Capítulo 6

Buenas noches!!! Paso rapidito... gracias por leer y comentar =) 

Os dejo un capitulo algo revelador sobre el pasado de Lali en España, y pa los encuentros laliter tierno tiernos aun quedan un poquito, aunque creo recordar que en la mayoría de los capítulos hay algo laliter =)

Espero  que disfruten del cap, y prontito subo caps nuevos también pa ti Faty jajaja GRACIAS por prestarte a darme tu opinión, sin eso no habría podido seguir escrbiendo la historia, o al menos me hubiese costado un poquito más.

¡¡¡GRACIAS!!! <3

PD: la verdad no lo tenía planeado ni mucho menos, pero justo hoy salió una canción hecha por Manuel Carrasco "Mujer de mil batallas" dedicada a las mujeres con cáncer de mama, propuesta por Buclker 0,0. Os dejo el link del vídeo por si queréis oir la canción. BESOS! y de nuevo GRACIAS! http://www.youtube.com/watch?v=_fB5kxF7eSg

TWITTER: @Inma_06

Capítulo 6

- Amiga! – dijo Cande cuando abrió la puerta de su departamento y se abrazó a Lali. Durante la semana habían hablado por teléfono, whatsapp y demás pero no habían podido verse porque Lali había pedido por su situación familiar que su turno fuera de 7 de la mañana a 3 de la tarde, y en la comisaría accedieron, y Cande estudiaba por la mañana y trabajaba por las tardes de lunes a jueves.

Si pudo ver a Euge, Mery y Nico, quienes la consolaron y abrazaron porque a pesar de que ella se mostraba dura, la conocían y sabían que necesitaba de ellos.

- Veni entra, puse mate – dijo Cande entrando con ella hasta el salón. Lali dejó sus cosas en una silla y se sentó en el sofá. Cande volvió con el mate - ¿cómo le fue hoy a tu madre?

- Mal… mal en el sentido que es la primera y cuando llegamos a casa vomitó un par de veces.

- ¿Hablaste con Peter? – preguntó Cande terminando de cebar el mate.

- No, sé que es normal las primeras sesiones. Todavía me acuerdo cuando mi abuela – Lali dejó de hablar para no quebrarse.

- No podés seguir así, justamente vos sabes que no es bueno guardarse para uno mismo las cosas. Tratas a la gente para que se desahogue y pueda solucionar sus problemas y vos te callas todo.

- Estoy bien Cande, me preocupan más mis hermanas que yo – tomó algo de mate y se lo pasó a Cande.

- Vos para variar – dijo Cande con irónia. El timbre sonó y fue abrir. Eran Euge, Mery y Rochi.

Lali la conocía por lo que Cande le contaba, pero no en persona. Pasaron una tarde de chicas y Rochi y Lali se cayeron muy bien mutuamente.

Cuando la noche empezó a caer, Lali se volvió a su casa. Cuando llegó preparó la cena y cuando Daniela volvió de sus clases de baile, ambas cenaron con su madre. Majo estaba muy cansada, se debía a la quimio, así que sus hijas la mandaron a acostar.

Después de eso, entre las dos recogieron los cacharros de la cena y se sentaron juntas en el sofá a ver una peli: High School Musical 3, esa saga y otras eran las preferidas de Dani… todas eran de baile, cante o de ambas cosas.

Cuando el sueño empezó aparecer en Dani, Lali la levantó y juntas se fueron a dormir.

Una semana más pasó, esta semana Majo no tuvo quimio porque de momento solo eran 4 sesiones: una cada dos semanas…. Por lo que habló con Peter, le dijo que en dos meses, si todo seguía así, pensaba operarla.

Peter estaba muy atento a Lali y a su familia. En estas dos semanas, Dani le contó a Lali que desde que conoció a Peter le cayó muy bien y sentía la misma protección con él, que con Christian… y según Dani era mucha coincidencia que se cruzara con Peter en aquél boliche dos sábados atrás y además, que fuera el mejor amigo, del ya novio de su mejor amiga Cande.

Era sábado por la tarde, y Lali había tenido una semana agotadora. Había tenido un caso de un hombre que maltrataba a su mujer y abusó en dos ocasiones de su hija de 15 años. No tardó mucho en resolverse el caso, porque después de tres charlas con la niña, consiguió que confesara. Tras esa confesión, la madre de la criatura se enteró de la aberración que había cometido su esposo y también confesó los continuos maltratos que llevaba sufriendo desde hacía dos años. De momento, estaba en prisión preventiva sin fianza hasta que saliera el juicio, pero tenía la certeza de que la pena no bajaría de los 15 años.

Por esa semana agotadora, la tarde del sábado se quedó dormida en el sofá mientras veía la TV. Pero ese sueño pronto fue invadido por una pesadilla.

- ¡Suéltame por favor! – se escuchaban los gritos de una niña. Cuando llegó a la habitación, la vio atada. No tendría más de 16 años - ¿Quién eres? ¿Qué me vas hacer? – empezó a gritar y Lali tuvo que taparle la boca.

- Tranquila, tranquila… ahora te voy a soltar pero no grites por favor – dijo Lali lo más serena que podía – Ya, tranquila veni aca – dijo abrazándola.

- ¿No eres española? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué me estás ayudando?

- Te estoy ayudando y ya está… sos vos la que no tendría que estar acá… ¿por qué te trajeron?

- Estaba con una amiga. Salimos anoche y cuando volvíamos a casa nos pararon unos tíos en la calle y nos obligaron a montarnos en el coche.

- ¿Cómo te llamas? ¿Y tú amiga?

- Me llamo Sara y mi amiga Daniela, no la veo desde ayer que nos separaron, tengo miedo.

- Tranquila. Te voy a sacar de acá y te prometo que voy a encontrar a tu amiga. Ahora necesito que cuando salgas vayas a la comisaría de San Fernando y digas que te tuvieron acá. Deciles que me viste, que hablaste conmigo… que Espósito te ayudo a escapar.

- ¿Pero quien eres? ¿Cómo me voy a escapar? ¿Y por qué no te vienes conmigo?

- Soy policía infiltrada. No puedo escaparme con vos porque tengo que estar acá, para ayudar a tu amiga.

- Pero ¿por qué nos quieren?

- No tengo tiempo de contarte… tenes que irte ya o nos descubrirán. Vas a salir a la parte de atrás…. Hay una manta roja justo en frente de donde vas a salir corre hacia ahí y salí por el boquete que hay en la valla de alambre… luego coloca de nuevo la manta y los matojos de hierba encima para que no la descubran.

Ayudó a escapar a la chica y se dispuso a buscar a la otra chica. Escuchó unos golpes y se dirigió hacia ellos. Espero hasta que el matón que estaba dentro salió de la habitación y después de dejar de verlo entró. Estaba la chica, de la misma edad que la otra, tirada en una cama… estaba golpeada.

- Eyy, hermosa… despertarte por favor – dijo sentándose a su lado y moviéndola suavemente.

- No me hagas nada por favor – dijo en apenas susurros inaudibles.

- No te voy hacer nada, te voy a sacar de acá… pero necesito que te levantes. ¿Podes andar?

- No sé me duele todo.

- Vení, apoyate en mi y vamos despacito… pero no hagas ruido no nos pueden descubrir.

Poco a poco bajaron las escaleras y fueron al mismo lugar por donde había escapado la otra chica.

- Mara – gritó un hombre - ¿Qué coño estás haciendo?

- Mierda – maldijo Lali en susurros para que no la oyera – Necesitaba ir al baño, y Héctor la golpeó demasiado y no puede ir sola.

- ¿Seguro que es eso? – dijo aquel tipo.

- Sí Carlos es eso… no entiendo por qué la habéis traído.

- Es la novia de uno de los niñatos que mueva la merca por el barrio, quiso salirse del negocio, pero sabes perfectamente que el que entra en esto no se sale ya sino es con los pies por delante.

- Joder Carlos, que son unos niños.

- Bonita – dijo yendo hacia Lali – ¿Por casualidad no sabrás donde está la amiga de esta muñequita no?

- Si sois tan incompetentes de perderla, a mi no me mires.

- Por favor… que mal se te da mentir. ¡Javier! – gritó Carlos y apareció otro más – llévate a la niña donde estaba. Yo me encargo de Mara.

- Dejala, ¡dejala en paz! – gritó Lali y cuando quiso agarrarla para que no se la llevaran Carlos se lo impidió – ¡¡¡¡DANIELA!!!!! – volvió a gritar y se acordó de su hermana.

- Ahora tú y yo vamos a hablar, puta – le dijo Carlos muy cerca de su boca y se la llevó.

- ¡Lali desperta! – la despertó una voz masculina.