Hola señor sábado. Y sí, señor que hay que tratarlo con respeto para que no se vaya muy pronto =)
Espero que estéis pasando un buen sábado y sigáis disfrutando de lo que queda de día. Yo vuelvo con un nuevo capítulo, creo que de nuevo diferente a lo que esperabais pero creo que para mejor. Aquí os la dejo, y el martes vuelvo =) Gracias por leer y estar del otro lado =) MUACKS
CAPÍTULO
22
Después de esa noche, la
relación con Peter va profundizándose. Somos amigos, muy amigos, y aunque nos
prometimos ir acomodándonos a nuestras respectivas, alguna que otra noche se ha
colado en mi casa y hemos terminado enredados entre las sábanas de mi cama. El
mes de agosto ha pasado más que volado y los primeros días de septiembre se
hacen presentes. Me voy reuniendo con el equipo de profesores de la academia
para afrontar el inicio del curso y por lo tanto necesito concentración. Me
viene de lujo que Peter esté de viaje pasando las vacaciones con su familia,
porque así no tengo ningún tipo de distracción.
- Buenos días – dice Euge
sentándose en el sofá junto a mí.
- Buenos días, dormilona.
- Habló la marmota –
responde mientras va a la cocina por un café – me duele la cabeza ¿tienes algo?
- Sí, en el mueble del baño
en el primer cajón – respondo – No espera – y busco en una cajita que tengo en
la tabla inferior de la mesita del salón – toma.
Le doy la pastilla y se la
toma con el mismo café.
- Anoche la pillaste gorda
¿eh? – la miro sonriendo – Tienes una cara de resacosa que no puedes con ella.
- Deja de meterte conmigo,
que no tengo fuerzas ni para responderte – se intenta defender. - ¿Has visto
como me trató anoche Nacho?
- Ay que pesada eres Euge.
- Joder, que no es cosa mía,
que desde que está con esa pu… - se calla por la mirada que le hecho – azafata
– continua – no nos hace ni puñetero caso.
- Sí nos hace caso –
defiendo a nuestro amigo. – Lo que pasa es que no te baila el agua como antes.
- Cómo me va a bailar el
agua si tiene un tsunami con él – dice exasperada.
- ¿Cuándo vas admitir que
estás celosa? – le pregunto y apago la TV para mirarla de frente.
- No tengo nada que admitir,
simplemente no creo que sea la chica que el merece. Nacho merece a alguien más
calmado, menos loca, más familiera, más amiga de sus amigos, menos coqueta con
todo lo que se mueve…
- Alguien más como tú ¿no?
- O cómo tú. – me dice – A
no cierto, que tú ya tienes a Peter.
- Yo no tengo a nadie. Somos
amigos, que de vez en cuando nos acostamos, pero solo amigos. Y no cambies de
tema – le digo tirándole el cojín.
- Lo que tenéis Peter y tú tiene un nombre, ¿lo sabes no? No lo digo porque es un poco fuerte - esquiva el tema y la miro fíjamente - ¡Ay! Vale sí, estoy
celosa. Desde que hace más de un mes que lo dejé con Gonzalo, no soy capaz de
estar con alguien porque siempre pienso en Nacho.
- ¿Te acuerdas de eso que
dice tu madre mucho? Si eso de “quieres lo que no tienes”.
- Lali, para escuchar a mi
madre la llamo a ella. Además no soy tan caprichosa. – levanto las cejas con mi
cara de sorprendida – YA NO – grita. – De verdad que no. Es cierto que no
sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
- En realidad nunca lo has
tenido.
- Siempre ha estado ahí,
como amigo, pero ha estado.
- Esto te enseñará a que
cuando te digo las cosas, me tienes que hacer caso bonita – digo recogiendo las
cosas del desayuno y llevándolas a la cocina.
- Que sí pesada – me
responde bufando y tirándose en el sofá. - ¿Qué hago?
- Habla con él.
- Sí claro, con el caso que
me hace.
- Si lo llamas y le dices
que quieres hablar con él te escuchará. – respondo y cuando termino de guardar
las cosas en el lavaplatos me acerco al sofá y me apoyo en él mirándola muy
seria, y advirtiéndole con mi índice. – Pero escúchame bien lo que te digo: más
te vale que sea verdad que lo quieres bien, porque no quiero que lo lastimes.
Tienes que estar segura que lo quieres de verdad, no que lo quieres solo porque
esté con la pelirroja.
- De verdad Lali, lo quiero.
– Me dice con una sonrisa triste – Ojalá me hubiese dado cuenta antes.
- Dicen que más vale tarde
que nunca.
- Sí, pero lo que yo espero
es que no sea demasiado tarde. – Responde y se pone en pie – Va siendo hora que
me vaya a mi casa, gracias por aguantarme anoche, amiga. – Me agradece mientras
me abraza.
- Encantada de aguantarte
siempre que lo necesites.
Euge se va y yo termino de
recoger las cosas del desayuno. Me dirijo al equipo de música, lo enciendo y me
pongo a limpiar la casa. Cuando termino, antes de ducharme decido subir al
estudio a intentar crear algunas de las nuevas coreografías que vamos a
introducir este año en uno de los cursos de septiembre.
Lo consigo, al son de varios
artistas y melodías creo coreografías de Hip-hop, dance y clásico. Cansada pero
contenta me dirijo a darme un baño. Estoy alrededor de una media hora,
relajándome y disfrutando de la espuma, las velas aromáticas y la música
relajante que suena de fondo. Decido salir porque empiezo a notar como se me
arrugan las yemas de los dedos. Me envuelvo en albornoz y recojo el baño.
Cuando voy a empezar a secarme, mi móvil suena y lo cojo al ver que en la
pantalla pone “Peter”.
- ¿Tú no estabas de
vacaciones y totalmente desconectado del resto del mundo? – le pregunto con una
sonrisa porque tengo ganas de escucharlo.
- Sí, pero al ver a las
empalagosas de mis hermanas con sus respectivos pues me he acordado de una
amiga muy especial que tengo, y he decido llamarla. – me responde y mi sonrisa
se agranda.
- Me alegro. Porque ya
extrañaba tu voz, hay mucha tranquilidad al no tenerte revoloteando por aquí.
- Si te molesta que
revolotee por tu lado, me lo dices y dejo de hacerlo – responde haciéndose el
ofendido.
- En ningún momento he dicho
que me molesta tu revoloteo.
- Me alegra oír eso – me lo
imagino sonriendo - ¿Qué hacías?
- Acabo de salir de la ducha
y me has pillado con solamente, el albornoz puesto. – respondo con un tono
picante.
- ¿Estás intentando
coquetear conmigo?
- Me has preguntado qué
estaba haciendo, yo te he respondido.
- Eres muy mala, chispita –
agrega con el apodo que me llama mi abuelo y que él ha hecho suyo.
- No estoy de acuerdo – en
ese momento suena el timbre – Espera que están llamando al timbre de casa.
- Ni se te ocurra abrir con
el albornoz nada más. Seguro que quien está detrás de la puerta babea al verte
así.
- Dicen que piensa el ladrón
que todos son de su condición – respondo mientras voy a la puerta – un
segundito – le digo y abro la puerta.
- No sé lo que cree el ladrón,
pero sí sé lo que yo tengo en mente al imaginarte así – responde él y cuelga el
teléfono.
Mi cara es un poema, abrir
la puerta de casa y verlo es lo último que me esperaba.
8 comentarios:
ayyyyy seguramente es peter .. .subi otroooooo
Más!!!! Me encanta!!
Jajajaja,muy pillo Peter ,y ella provocándolo.
D cara k se lo encontró!!!
"Lali para escuchar a mi madre la llamo a ella" :') jajajaajajaja
La llamada y el ya extrañaba tu voz es muy tiernoooo ♥
ayyyyy pero que tiernos son estos dos!!!!! Son como para comérselos! Se extrañaban y él la busca!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Me encanta!!!!!!!!!!!!!!!!! siempre me dejas con ganas de más mala!!!! Ya quiero leer el próximo, ganas, ganitas!!! Te quiero!!! Besos y buen finde!!!!
Caida de bragas en 3,2,1... Me matan sus frasecitas y las conversaciones, por cierto SI EUGE QUITA A LA AZAFATA DE EN MEDIO que todo lo que va por los aires es muy peligroso
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