Capítulo 11

Perdón por tardar!!! Aquí les dejo otro cap, dedicado a Giu por tanto que firmo jaja =) eres genial, también está haciendo maratón en su blog ... bueno dedicado a todas las que firmaron, gracias!!! Dejo este, y programo el capítulo 12 para dentro de una hora. BESOS!!! y GRACIASSSSSSS

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Capítulo 11

- ¿Cómo amaneció mi paciente favorita? – preguntó Peter entrando en el cuarto de Majo.

- Algo cansada – contestó ella.

- ¿Trajeron el desayuno? – preguntó.

- No aun no... la enfermera que pasó antes a mirarle el gotero dijo en un ratito lo traía. – contestó Ana.

- Ok bueno, si en un rato no vienen llamen, Majo necesita estar fuerte – y ella sonrio – Ana ¿podes acompañarme? Me tenes que firmar unos papeles.

- Por supuesto, ahora vuelvo ma. – y ambos salieron de la habitación - ¿dónde tengo que ir?

- A ningún sitio, solo quería hablar a solas con vos – dijo Peter parándose en el pasillo.

- ¿De qué? ¿Pasó algo? Peter sabes que mamá lo sabe todo de su enfermad.

- Tranquila, no es de Majo. Any no podes estar acá tanto tiempo – le regañó Peter – Llevas quedándote dos noches seguidas y a penas ves a Christian… además no es bueno para tu bebé – le tocó la panza - que no descanses ni te alimentes en condiciones.

- Hacemos lo que podemos Peter. Te agradezco que te preocupes por nosotras pero estamos bien. – dijo Ana y quiso irse.

- Para, no te enojes… sé que hacen lo que pueden. Hagamos algo, esta noche yo me encargo de que tu mamá tenga a alguien que la acompañe. Pero ni vos, ni Lali ni mucho menos Dani se van a quedar más. ¿Estamos?

- No decidis vos eso Peter – le contradijo Ana algo enfadada.

- O es eso, o le prohíbo las visitas a tu madre. ¿Es lo que quieren? El hospital es grande pero nos conocemos todos, ¿te pensas que no me enteré que ayer por la tarde te desmayaste? – contestó Peter poniéndose serio – Es obvio que no le contaste a tu marido, sino no estarías acá.

- Ni se te ocurra prohibirle las visitas a mi madre… ni mis hermanas ni yo la vamos a dejar sola.

- Nadie les dijo eso amor – contestó Christian llegando por detrás de Peter – Pero Peter tiene razón.

- ¿Qué escuchaste? – preguntó Ana preocupada.

- Lo suficiente escuché… no me gustó nada que me ocultes ese desmayo, pero sé que amas a tu mamá al igual que Lali y Daniela.

- Chicos… mi amor – miró a Christian.

- Esta noche no te quedas, lo digo muy enserio Ana Laura.

- Está bien… pero quiero saber quien se va a quedar con mi madre.

- Ok, en cuanto llegue esa persona te la presento.

El día pasó rápido para todos, Lali había vuelto de trabajar un poco más tarde, y cuando llegó a su casa vio que Dani le había dejado una nota diciéndole que de sus clases de baile iba a ver a su madre. Ella decidió ir a buscar a Cande a su trabajo… no había tenido un día muy bueno en comisaría, la investigación en la que estaba metida con otros dos compañeros más no avanzaba y eso la agobiaba. Así que como se sentía así, no quería ir a ver a su madre… la conocía demasiado bien y sabría que le pasaría algo. Y era justo lo que Lali no quería, angustiarla… tenía que estar relajada para la operación al día siguiente. Así que decidió pasarse por el local donde trabajaba Cande y pasó allí la tarde con ella y con Euge, que llegó un rato más tarde.

En el hospital, Chris volvía con algo de tomar para Ana, que había vuelto a marearse… la habían atendido y había sido una bajada de tensión. Los nervios por todo lo que estaba pasando las últimas semanas, no eran buenos para nadie…. Mucho menos para ella y su bebé.

- Buenas. ¿Se puede? – preguntó Peter después de llamar a la puerta y abrirla un poco.

- Vos siempre podes hijo – respondió Majo desde su cama.

- Hola Peter – lo saludó Dani que ya había salido de sus clases.

- Hola princesita – le respondió y le dio dos besos – Bueno, supongo que tus hijas ya te dijeron que hoy no se quedan ninguna de ellas – le dijo Peter a Majo.

- Sí, y me parece muy bien… Lali está demasiado agotada entre el trabajo y la casa, y la terca de mi hija mayor no entiende que ahora lo que importan son ella y mi nieto. – apoyó Majo la decisión de Peter.

- Totalmente de acuerdo… por eso, te traje una acompañante. Pasa – dijo Peter abriendo la puerta.

- Claudia – dijo Majo contenta al verla - ¿Vos sos la que te vas a quedar?

- Sí, yo… sabes que soy voluntaria en el hospital… Peter me comentó si me quería quedar con vos y por supuesto acepté.

- ¿Se conocen? – preguntó Ana.

- Sí hija, Claudia es la madre de Peter, Rochi y Yeyo… su marido también trabaja acá. La conocí una de las veces que vine a la quimioterapia. Peter me la presentó.

- Hola Clau – dijo Dani.

- Hola bonita… Yeyo me dijo que quiere que te pases por casa pronto – le contó Claudia, se volvió a Ana - Peter me habló una tarde de tu madre y tuve ganas de conocerla. Y Majo, cunado la conocí, me habló maravilla de sus tres hijas, al igual que Peter.

- ¿Vos también la conoces Dani? – preguntó Chris.

- Sí, Peter me la presentó un día y a Yeyo también que había venido con su madre. Y somos amigos, y descubrimos que tenemos amigos en común.

- Bueno…. Basta de charlas. Son las ocho y media ya, así que no van a tardar mucho en traerte la cena, Majo. Má ahora te subo algo de la cafetería para que cenes. Y las hijas de mi paciente, por favor, no tarden en irse. Ahora vuelvo.

Cuando Peter salió del cuarto, el teléfono de Dani sonó.

- Hola… si espera te la paso – dijo Dani dándole el móvil a su madre.

- ¿Hola? – atendió Majo.

- Mamá soy yo, Lali. ¿Cómo estás?

- Bien, estoy bien… ¿vos?

- Cansada… ¿hoy se queda Chris? – preguntó Lali intentando evitar que su madre le preguntara más.

- No, se queda Claudia, la madre de Peter.

- ¿Cómo? No entiendo nada…

- Te conté que la conocía, y también te conté que era voluntaria en el hospital…Así, que Peter le preguntó si se quedaba conmigo y aceptó, para que tu hermana se fuera a descansar. Hoy se mareó y ayer se desmayó – le contó Majo a su hija y Ana la miró, sabía que Lali después querría hablar con ella.

- ¿Cómo que se desmayó? Dale las gracias de mi parte a Claudia, ya hablaré yo con Peter… descansa que mañana te veo antes de que entres a quirófano. Te quiero. ¿Me podes pasar a Ana? – le dijo Lali.

- Ok mi amor, descansa vos también. Te quiero hija – separó el teléfono de su oído y extendió su mano hacia Ana – Quiere hablar con vos Any.

- Hola Lali.

- ¿Cómo no me vas a decir nada de que te desmayaste y mareaste? ¿Estás loca? Lo llego a saber y no te quedas con mamá. ¿Estás bien?

- Sí, estoy bien… y no te lo dije justo por eso, porque ni vos ni Chris me iban a dejar quedarme acá. Y sí, tranquila estoy bien… fue la presión. ¿Estás en casa? – se explicó Ana.

- No, Euge y yo vamos a esperar que Cande cierre la tienda. Decile a Dani que en un ratito estoy en casa, que vaya pensando que quiere cenar, que vamos a pedir algo fuera. Mañana hablamos, te quiero… y a mi sobrino o sobrina también. Chau – y Lali cortó.

- Lali que vayas pensando que queres para cenar, que van a pedir a la calle – dijo Ana a Dani.

- Acá te traje la comida para vos má – dijo Peter entrando - ¿Aún ustedes acá? – intentó regañar a las hermanas, pero entendía por lo que estaban pasando.

- Ya nos vamos, dale Dani que te dejamos en casa – dijo Christian.

- Pero ustedes viven para el otro lado ¿no? – preguntó Peter – Lali ¿no viene?

- No, está muy cansada le dijo a mamá… por eso llevamos nosotros a Dani – le explicó Ana a Peter.

- Ah, ok entonces vayan tranquilos ustedes, que yo acerco a Dani a casa – se ofreció Peter.

- No Peter, ya damos la lata durante el día – intervino Majo.

- Ninguna lata, yo llevo a esta preciosidad a su casa ¿queres Daniela? – le preguntó Peter.

- Obvio que quiero – aceptó ella encantada.

- Me voy a poner celoso eh – dijo Chris.

- Nooo, tengo cariño para los dos – dijo la pequeña.

Todos saludaron a Majo y a Claudia, y salieron. Peter pasó por su consulta para recoger sus cosas y junto con Ana, Chris y Daniela bajaron en el ascensor hasta el parking del hospital. Allí, se despidieron: el matrimonio se subió en un auto, y Peter con Daniela en otro. En el camino, Lali le mandó un mensaje a Daniela para avisarla que ya estaba llegando a casa, y Dani le contestó que ella iba de camino también. Unos cinco minutos después, llegaron, Peter estacionó cerca de la casa y Daniela lo invitó a pasar. Tenía especial interés en que Peter se convirtiera en su cuñado, y según ella era porque veía que ambos se amaban, y así se lo había hecho saber a Lali.

- Voy a cambiarme al cuarto – dijo Daniela.

- Ok, ¿tenés algo para el dolor de cabeza? Me está empezando a doler.

- Sí, en el primer cajón del mueble del baño hay medicamentos, es aquella puerta.

- Gracias linda.

Peter se dirigió al cuarto de baño y buscó la pastilla, sin encender ninguna luz, fue hasta la cocina y se sirvió un vaso de agua. En ese mismo momento entró Lali, cuando Peter escuchó la puerta, se tomó la pastilla y dejó el vaso en la encimera de la cocina.

Salió al pasillo,  se encontró de frente con Lali, la cual, al estar todo a oscuras y encontrarse con una silueta bastante grande, su reacción fue pegarle con el casco de moto que llevaba en la mano, defendiéndose… pensó que era un ladrón o algo así. Peter se tambaleó, con las manos en la ceja, donde Lali le había golpeado. Ella solo pretendía defenderse, pero se dio cuenta que se equivocó cuando Dani apareció en la otra punta del pasillo y encendió la luz.

- ¿Qué hiciste Lali? – exclamó su hermana.