Capítulo 15

ÚNICAS, INCREÍBLES... no hay palabras para definiros =) Estaba dispuesta a subir hubiese muchos o pocos comentarios, pero cuando entré al blog y vi los 40 comentarios aluciné. De verdad muchísimas gracias. Perdón por subir tarde (aquí en España son ya las 23:48 hs) pero se me fue el tiempo. Espero que disfrutéis del cap =)

Es CLAVE además lo hice largo... no daba dejaros con intriga, solo digo eso =) Creo que me despido hasta mañana con un buen cap ... aunque el de mañana es AAHH!!! Gracias por estar siempre, que empecéis genial la semana. =) <3

(La foto es reveladora ¿no?)

TWITTER: @Inma_06

Capítulo 15

- Buenos días mamá – entró Lali y su sonrisa despareció cuando al entrar vio en el cuarto a Peter.

- Buen día hija – respondió Majo dándose cuenta de que algo pasaba entre ellos dos.

- Buen día Lali – intervino Peter y volvió a mirar a Majo – por lo que veo estás recuperándote muy bien. Si todo sigue así, en unos tres días te doy el alta.

- Que buena noticia mamá – se alegró Lali.

- Sí mi amor, me tratan muy bien acá…y no me puedo quejar porque me visita todos los días el doctor más lindo del hospital, pero no hay nada como estar en casa – respondió Majo y Peter sonrió.

- Gracias por el piropo… son las 12 ya, así que me pasaré después de la comida antes de irme a casa – informó Peter – antes de que te vayas me gustaría hablar con vos Lali.

- ¿Es necesario? – dijo ella reflejando cierta arrogancia en el tono de voz.

- Sí, al menos para mí lo es. Por favor, te agradecería que te pasaras por mi consulta. – esperó unos segundos su respuesta pero fue en vano, desvió de nuevo su mirada a la paciente – Después te veo, adiós.

Si Lali reflejó su arrogancia cuando le habló, él hizo caso omiso a eso y salió de la habitación, muy tranquilo, algo que enfureció más a Lali.

- ¿Se puede saber por qué lo tratas así a Peter? – preguntó majo algo enfadada.

- Por nada má – respondió Lali - ¿Cómo pasaste la noche?

- La noche la pasé bien, pero no me cambies de tema Mariana – insistió majo.

- Ya te dije que no me pasa nada con Peter.

- Eso no es cierto – se escuchó la voz de Ana entrando en el cuarto – Buen día mami.

- Buen día mi amor… Bien, ahora que estás vos acá ¿me decis por qué lo trata así al pobre chico? – reiteró Majo.

- Vos no sabes nada Ana, así que mejor no hables – respondió Lali.

- Sí que sé, antes de venir para acá llamé a casa para ver si estabas aun allí, y Dani me dijo que ya te habías ido, con un mal humor que ni vos te aguantabas. Y me explicó por qué – se defendió Ana.

- ¿A sí? ¿Y por qué mi mal humor según vos y Dani?

- Porque la otra noche que saliste con las chicas, viste a Peter besándose con otra mina, y eso te molestó mucho – respondió Ana sin pensarlo dos veces.

- Vamos… que lo que te pasa es que vos estás celosa – concluyó Majo.

- ¿CELOSA? – dijo Lali en un tono de voz un poco elevado – No, no estoy celosa… no tengo ningún derecho a estarlo.

- Eso es cierto – dijo su hermana – no tenes derecho a estarlo porque si vos y Peter no tienen algo es porque vos no quisiste.

- ¿Qué parte me perdí? – dijo Majo.

- No sos la única que se perdió algo… ¿vos cómo sabes eso? – preguntó Lali.

- El otro día cuando vine por los resultados de la analítica, me lo encontré y estuvo un rato conmigo en la cafetería del hospital. Me contó que siente algo por vos demasiado fuerte, pero que vos le dijiste que no estás preparada para estar con alguien.

- Que buena relación tenes con Peter de repente – explotó Lali molesta.

- No hace mucho que lo conozco, pero siempre me llevé bien con él –contestó Ana.

- Basta – dijo Majo – no es el lugar donde tienen que discutir esto – y ambas hermanas se callaron – Mariana, tu hermana tiene razón. No sabía lo que te pasaba con Peter, pero sos joven mi amor. No podes seguir negándote al amor.

- No quiero hablar de eso por favor – pidió Lali.

- Hermosa – dijo Ana, rodeando la cama de Majo hasta llegar a Lali y poder abrazarla de costado – sé que tenes miedo, pero gracias a Dios no todos los hombres son como el tarado que tuviste por novio.

- Vos sabes que no solo es eso – dijo en un susurro para que Majo no la oyera.

- Lo sé, y quiero ayudarte. Y Peter también, estoy segura que si se entera de la verdad… - Ana no pudo seguir hablando por Majo.

- ¿Qué verdad? – preguntó Majo.

- La verdad es que…. – Lali estaba intentando librarse de contarle todo a su madre, tenía que ocurrírsele algo, no era el mejor momento para que su madre descubriera todo.

- Lo que pasa mamá, es que Lali no se separó de su ex porque no querían estar más juntos – que era lo que sabía Majo – sino que la traicionó… se acostó con Carlota.

- ¿Cómo? ¿Por qué no me dijiste nada? – preguntó Majo sin poder creerlo.

- Porque no tenía fuerzas para contarlo mamá, no es agradable ir contando a los demás que la persona de la cual estuviste enamorada te engañó con la que vos creía tu mejor amiga.

- Mi amor, tuviste que pasarla muy mal – dijo Majo consolándola.

- Sí, la pase mal. Pero cuando Any estuvo allí un tiempo, me ayudó y después conocí a Ruth, 

que también me ayudó y empecé a olvidarme de ellos – explicó Lali, sus ojos eran testigos de que aun le dolía recordar aquello.

- Prométeme que vas a hablar con Peter – le pidió Majo – Pregúntale si tiene algo con esa chica y date una oportunidad en el amor.

- Te lo prometo mami – respondió Lali y se abrazó a su madre.

Estuvieron un rato hablando, hasta que le llevaron la comida a Majo.

- Dale – dijo Ana secándole los ojos llorosos – ve a hablar con Peter, Lali. No le queda mucho para acabar su turno.

- Ok. Voy a ir… las quiero mucho, no sé que haría sin ustedes – Lali se despidió de su madre y su hermana mayor y fue al consultorio de Peter. Llamó y el dio permiso para que entrara.

- Lali – dijo sorprendido y levantándose – Pasa por favor.

- ¿Tanto te sorprende que venga? Me lo pediste esta mañana – dijo Lali.

- Sí, pero tal y como te comportas conmigo desde hace un par de días, la verdad dudaba que vinieras – se justificó Peter - ¿Por qué ese comportamiento?

- Peter, no me voy a andar con rodeos, porque si no lo digo de una vez, no lo digo. Solo quiero que seas sincero conmigo – y Peter asintió – La otra noche salí con mis amigas, y te vi… besando a otra chica. Sé que no tengo ningún derecho de estar celosa y mucho menos enojada, pero no puedo evitarlo. – dijo Lali hablando rápidamente - Por eso quiero pedirte perdón y necesito que me digas si pasó algo con esa chica.

- Sí, Lali. Sí pasó – ella bajó la cabeza. El dolor que sintió era demasiado grande como para seguir negando que estaba enamorada de Peter – Mírame hermosa, no te voy a negar que hubo más que besos con esa chica. Pero te juro que no siento nada por ella. La conozco, es amiga de unos amigos, llevaba tiempo – Lali sacó fuerza de donde no las tenía y lo interrumpió.

- No quiero explicaciones, no tenes por qué dármelas. Te pedí que fueras sincero y lo fuiste, solo quería eso y una vez más pedirte perdón por tratarte mal estos dos días – dijo Lali e intentó irse pero Peter la agarró de la mano.

- Espera, me pediste que fuera sincero y es lo que estoy intentando – retrocedieron unos pasos y se sentaron en las sillas – Ese día no me fue muy bien, y además ya llevaba unos días insistiéndote a vos para que me dieras una oportunidad y seguías negándomela – Lali volvió a sentirse culpable, ella sola con su forma de actuar había provocado eso – los chicos me querían animar, salimos y tome un poco demás. No es una justificación porque estaba en mis cinco sentidos cuando estuve con ella, pero no me pasa nada con esa chica. Necesitaba sacarte de mi mente, al menos por unas horas… ella llevaba un tiempo acercándose a mí y por cruel que suene decirlo, creí que sería una forma de olvidarme de vos, pero no funcionó.

- Peter basta, no hace falta que digas nada más.

- Pero es que necesito que sepas, que a pesar de tus rechazos y de tu insistencia con que solo seamos amigos, no puedo. Puede parecer ridículo, absurdo… quizás soy un idiota… porque hace a penas cuestión de casi 3 meses que nos conocemos pero, me enamoré de vos – le confesó Peter.

- Entonces, tenes que saber que no sos el único idiota – dijo Lali sonriendo aunque emocionada por el momento que estaba viviendo – Mi familia, mis amigos, vos mismo… me hicieron ver que no puedo vivir toda la vida con miedo. No todo el mundo te traiciona, te engaña o te abandona.

- Lali me estás diciendo que vos… que nosotros… - Peter no sabía que decir.

- Que si aun me dejas, no hay otra cosa que me haría más feliz en este mundo que me dieras la oportunidad de estar junto a vos… ya te dije que no sos el único idiota que se enamora en menos de tres meses – dijo Lali y ambos rieron.

- Sos hermosa, y por supuesto que quiero estar con vos – concluyó Peter y dejó la huella de sus labios en los de Lali

Un beso, que fue interrumpido al mismo tiempo por el busca de Peter y el teléfono del trabajo de Lali.

- No puede ser – se quejó Peter al tener que separarse de Lali.

- Dale te necesitan – dijo Lali sonriendo.

- Esperame media hora que termina mi turno y nos vamos juntos – propuso Peter.

- Me encantaría – dijo Lali dándole un pico – Pero Javi, uno de mis compañeros me mandó un mensaje por si puedo ayudarlo con un caso… estoy de permiso, pero no me puedo negar a ayudarlo.

- Está bien… me llamas cuando acabes por favor. Ahora me va a costar mucho más estar lejos de vos – volvió a besar a Lali – voy a atender esta paciente y después voy a ver a mi suegra.

- Peter, no corras tanto ¿sí?  De momento no le digas nada, al menos a mi mamá – le pidió Lali.

- Como vos quieras hermosa – besó sus labios por última vez y Lali abrió la puerta.

- Cuando termine te llamo. Chau.

Lali salió de la consulta y llamó a Javier para que le enviara los datos del caso por mail, trabajaría desde su casa. Cuando llegó al estacionamiento, se montó en su coche y se fue a su casa. Allí estaba Dani, que estaba esperando a Lali para comer, porque después iría a ver a su madre al hospital y por la noche se quedaría a dormir que casa de su amiga Miriam.

Después de comer, cada una hizo lo que tenía que hacer. Mientras Lali empezaba a trabajar, Daniela terminó de hacer la maleta para pasar la noche en casa de su amiga, se despidió de Lali y se fue al hospital.

Javier llamó a Lali, porque una de las víctimas era una chica, menor de edad, que no quería hablar con nadie, mucho menos con Javier: después de haber pasado por una violación hacía a penas 10 horas, no dejaba que ningún hombre se le acercara.

Cuando llegó, Javier estaba hablando con ella: la chica aun no había cumplido los 18 y un desgraciado la había marcado de por vida. Aquella chica solo hacía llorar, y no se atrevía hablar con nadie.

- Tranquila, mi compañero no va a entrar sino queres – le dijo Lali ofreciéndole un vaso de agua.

- No quiero verlo, me han dicho que tengo que reconocer al hombre que han detenido – explicó la chica.

- Ahora no hace falta, pero lo vas a tener que hacer tarde o temprano. Pero te prometo que voy a estar con vos en ese momento – la apoyó Lali.

- NO QUIERO. Usted no sabe lo que es estar encerrada, y después de que hayan abofeteado, te tiren en una cama, te amarren y te vio… - la chica estalló en lágrimas.

- Te voy contar algo que muy poca gente sabe – dijo Lali, sintió tanto dolor por esa chica, verla así, con marcas en la cara de haberle pegado y rota en lágrimas por lo que le hicieron, todo le trajo recuerdos dolorosos pero sabía que si se sinceraba con ella, la podría ayudar - sí que sé que es pasar por eso – la chica la miró confundida – hace  más de 10 meses a mí me hicieron algo parecido, y aunque ahora no lo creas posible, tarde o temprano lograrás salir adelante. Y el primer paso para hacerlo, es mirar al hijo de… – Lali se contuvo – al malnacido que te ha hecho esto y que vea, que no ha conseguido su objetivo: que no ha conseguido arruinarte la vida. Hazle saber que a partir de ahora vas a convertirte en una mujer que no se va a dejar manejar por nadie, y mucho menos, por hombres como él.