Capítulo 16 - ¡Ni que fuera verdad!

Sábado, sabadete... HOLA!!!!!!!! De nuevo por aquí, pero solo porque hasta el martes no pensaba volver y no soy capaz de dejarlas así hasta entonces.

Espero que este lo disfrutéis un poco más, y que quizás las ganas de "matarme" disminuyan un poquito aunque sea jajajajaja.

Lo dicho, disfrutad de lo que queda de sábado, del cap y el martes nos vemos de nuevo por estos barrios. Capítulo dedicado a Giu, que casi adivinó lo que venía =) MUACKS!!!!!!!!

CAPÍTULO 16

Nuestras bocas siguen unidas, y cuando cierro los ojos me doy cuenta que ese beso no me provoca nada, que no conozco esos labios y que el amor que sentí en su momento, se perdió, quedó atrás como toda mi adolescencia.

- Zac – digo retirándome.

- Perdón, perdón. No soy así lo sabes, pero necesitaba comprobar que sentía por ti.

- Lo siento, pero es que no sentí nada.

- Yo no sentí lo que creía que sentiría al besarte.

- ¿El qué? ¿Esa explosión de fuegos artificiales que la señorita de literatura nos decía que se sentía cuando se besaba al amor verdadero? – respondo recordando esas clases que tanto me gustaban.

- Te puede parecer una ridiculez, pero sí. Pensaba que sentiría eso.

- ¿No lo sentiste a que no?

- No – dice y ambos reímos. – Lo siento de verdad, no quería ponerte en un compromiso con tu novio.

¡Peter! Pienso en él inmediatamente y miro a mi alrededor para comprobar si alguien nos pudo haber visto.

- No te preocupes – digo levantándome – Espero que nadie nos haya visto. Pero si no te molesta, voy a buscarlo.

- Por supuesto, ve. Creo que te vas mañana y me gustaría despedirme de ti antes de que te marches y sobre todo seguir manteniendo el contacto contigo ahora que te volví a ver.

- Claro, mañana salimos de aquí sobre las siete de la tarde más o menos, te espero para despedirnos. Me encantó volver a verte – dije y lo abracé, le di un beso en la mejilla, y me dirigí a buscar a Peter.

Busqué unos minutos y no lo encontraba, le pregunté a mis primos y a mi padre, con quien se suponía que estaba pero nadie sabía dónde estaba.

- Math – llamó a mi primo - ¿has visto a Peter? No lo encuentro.

- Yo lo he visto hace un rato – es Óscar quien responde acercándose a mí – Me preguntó si sabía dónde estabas, le dije que te habías reencontrado con Zac un amigo, y estabas charlando con él. – Conozco a Óscar y sé con qué intención lo ha hecho - Creo que fue a buscarte, pero se debe haber sentido mal porque dos o tres minutos después pasó por delante de mí y no tenía muy buena cara, se metió en la casa y que yo sepa no ha salido.

- Solo te voy a decir una cosa: mantente alejado de mí y de Peter. Te creía egocéntrico y creído. Pero no rencoroso y mucho menos, que tuvieras tanta maldad.

- Prima, no vayas a armar un escándalo – me dice mi primo Math agarrándome de los brazos porque mientras le he dicho todo eso a Óscar me he ido acercando a él.

- Me encantaría darte la bofetada que te mereces, por todo el daño que me hiciste en su momento y que por lo visto estás empeñado en hacerme y no sé por qué. Pero si no te la doy, es porque no quiero arruinarle la fiesta a mi prima y mucho menos darle otro motivo más a mi madre para que se ponga de nuevo a tu favor y en mi contra.

Sin más, entro en la casa y busco a Peter. Empiezo a preocuparme por lo que ha dicho Óscar: no me gusta nada la posibilidad de que haya visto el beso con Zac pero más me preocupa la posibilidad de que se haya sentido mal, y se haya metido en casa sin decirme nada para no preocuparme. Como no lo encuentro en la casa principal, me dirijo a la que nos estamos quedando.

Busco la llave en mi bolsillo, abro entro en la casa y cierro la puerta, voy a decir a decir su nombre para llamarlo y saber si está, pero escucho un sonido que proviene de la sala de ensayo. Lo que suena es el piano acompañado de la voz de Peter.

Déjame presumir de ti un poquito que mi piel sea el forro de tu vestido, déjame que te coma solo con los ojos, con lo que me provocas yo me conformo.

Me voy acercando mientras sigo escuchando su voz y llegó a la puerta de la sala de ensayo y desde ahí observo como su voz va al son de sus manos sobre el piano mientras sigue cantando esa canción de Zenet.

Si algún día diera con la manera de hacerte mía, siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día.

Está tan concentrado en el piano que no me ve y menos nota que me voy acercando a él. Es una sensación mágica ver como disfruta en el piano.

Qué bonito sería jugarse la vida probar tu veneno. Qué bonito sería arrojar al suelo la copa vacía. Déjame esta noche, soñar, soñar, soñar contigo.

Cuando termina de tocar, se lleva las manos a la cara y después de frotárselas levanta la mirada y entonces me ve.

- Es espectacular como tocas. – digo sonriendo.

- Gracias – responde él sin un ápice de buen humor.

- Te estaba buscando y Óscar me ha dicho que te había visto venir para acá con no muy buena cara. ¿Ha pasado algo? ¿Alguien te ha dicho algo para molestarte? – pregunto y me acerco – Dímelo sin reparo alguno Peter, porque pienso cantarle las cuarenta a quien sea.

- Pues empieza – me dice él sin levantarse del banco del piano.

- ¿Qué?

- Que te auto cantes las cuarenta a ti misma, porque estoy así por tú culpa.

- ¿Me viste con Zac? – pregunto aunque creo que es obvio que sí.

- ¿Hace falta que responda? – es irónico. Ahora se levanta y se acerca a mí – me pediste que no te dejara sola, y no lo he hecho. Cuando Óscar te ha molestado le he plantado cara, y lo he hecho por ti porque estabas incómoda.

- Y yo te lo agradezco Peter.

- Pues si me lo agradeces tanto, al menos ten cuidadito y no te vayas besando por ahí expuesta a que alguien te vea y me dejes en ridículo.

- Peter…

- Peter nada Lali. Te has reencontrado con tu amor de la adolescencia y te has sentido lo suficientemente valiente como para afrontarlo. Pero estoy tratando de ayudarte con todo este plan tuyo, así que ahora a un día de irnos no puedes hacer que todo se estropee.

- De verdad que no…- intento hablar y vuelve a interrumpirme.

- Me da exactamente igual con quien te beses y con quien te acuestes, pero mientras seas mi novia y hasta que mañana cojamos el avión, si no es mucho pedir, respétame un poquito.

- ¿Me vas a dejar hablar? – grito harta de sus ataques – Sí me he reencontrado con Zac, y sí nos hemos besado. Pero después me he dado cuenta de lo que estaba haciendo y rápidamente me he separado de él. Además para tu información, idiota, ese beso me ha llevado a darme cuenta de que no siento lo más mínimo por él. – le digo alterada – Es más, no sé ni si quiera por qué te tengo que estar dando explicaciones.

- Pues porque soy tu novio.

- ¡Ni que fuera verdad! – le grito.

- ¡No es verdad que sea tu novio, pero sí lo que siento por ti! – me grita, se acerca a mí y sin más, me besa.

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PD: esta es una de las escenas que primero imaginé de la nove, no tal cual, pero sabía que sería ella quien diría de sus labios el título de la novela.