Capítulo 12

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Capítulo 12

- Ay perdón Peter… lo siento, ¿te lastimé? – preguntó Lali nerviosa.

- No pasa nada, debía haber encendido las luces, te asustaste. – dijo Peter y Lali asintió - ¿Con qué me pegaste? – preguntó Peter riendo – Fue duro ehh

- Con el casco, me trajo Nico  en la moto y cuando me di cuenta que tenía el casco en la mano, ya Nico se había ido. – se explicó Lali. Peter se mareó un poco y se tambaleó – Veni, vamos a que te sientes en el sillón.

- Estoy bien – insistió Peter.

- Bien mareado estás – dijo Daniela – Voy a por el botiquín para que lo cures Lali – dijo.

- Perdón de verdad, te hice sangre y todo… ¿Qué haces vos acá? – preguntó mientras agarraba las manos de Peter para que no se tocara el corte de la ceja.

- Vine a traer a tu hermana y me invitó a pasar, le pedí una pastilla para el dolor de cabeza, y cuando estaba tomándomela, escuché la puerta y salí porque supuse que eras vos – explicó Peter.

- Acá está el botiquín – y Daniela se lo di a su hermana – mientras pido la comida… pizzas. Peter te quedas eh – agarró el teléfono y fue a la cocina a llamar.

- Gracias por traer a Dani – agradeció Lali – Para, no te toques más Peter… pareces un nene, y serás médico y todo vos.

- Soy médico pero me duele eh – respondió riendo.

- ¿Te hice mucho daño? – preguntó Lali apenada.

- Era joda Lali, ya está… poneme una tirita o algo y listo – indico Peter.

Daniela apareció en el salón, y avisó que la cena estaría en 15 minutos. Así que mientras Lali se fue a cambiar de ropa para ponerse más cómoda, Peter y Daniela prepararon la mesa pequeña del salón para comer ahí. Mientras Lali se cambiaba y acomodaba todo en su lugar, las pizzas llegaron.

Pasaron una cena, relajada, riendo y charlando sobre como le iba en las clases a Daniela, como era que tenía amigos en común con Yeyo. Así pasó una hora y media, luego entre los tres juntaron todo y pusieron las cosas en su lugar.

Peter tuvo que atender una llamada, y salió fuera. Las chicas mientras se sentaron en el sofá, Lali sentada y Daniela echada con la cabeza en las piernas de su hermana, mientras ésta le acariciaba la cabeza y jugueteaba con el pelo.

- Estás cansada eh – dijo Lali cuando oyó el bostezo de su hermana.

- Sí… Lali ¿mañana va a salir todo bien verdad? – preguntó Daniela, y aunque Lali no veía su cara notó como estaba empezando a llorisquear.

- Por supuesto que va a salir todo bien, ¿vos crees que Peter va a dejar que algo le pasa a mamá?

- No, pero él no la opera… va a estar en quirófano pero él no es cirujano – respondió Dani y se giró mirando a Lali.

- No llores mi amor, es cierto, Peter no la opera… pero no va a dejar que a mamá le pase nada. Ni él ni ninguno de los otros doctores.

- Tengo miedo ¿está mal?

- Noo, yo también tengo miedo pero estamos juntas, como siempre… ¿te acordás que hacíamos cuando eras más chiquita y te sentías mal? – preguntó Lali.

- Obvio que me acuerdo. ¿Me cantas? – le pidió a su hermana mayor.

- Cada vez que me siento, triste y sola, la cabeza levanto y digo así…. El sol brillará mañana, ya verás que pase lo que pase, sale el sol…. Mañana, te espero, mañana te falta, un día para llegar – cantó Lali una cuantas veces.

Con mucho cuidado Lali se levantó y dejó a Daniela acostada en el sofá, se había quedado dormida mientras le cantaba. Ahora era Lali a la que se le escapaba alguna que otra lágrima. Cuando se giró, vio a Peter observando desde la entrada del salón.

- Cantas muy lindo… ¿Annie, el musical? – dijo acercándose a ella.

- Sí, a las tres nos encanta esa película… pero a ella – dijo Lali mirando a su hermana – más que a ninguna…cantar y bailar son sus pasiones – se secó esas lágrimas rebeldes que salían cada vez más seguido.

- Veni Lali – y Peter la abrazó.

- No quiero llorar – dijo ella intentando salir del abrazo.

- Necesitas llorar – dijo Peter mirándola a los ojos – necesitas sacar afuera esa bronca, ese odio a la enfermedad que le tocó a tu mamá, el miedo porque algo le pase… necesitas liberarte – concluyó Peter y esta vez fue Lali la que se abrazó a él, y Peter la apretó contra su 

cuerpo intentando transmitirle toda las fuerzas que tenía.

Estuvieron un rato así. Después Peter llevó a Dani a su cama y cuando volvió se sentó con Lali en el sofá.

- Gracias Peter por todo lo que estás haciendo – dijo Lali.

- No me tenes que agradecer nada, es mi trabajo.

- No es tu trabajo estar acá, ahora… y mucho menos que tu madre esté con la mía ahora en el hospital.

- Es que al parecer las Espósito tenéis algo que atrae… mi madre habla maravillas de la tuya. Y mi padre también, ya la vio unas cuantas veces en el hospital – le contó Peter a Lali y ella sonrió.

- Sos increíbles, y tu familia también – dijo Lali.

- Antes le dijiste a Dani, que tenías miedo… yo quiero estar con vos y acompañarte, para que ese miedo cada vez sea menor.

- Peter ya te dije – Lali intentó hablar.

- Ya sé lo que me dijiste, pero soy muy persistente, la voy a tener que remar bastante con vos – y Lali volvió a sonreír – Otra sonrisa, wowww hoy estamos que lo regalamos. Así me gusta verte… feliz, contenta. Al menos, déjame que te acompañe en esta como amigo. Por mí sería bastante más, pero te voy a respetar… déjame ser tu amigo, no solo el médico de tu mamá.

- Yo no ceno con cualquiera, ni paso días completo con médicos… y mucho menos me ducho en casa de alguien que no considero amigo.

- Vamos avanzando entonces – dijo Peter y Lali rió mordiéndose el labio inferior – me quedaría más tiempo con vos, pero tengo que descansar para mañana – y Peter se levantó.

- Gracias de nuevo – dijo Lali cuando llegaron a la puerta – Mañana te veo.

- Mañana nos vemos, y dormi….como vos dijiste no voy a dejar que le pase nada a la que en un futuro pueda ser mi suegra – insistió Peter.

- Que tarado que sos – acotó Lali, se acercó a él para dejar un beso en su cachete pero él giró la cara y el beso fue en la boca, aunque corto, pero fue en la boca– Peter.

- Te encantó – dijo creyéndoselo un poco él – hasta mañana hermosa – se abrazaron.

- Hasta mañana – respondió Lali, y después de un último cruce de miradas, Peter salió y se fue en busca de su coche. Lali cerró todo, y se fue a dormir… mañana sería un día largo.