

Buenas!!!! Dejo este capítulo programado... si a las 21:45 hs (España) no se ha subido por favor, decírmelo por twitter así los subo.... se vienen capítulos, como diría... duros pero lindos la mismo tiempo.

Espero que disfrutéis. BESOS!!! y miles de gracias por todo. <3

TWITTER: @Inma_06

Capítulo 9

- Buen día princesita – dijo Peter abriendo las cortinas del cuarto de su hermana.

- Peter! – intentó gritar Rochi mientras metía la cabeza bajo su almohada para evitar la molestia de la luz.

- ¿Dormiste bien? – dijo Peter algo irónico y se sentó a los pies de la cama.

- Sí, pero quiero seguir durmiendo.

- Dale nena… son las 12 de la mañana, levántate, dormiste 7 horas, las suficientes para que descanses – dijo Peter zarandeando levemente las piernas de su hermana.

- ¿Te esstás vengando por las veces que bajo y te despierto no?

- Puede ser – dijo riendo – dale, además en el comedor tenes sorpresita – continuó haciéndose el interesado.

- ¿El qué? – preguntó Rochi saliendo de su escondite y enfrentándose a la claridad de aquel mediodía de domingo soleado pero fresco.

- Tenes un hermano tan groso que te preparó un desayuno con zumo, café y tostadas.

- Que lindo que sos – dijo desperezándose – pero lo hiciste por Lali.

- No, por las dos. Dale, vamos a desayunar.

- Ok, voy al baño primero. Vos desperta a Lali.

Y como Peter era “muy bien mandado” pues hizo exactamente lo que le pidió su hermana… fue a despertar a Lali. Abrió lentamente la puerta de la habitación y entró sigilosamente. La vio tumbada en la cama, de costado, mirando hacia donde él estaba… “es linda hasta durmiendo” pensó. Se acercó a la cama, y se arrodilló a la cabecera de la misma, quedando su cabeza muy cerca de la de Lali.

- Buenos días hermosa, desperta – dijo con un tono de voz muy dulce y suave, al tiempo que acariciaba suavemente su mejilla izquierda – Dale, no seas perezosa.

- Buenos días – respondió Lali desperezándose y abriendo los ojos lentamente - ¿Peter? – frunció el ceño al verlo - ¿Qué hacés acá?

- Vine a despertarlas, y a prepararles un buen desayuno para que recarguen pilas después de la noche fiestera de ayer – respondió mientras se sentaba en el filo de la cama, aprovechando que Lali se sentó con las piernas estiradas y con la espalda en la cabecera.

- Gracias – dijo sonriendo.

- De nada, dale vamos – se levantó y le ofreció la mano y Lali tardó en agarrarla.

Salieron y Rochi ya estaba sentada en el sillón que estaba al lado del sofá en el salón - Buen día! – dijo Rochi ya más despierta - ¿Qué tal dormiste?

- Genial – respondió Lali, mientras se sentaban ella y Peter en el sofá – Gracias de nuevo.

- No me agradezcas más, te podes quedar siempre que vos quieras… y que Gastón no esté obvio – respondió la rubia.

- Ok – respondió Lali aun sonriendo.

Desayunaron los tres juntos, mientras Rochi intentaba averiguar que haría ese domingo. Dejó de pensarlo cuando recibió una llamada de Gastón que la invitaba a comer en la calle, y ella aceptó.

- Que linda – la halagó Lali cuando terminó de vestirse – sencilla, casual… hermosa.

- Paraaa que me vas a poner roja – contestó la rubia y juntas volvieron al salón donde Peter ya había recogido todo.

- Peter me voy que Gastón me está esperando abajo, cerra todo ¿sí? Chau – besó su mejilla – te amo. Chau amiga – y se abrazó a Lali.

- Que disfruten – respondió Lali – bueno, ¿me puedo duchar? Creo que va siendo hora de irme a casa.

- Yo tenía un plan mejor – dijo Peter – ¿Qué tal si agarras tus cosas, te venis a mi casa, te duchas allá y comemos juntos en mi casa?

- No puedo Peter, tengo que volver.

- Hable con Any y me dijo que ya arreglaron para ir a comer con sus suegros, tu madre y tu hermana.

- Que casualidad – dijo Lali sonriendo.

- El destino – contestó Peter encogiendo los hombros - ¿Aceptas o no?

- Hombre, entre comer sola y comer con vos… la respuesta es clara ¿no? – diciendo eso, se fue para el cuarto y sin quitarse el pijama cogió todas sus cosas y con Peter, después de revisar todo, bajaron hasta su departamento.

- Es muy lindo – dijo Lali dejando las cosas al lado del sofá.

- Veni, te muestro el resto de la casa.

Peter le mostró la casa, y mientras el preparaba algo para comer ella se dio una ducha. Cuando Lali terminó de ducharse, salió y se secó con una toalla que Peter le había prestado. Cuando ya se había secado, se vistió con la ropa que Any le había preparado el día anterior. Se secó un poco el pelo con la toalla y después se peinó dejándoselo suelto. Recogió todo que había utilizado y puso cada cosa en su lugar, y después salió a buscar a Peter.

- Que buena pinta – dijo Lali al llegar al saló y ver la mesa ya preparada para comer.

- Espero que te guste los fideos con tuco y queso rallado – dijo Peter poniendo ambos platos en la mesa.

- Sí, me gusta… y perdón por tardar tanto en la ducha. Me relajé demasiado me parece.

- Nada de pedir perdón, me gusta que te relajes, significa que te sentís cómoda conmigo y en mi casa.

- Muy cómoda me siento con vos.

Se sentaron a comer y todo fueron risas. Peter quería que Lali se olvidara por un tiempo de todo lo que vivía día a día en su casa, y lo estaba consiguiendo. Cuando terminaron de comer, juntos recogieron todo y lavaron las cosas, para después sentarse en el sofá a seguir charlando.

- Vos sabes muchas cosas de mí, yo apena se de vos que tenes una hermana, que sos doctor, que vivis solo a dos pisos de diferencia de tu hermana, que tu mejor amigo es el novio de una de mis mejores amigas…

- ¿Qué más quiere saber la señorita?

- Todo lo que vos me quieras contar – y ambos sonrieron.

- Ok… tengo otro hermano más, Stefano, le decimos Yeyo.

- ¿Sos el mayor?.

- Sí, soy el mayor. Me vine a vivir solo en cuanto pude juntar plata y rentarme el departamento… no mucho después, se quedó el piso en el que vive Rochi vacío, la avisé y decidió venirse también. Yeyo vive con mis padres, ahora está pensando que hacer y todo eso que te planteas cuando llegas a los 18.

- Sí, mi hermana está igual… aunque aun no tiene los 18 pero no queda mucho para que los cumpla. Contame más... ¿por qué sos doctor?

- Por mi papá, o sea, no porque él quiso que yo fuera doctor, sino porque desde pequeño viví como mi papá ayudaba a todos los que podía y eso me gustaba.

- A Rochi igual supongo.

- Sí, igual ella si está haciendo ahora la misma especialidad que mi padre… pediatría.

- Igual que Cande – aclaró Lali.

- Sí, es más, lo más seguro es que ambas hagan la residencia en el hospital donde trabajamos mi papá y yo.

- Que bueno… ¿y con Yeyo? ¿cómo te llevas?

- Genial, obvio nos peleamos como todos los hermanos, pero nos reconciliamos al toque. La verdad tengo suerte, porque a pesar de mi trabajo puedo pasar bastante tiempo con él… prácticamente todos los fin de semanas nos juntamos en casa de mis padres y estamos en familia, y cuando puedo entre semana salimos a tomar algo, o se viene acá a jugar a la play, o vamos a jugar fútbol con mis amigos y los suyos. Y con mis papás tengo la mejor de las relaciones, los amo.

- Se te nota, tenes la sonrisa dibujada en la cara todo el tiempo.

- Bueno, estando con vos, es fácil sonreír.

- Peter, ya te dije anoche que… - él la interrumpió posando suavemente dos dedos en sus labios para callarla.

- Sé lo que me dijiste anoche… es muy feo que una mujer tan joven cómo vos ya no crea en el amor… ¿puedo saber por qué? – preguntó Peter.

- Por una relación que tuve – respondió Lali cabizbaja.

- Perdón, no me tenes que contar… ya veo que te hace mal – dijo Peter poniendo las manos de Lali entre las suyas.

- Alguien me dijo que no puedo callarme todo lo que me pasa… que tengo que hablar con alguien.

- ¿Y ese alguien soy yo?

- Sí, me das demasiada confianza, a veces me da miedo, porque a penas te conozco… pero te miro a los ojos, y el miedo se esfuma.

- Gracias por confiar en mí hermosa… contame lo que vos quieras, cuando vos quieras, ya te dije que me vas a tener a tu lado siempre.