Capítulo 15 Segunda Temporada

De nuevo por aquí!!!! Gracia por firmar chicas =) Bajaron un poquito las firmas, pero creo que es normal con todo el tiempo que las deje sin nove.... pero ya volvi.

Gracias a todas por firmar a todas y también por leer me hace muy feliz que les guste, es algo que no puedo expresar con palabras y que las chicas que escriben van a entender muy bien lo que siento. De verdad muchas gracias por dedicar unos minutos a leer mi nove.

Sin más les dejo el capi... ¿Quedó muy obvio quién dijo ese "Por fin llegáis" jajaja XD GRACIAS las quiero muchos ♥

Así salimos de casa y fuimos hacia casa de Peter donde nos esperaba la familia de mi novio y también la de Nico. No tardamos mucho en llegar, aparcamos y entramos en casa de Peter.

- Hola chicos – dijo Claudia.

- Hola má – respondió Peter y saludamos los cuatro a Claudia – ya estamos aquí!!! - gritó Peter entrando en el salón lo seguimos.

- Por fin llegáis – dijo alguien y me quedé sin habla al escuchar esa voz.

CAPÍTULO 15

Horas antes.....

Cuenta Peter

Me desperté a las 9 am… cuando sonó la alarma que había puesto en el celular agradecí a la vida, al destino… a quien fuera que Lali no se haya despertado, sino no me iba poder ir. Como pude estiré el brazo y apagué el celu. La tenía abrazada a mí, había estado toda la noche así muerta de frío, aunque a mi me encantaba dormir así… anoche cuando nos acostamos a dormir, y se pegó a mí con un “no me sueltes en toda la noche que tengo mucho frío” le respondí abrazándola “por mí que haga este frío todas las noches” y después de varios besos y “te amos” nos quedamos dormidos.

Me levanté separándola de mí con cuidado para no despertarla, y fui al baño a prepararme. Diez minutos más tarde ya estaba vestido, la mire toda acurrucada a la almohada, es linda hasta durmiendo, y me fui al comedor. Agarré papel y birome  y le dejé una nota diciéndole que me iba con Nico.

Apagué la luz del comedor y salí de casa haciendo el menor ruido posible. Cuando bajé Nico ya estaba esperando abajo.

- Buen día – dije acercándome al auto, el estaba poyado en su auto.

- Buen día – dijo Nico con su cara de cansancio.

- ¿Estás despierto para manejar no?

- Sí, tranquilo. Mejor salgamos ya que no ya no tardan en llegar.

- Dale, salí vos y yo voy detrás con mi auto – respondí.

Y así hicimos, íbamos los dos camino al aeropuerto a recoger a esas personas que tanto extrañaban nuestras novias: sus familias. Se quedaría por una semana. Al principio me costó convencer a mi suegra, que lindo suena por cierto, de que se vinieran una semana a pasar aquí con su hija, pero con la ayuda de mis cuñadas lo logré. Y no solo eso, sino que acordamos la fecha del viaje para que la pequeña de esa familia, es decir, Lucía, pasar su cumpleaños aquí en Argentina, rodeada de su familia al completo.

Hace un par de días casi se cae toda la sorpresa, por el entusiasmo de Lucía.

Flashback – dos días antes, departamento de Peter y Lali

- Tengo tantas ganas de abrazarlas a las dos – decía Lali mientras estaba en Skype con sus hermanas.

- Seguro que antes de lo que esperas Lali, mira tengo una sorpresa – dijo Bea y apareció mi prima Bego – como todos los años vino con los tíos a pasar unos días aquí.

- PRIMA!!!! – gritó – aayyyy este año no nos podemos ver – dijo.

- No te preocupes, seguro que habrá más ocasiones – respondió su prima.

- Peter ella es Bego, mi prima. Y el Bego es Peter, mi novio – dijo haciendo las presentaciones formales.

- Encantado – respondí yo.

- Lo mismo digo Peter – respondió.

- No sabes Lali, como Bego está aquí mamá me está dejando volver más tarde, siempre que la prima venga conmigo así que es perfecto – contó Bea.

- Sí, nos estamos pegando unas juergas – dijo Bego.

- Sí, y a mí me dejan siempre sola – respondió Lucía – menos mal que dentro de poco voy a tener a Lali a mi lado.

- ¿Cómo? – preguntó Lali.

- Nada, esta que sigue empeñada en que vamos a ir a verte, pero mamá le ha repetido como mil veces que no se puede, que papá no puede dejar el trabajo y pillar vacaciones ahora, pero no lo quiere entender. – dijo Bea, sonaba tan cierto, que hasta yo casi me lo creo.

Fin del flashback

Así después de llevar un rato en la carretera, llegamos al aeropuerto. Estacionamos los autos y entramos. Allí había un panel informando que el vuelo en el que venían nuestras visitas, se había retrasado una hora. Con Nico decimos ir a tomas un café y desayunar mientras esperábamos.

Después de eso, cuando avisaron que estaban llegando (se demoró más de una hora) fuimos a esperarlos.

- Peter!!!! – gritó aquella morocha mocosa que llevaba sin ver tanto tiempo (en persona, no por camarita)

- Lucía – dije abrazándola y tomándola en brazos cuando estuvo cerca de mí – que hermosa pro favor – dije mientras la saludaba.

- Nico – dijo María y Nico hizo lo mismo que yo.

- Perdón ehh pero yo también soy tu cuñada – escuché la voz de Bea.

- Por supuesto – dije dejando a Lucía en el suelo y saludando a Bea – y si ninguna de las dos, no hubiera conseguido que ahora estuvierais aquí – y las abracé.

- Mira guapito de cara, ya tienes a mi hija mayor aquí, estas dos se vienen de vuelta eh – dijo mi suegro acercándose a nosotros – así que vamos soltando ese abrazo.

- Gonzalo – dije y lo saludé a él – gracias por venir.

- Gracias a ti Peter por ayudarnos con todo – dijo Carmen.

- Nada que agradecer… ya me estoy imaginando la carita de felicidad de tu hija cuando los vea a todos.

Mientras yo saludaba a la familia de mi novia Nico saludó a la de Euge, y después yo saludé a sus suegros y cuñada y el a los míos.

Ayudándolos con las maletas llegamos hasta los cautos.

- Ustedes acá, en este auto, conmigo – les dije a mis suegros y mis cuñadas.

- Y este es el mío – dijo Nico - ¿Vamos?

Y todos asintieron. Guardamos las maletas en el baúl y nos dirigimos camino a Buenos Aires.

- ¿Dónde vamos Peter? – preguntó Lucía desde el asiento trasero del auto, entre su madre y su hermana.

- A casa de mis padres – respondí - ¿Te acordás de ellos?

- Sí, el día que nos los presentaron por Skype me cayeron genial – respondió ella.

- ¿Y las maletas? – preguntó Bea.

- Pasamos por el hotel para dejarlas antes, o ¿está lejos de casa de tus padres? – preguntó Gonzalo.

- No está muy lejos, aunque está más cerca de mi casa y la de Lali que de casa de mis padres, pero si queréis las dejamos en el hotel.

- Sí, mejor – respondió Carmen – y gracias por reservarnos el hotel.

- No hace falta… no tenían que reservar en ningún hotel les dije varias veces que se podían quedar en casa... hay lugar para los cuatro.

- Pero mi madre, como no quiere molestar – dijo Lucía algo molesta con mi suegra porque no iba a poder dormir en casa de su hermana.

- Peter gracias, pero ustedes tienen su vida, y quieren intimidad como toda pareja, no es justo que el tiempo que estamos aquí seamos una molestia.

- No son molestia Carmen. Pero te entiendo… y Lucía no le deberías hablar así a tu madre.

- ¿Por qué? Es mala, no nos deja quedarnos con Lali – seguía enfadada.

- Lucía Espósito no digas eso de tu madre – dijo Gonzalo regañándola.

- Tú también eres malo ehh no nos apoyaste en lo de dormir en casa de Lali – respondió la pequeña. Se notaba que estaba llegando la etapa más revoltosa de esa edad.

- Enana no le contestes así a papá ni a mamá. Yo también quería quedarme en casa de Peter y Lali, pero vamos a estar todo el día con ellos solo pisamos el hotel por la noche – respondió Bea regañando a su hermana pero con la tranquilidad que la caracterizaba.

- Llegamos – dije cuando llegamos al hotel. Salí del auto y bajé las maletas de mis suegros. Los cuatro habían ido para la recepción a pedir las llaves.

- Gracias señorita – respondió Gonzalo.

- Habitación 108 – Carmen respondió – llevamos las maletas y bajamos ¿vale? – nos avisó mi suegra mientras Gonzalo agarraba las maletas de ellos dos y se fueron.

- ¿Y nuestra habitación cual es? – preguntó Lucía.

- Pues tu habitación es una con tonos rojos, naranjas... Y la habitación de Bea está junto a la tuya con tonos celestes, turquesas…. Y ambas están muy cerca de la mía y de Lali – dije y pareció no entender a lo que me refería, pero Bea creo que sí sabía a qué me refería porque se le estaba dibujando una sonrisa que iluminaba toda la cara.

- No entiendo ¿Ustedes también…? – se quedó callada – AAHHH habitaciones celeste, otra con tonos rojos … ¿nos quedamos en tu casa? – preguntó sin creerlo.

- Sí linda, las dos se quedan en casa, por eso dejé sus valijas en mi auto – respondí y ella me abrazó.

- Gracias Peter – respondió Bea.

- No me agradezcan a mí, fue su madre la que las dejó quedarse en casa… por eso en el auto te dije Lu, que no hablaras así a tu mamá – le dije acariciando su mejilla.

- MAMA!!! – gritó y corrió hacia su madre cuando salió del ascensor – GRACIAS!!!!!!!!!

- Ya no soy mala ¿no? – respondió Carmen sonriendo.

- Perdón má, pero me enfadaba estar aquí y no poder estar con mi hermana todo el día. Perdón a ti también papa.

- Bueno ya está, ya están felices las dos ¿no? – dijo mi suegro.

- Bueno entonces vamos – aporté yo.

Nos subimos de nuevo en el auto, ahora rumbo a casa de mis padres. Cuando salíamos Nico llegaba al hotel a dejar a los padres de Euge, porque María se quedaría con ellos en su casa.

Poco después llegamos a mi casa, hice las presentaciones (otra vez pero ahora en persona) y cuando Nico llegó con la familia de Euge hizo lo mismo y nos fuimos a recoger a las chicas. Le había dicho a Lali que llegaría sobre las dos (mensaje que escribí en el aeropuerto) pero como fuimos al hotel y el tránsito no nos ayudó mucho, nos retrasamos. Subí a por las chicas al departamento para avisarlas, y después de que me cargaran un poco por llegar tarde, nos subimos la auto de Nico (yo había dejado el mío en casa de mis padres) y salimos para allá.

Cuando llegamos saludamos a mí mamá y avisé de que habíamos llegado.

- Por fin llegáis – dijo mi suegro y Lali se quedó sin palabras.