Capítulo 13 Segunda Temporada

Perdón, perdón, perdón millones de veces perdón por estar 12 días sin publicar, pero como le dije a Chari en un comentario no tenía nada de inspiración, y lo que no quería era escribir cualquier para subirla y ya esta. Porque ustedes no se merecen que escriba cualquier cosa, se merecen un capítulo y una novela en condiciones. De verdad les pido perdón.

Les quiero dar las gracias a todas por estar ahí esperando la nove, y pidiendo más. Me alegra muchísimo que les guste la nove, y no saben la pena que tenía todos los días porque ustedes firmaban y yo no subía =(. 

Pero sin mas les dejo el capi para que disfruten de el y espero que les guste.

PD: les pido un único favor: dejen sus twitter. Quiero hacer una nueva lista para avisar a la gente, para así si hay gente nueva avisarla y para si hay gente que tengo en la lista, y no quiere que la avise, lo que menos quiero es molestarlas. Gracias de ♥. Las quiero.

TWITTER: Inma_06

Y así fue, media hora después la doctora volvió y Claudia firmó todo lo que tenía que firmar para el alta. Cuando volvió a buscarnos, nos fuimos al parking del hospital y nos montamos en el coche de Peter para irnos a casa de sus padres.

El viaje no duró muchos, pero reír nos reímos bastante, sobre todo con las mini peleas entre Peter y Bauti por decidir a qué iban a jugar a la play cuando llegaran.

No tardamos más de 40 minutos en llegar y mis cuñados y mi suegro habían puesto el salón muy lindo, con un cartel de BIENVENIDO y algunos globos.

Nos sentamos a comer, y estaba todo muy rico. Después recogimos entre todos, y pasamos el día allí, en familia.

CAPÍTULO 13

Ya llevaba casi un mes aquí… estaba acostumbrándome a vivir aquí: hacer vida con Peter, quedar y salir con los chicos, juntarnos con la familia de Peter en casa de sus padres. La verdad que lo que peor llevaba era  tener lejos a mis padres y mis hermanas (porque por muchos Skype que exista no es lo mismo), pero siempre estaba Peter ahí junto a mí para darme un abrazo y consolarme.

Flashback – décimo día en Buenos Aires

Acababa de terminar de hablar con mi madre y con Bea por Skype… Lucía estaba en la cama con fiebre y estaba durmiendo, puesto que aquí eran las 7 de la tarde y allí eran las 12 de la noche. Hablé con ellas y me contaron que allí estaba todo bien, excepto Lucía. Y cuando terminé la conexión no pude evitar echarme  en el sofá y que alguna que otra lágrima se escapara. Me acordé como cuando cada vez que la peque de la casa estaba mala con fiebre o un simple resfriado siempre terminábamos durmiendo juntas en mi cama.

- Hola hermosa – dijo Peter entrando, soltando las llaves en el recibidor y dirigiéndose hacia mí..

- Hola amor - me incorporé un poco y me sequé las lágrimas pero…

- ¿Qué tal tu… – se agachó para darme un beso y me vio los ojos algo rojos – eyy ¿por qué lloraste?

- Nada mis tonterías – respondí acurrucándome en el sofá. Él se sentó a mi lado mirándome de frente, antes de haber fijado la vista en la mesa ratonera y ver que estaba el portátil ahí.

- Princesa – dijo secándome con sus dedos alguna lágrima que volví a recorrer mi mejilla – tu familia no es ninguna tontería. ¿Hablaste con tu mamá por skype y por eso estás así?

- Sí hablé con mi madre  con Bea, porque Lucía esta con fiebre y estaba ya acostada – me miró con ojitos de preocupación.

- ¿Pero tu hermana está bien? – preguntó.

- Sí, pero estuvieron ayer en el campo de los abuelos de Euge con la familia mi padrino, mi tía y María y estuvo todo el día en la piscina y por la noche hizo algo de fresco allí y está medio con gripe – respondí.

- ¿Entonces? – me preguntó.

- Me puse a recordar que cada vez que Lucía se pone mala siempre terminábamos las dos juntas en mi cama – dije y me abracé a él.

 - Pequeña… los echas de menos ¿cierto? – yo solo asentí – mi amor te prometo que en cuanto tenga vacaciones vamos para allá a verlos – dijo él.

- Te amo – respondí y lo besé.

- Lali, a mi no me importa si quieres ir a verlos aunque yo no pueda ir con vos - contestó separándose del beso.

- No voy a ningún lado sin ti – respondí y me abalancé a él y terminamos los dos haciéndonos cosquillas en el sofá… como siempre hasta en los peores momentos lograba sacarme una sonrisa de la cara.

Fin del flashback

Otras veces era yo la encargada de recordarle a él que aunque no me gustara estar tan lejos de mis seres queridos, tampoco aguantaría estar lejos de él.

Flashback – 3ª semana en Buenos Aires

- Me doy una ducha rápida y vuelvo bombón – dejé un pico en sus labios y pero seguí serio. Agarré mi pijama y me metía en el baño.

No sé que le pasaba. Le habré preguntado como diez veces pero lo más que dice es “nada hermosa”. Y no hoy… lleva dos días así y me mata saber que está mal y que no me deje consolarlo. Me duché en 5 minutos, me sequé, me puse el pijama y salí al cuarto. Cuando llegué a la cama estaba tumbado boca arriba mirando al techo fijamente y con la mirada triste.

- BASTA PETER! – dije elevando un poco el tono de voz y sentándome a su lado. Se asustó un poco…. Como diría i madre “dio un respingo” en la cama, ni siquiera había notado que estaba su lado.

- Me vas a matar de un susto – respondió sentándose apoyándose en el respaldo de la cama.

- Obvio, si ni siquiera notaste que llevo un rato parada a tu lado…. Quiero que me digas que te pasa – dije acercándome a él.

- Nada, ya te dije – respondió y se inclinó para besarme pero corrí la cara.

- No, no lo vas arreglar con un beso ni un abrazo como hiciste todas las veces anteriores que te pregunté. Quiero que me digas que te pasa porque algo te ocurre, solo hay que verte… estas todo el tiempo ido, apenas sonríes… - dije más triste que enfadada.

- No te pongas así – dijo acariciando mi mejilla con su mano – lo que me pasa es que no me gusta verte como te pones cada vez que hablas con tu familia o cuando te acuerdas de ellos.

- Pero no puedo evitar extrañarlos… eso no es tu culpa, no te tienes que sentir mal Peter – ahora era yo la que acariciaba sus manos con las mías.

- Sí que es mi culpa – dijo – los abandonaste por mí y eso no lo puedo olvidar.

- Eyyy – dije sentándome a horcadas sobre él – yo no abandoné a mi familia por vos, simplemente viene a formar mi vida junto al hombre que amo, no abandoné a nadie. Ellos saben que estoy para lo que necesiten, al igual que yo sé que ellos están, en la distancia, pero nos tenemos.

- No sé Lali, te jugaste todo por mí, por nada…. no me parece justo – me respondió abrazándome y dejando su cabeza en mi cuello.

- Juan Pedro Lanzani – respondí agarrando sus pelos y tirando (suavemente) haciendo que me mire – me jugaría mi vida por ti, te amo y eso no lo va a cambiar nadie. Y te juro que como vuelvas a decir que nuestro amor es “jugarme por nada” te mato. – le dije, sonreí y lo besé.

Y esta vez terminamos amándonos bajos las sábanas de esa cama que una vez más era testigo del amor inmenso que nos teníamos.

Fin del flashback

Estaba en casa, eran las 8 de la noche y los chicos venían a cenar a casa…. Lo habíamos tomado por norma, cada viernes nos juntábamos en casa de alguno para cenar todos juntos y terminar jugando a algún juego de mesa, a la Wii, o con una simple charla.

- Mi amor – escuché que abrían la puerta y salí de la cocina.

- Hola lindo – respondí y lo besé.

- ¿Qué haces? – me preguntó yendo juntos para la cocina.

- Preparando la cena para esta noche… acabo de llegar de comprar las cosas. – dije abriendo las bolsas y sacando lo que había comprado.

- Así que hoy nos vas a hacer una rica tortilla de papas – dijo imitándome mi acento.

- Sí, no son como las que hace mi madre, pero algo es algo – respondí.

- Ok, decime que hago.

- Pues compre para que antes de cenar, comamos algunas tapitas – dije, sacando el queso, las aceitunas y demás.

- Lo que vendría a ser aquí una picadita ¿no? – respondió.

- Sí… dale Peter que son las 8  y tenemos que hacer la cena y prepararnos nosotros.

- Sí mi capitana - dijo entre risas – pero antes – dijo volteándome – un beso a su novio por favor.

Y cumpliendo su pedido le di un beso. Entre risas y más besos, por supuesto, terminamos de preparar la cena. Después me duché yo, y cuando salí entró Peter. A las 9:30 cuando Peter ya estaba terminando de preparar la mesa para todos y yo estaba terminando de vestirme, llegaron los chicos.

- Hola cuñadito – dijo Euge entrando en casa y saludó a Peter, así le decía últimamente “cuñadito”.

- Hola rubia – la saludó – hola Nico – y lo saludó a él también.

- ¿Y Lali? – preguntó Euge.

- Aquí en el cuarto - contesté gritando un poquito para que me oyera desde el salón.- Hola loquilla – la saludé cuando entró en la habitación.

- Hola guapetona – me saludó con dos besos -  ¿no llegaron los demás aún? – preguntó sentándose en los pues de la cama, y preguntaba por Gastón, Rochi, Cande, Vico, Mery y Meme.

- No, ustedes son los primeros en llegar – respondí mientras me levantaba de delante del tocador – listo, terminé – acaba de maquillarme un poco – vamos fuera.

- Y nos unimos a los chicos. Los demás no tardaron en llegar, y así un viernes más lo pasábamos entre risas, chistes y mimos con nuestras parejas. Pero lo más importante, todos juntos entre amigos.