Hola ¿qué tal? Aquí va el que seguramente va a ser el primer post de la semana y no el único, mínimo habrá otro más.pensaba subir más temprano pero tuve problemas con Internet. Pero ya se solucionó todo.
Espero que la nueva historia esté gustando, no hay muchos comentarios pero sí puedo ver que hay bastantes visitas y lectores así que aquí un nuevo capítulo. Gracias una semana más por leer y comentar, estando de alguna forma siempre presentes. =) Un beso, buena semana para todos y que disfrutéis todo lo que podáis y más.
CAPÍTULO
7
Salimos
del cuarto, le muestro a Peter los espacios de la casa que vamos a ocupar estos
dos días: salón-comedor-cocina, baño principal y mi estudio. Salimos de la casa
y pasamos por el hall de entrada de la casa principal para dirigirnos al jardín
trasero. Cuando llegamos a la puerta del jardín, no me da tiempo a abrir cuando
mi prima Rocío me ve a través del cristal y grita mi nombre.
-
¡Lali! – yo abro y ella viene a mí a abrazarse.
- Ro
– digo y la abrazo encantada – te echaba de menos.
- No
me vienes a ver Roma porque no quieres – me dice.
- Lo
mismo te digo yo – respondo y nos echamos a reír.
-
Rocío no acapares a la prima ¿te importa? – dice mi primo Anthony.
-
Ohhh Tony se pone celosito – se burla ella.
Abrazo
uno por uno a mis tíos y mis primos y sus hijos, que se van acercando.
-
Hola abuela – llego a ella y la saludo con un abrazo al que se une mi abuelo.
-
Hola cariño – me dice mi abuela dándome unos cuantos besos seguidos en el
cachete.
-
Carmen, déjala que la vas a dejar sorda – interviene mi abuelo.
- No
me importa, abuelo – digo yo y le hago a ambos lo que mi abuela ha hecho
conmigo.
-
¿Te parecerá bonito llegar y no venir directamente a saludarnos? – aparece mi
madre en el jardín.
-
Hola mamá, yo también tenía ganas de verte. Ha sido un viaje muy tranquilo
¿cómo estás tú? – respondo y todos los allí presentes reímos.
-
Muy bien, pero estaré mejor cuando me hayas saludado en condiciones – dice ella
y nos abrazamos.
Es
muy pesada y tiene actitudes que no van conmigo, pero es mi madre y no puedo no
quererla.
- ¿Y
papá? – pregunto.
- Aquí
estoy, mi vida. – escucho su voz entrando al jardín y corro a abrazarlo. Con mi
padre tengo una relación especial, sobre todo porque es mi cómplice en todo lo
que hago y siempre que quiero algo que sabe que lo hago porque de verdad deseo
hacerlo, me apoya.
-
Primita – dice Rocío – te estás olvidando de alguien – y me señala a Peter que
está en la puerta que comunica el jardín con uno de los salones.
-
Perdón – digo mirándolo a él disculpándome con la mirada.
- Es
la falta de costumbre – señala mi madre y aunque me revienta, tiene razón.
-
Annah hija, deja a la niña tranquila que acaba de llegar, por favor.
Rodeo
la mesa en la que están todos sentados y llego hasta Peter. Le doy la mano y
juntos nos acercamos a mi familia.
- Él
es Peter, mi pareja. Peter ellos son mi familia, son muchos pero creo que a la
mayoría sino a todos los conoces por fotos. Por favor, no lo atosiguéis.
-
Prima, que impresión se va a llevar el muchacho de nosotros – dice mi primo
John, el mayor de todos los primos.
-
Pues que somos demasiados – responde Rocío – yo soy Rocío, pero mis primos me
suelen decir Ro o Rochi. Mi abuela es mucho de llamarme Rosa, tu llámame como
quieras. – se levanta de donde está y le da dos besos a Peter.
-
Encantado – responde él sorprendido por la actitud de mi prima.
-
Ella es así, no te asustes, es muy dada a la gente – explico yo y nos reímos.
Nos
hacen hueco en la mesa y nos sentamos. Poco a poco se van presentando a Peter,
la hija mediana de mi primo John se ha sentado junto a él y no se separa… tiene
solo ocho años, pero el buen gusto es indiscutible. Hablamos de todo un poco,
mi madre me atosiga a preguntas sobre cómo va la academia de baile y me
recuerda que cuando yo quiera hay un puesto en la empresa para mí, pero yo le
respondo lo mismo de siempre: las cosas se hacen si se van a hacer bien, o al
menos intentarlo poniéndole ganas y entusiasmo, y dirigir la empresa no es algo
que me entusiasme ni por asomo.
- Yo
me tengo que ir yendo, tengo varios temas pendientes del trabajo. A la hora de
la comida vuelvo familia – se despide mi primo John de todos tirando besos, excepto
de sus hijos y su mujer a quienes se los da directamente.
Después
de irse John, de manera inexplicable mis primos y mis tíos se evaporan como el
agua en cuestión de segundos. Todos tienen cosas que hacer, y todos dicen que
volverán a la hora de la comida. Mis abuelos son los últimos en irse, no sin
antes decirle a mi madre que no se pase de la raya. Esa es la explicación de
que todos se vayan… seguramente ella se habrá encargado de advertir que en
cuanto yo apareciera por la puerta, la dejen hablar conmigo y con Peter, y
parece que todos son muy obedientes.
- Ya
estabas tardando – digo cuando todos se han ido y solo quedamos mis padres,
Peter y yo.
-
¿Qué? – pregunta mi madre haciéndose la desentendida.
-
Eso, que ya estabas tardando. Esta vez no puedes atosigarme con tus sermones de
que con casi treinta años que tengo esté sola, pero seguro que te has preparado
una batería de preguntas para hacerle a Peter ¿no? – digo sin darle tregua. La
conozco, es mi madre, y sé que cuanto ante le pare los pies mejor.
-
Lali – Peter dice mi nombre intentando frenarme y que no me ponga a la
defensiva antes de tiempo.
-
Hija, vamos a empezar bien por favor – interviene mi padre – no sabíamos que
tenías novio y no lo hubiéramos sabido si tu prima Rocío no nos hubiera
juntados a todos este fin de semana. Queremos saber y conocer a tu novio. ¿Está
mal preocuparnos por ti?
-
No, no está mal. Perdón – digo mientras Peter me aprieta la mano haciéndome
saber que está conmigo.
-
¿De dónde eres Peter? – pregunta mi madre, directamente.
- De
Andalucía, madre gaditana y padre onubense, pero me he criado en Cádiz. Aunque
me trasladé a Madrid desde los dieciocho años para estudiar.
- Yo
soy de Málaga – dice mi padre contento por esa noticia – toda mi familia,
bueno, casi toda, sigue allí.
-
Sí. Lali me lo ha contado y conozco a dos de sus sobrinos, Carla y Cristian que
trabajan con ella en la academia – contesta Peter haciendo migas y ganándose a
mi padre.
-
¿Qué has estudiado? – pregunta ella.
-
Arte.
-
Seguramente os habréis conocido por eso ¿no? Digo Lali tiene la academia y se
mueve mucho en ese mundo – interviene mi padre frenando a mi madre.
-
Más o menos, Nacho es mi amigo y compañero de carrera, trabaja con Lali en su
academia y también es su amigo, él nos presentó.
- Y
no mamá, no trabajamos juntos – me adelanté a su pregunta – Peter poco a poco
está intentando hacerse un hueco en el mundo de la actuación, pero no es fácil.
- Tu
podrías ayudarlo cariño – acota ella – seguro que conoces a mucha gente que
pueda echarle una mano.
- Y
lo intenté pero no quiere – respondo recordando una de nuestras conversaciones.
- Si
llego a conseguir un trabajo de actor, quiero que sea porque valgo y me lo
merezco. No porque mi novia me haya ayudado por ser quién es – responde él.
-
Eso dice mucho de ti – acepta mi madre – no todo el mundo escoge el camino más
largo y tedioso teniendo el camino más fácil tan al alcance de su mano.
- Es
que si acepto la ayuda de su hija, nunca sabré si me valoran por lo que soy y
por lo que hago o por ser “el novio de”.
- Te
entiendo y te repito, que dice mucho de ti.
- Y
¿estás trabajando ahora Peter? – pregunta mi padre.
-
Soy camarero en un bar de Madrid mientras me sigo formando y haciendo castings
para poder trabajar de lo mío.
- Y
a veces, cuando lo necesito, me echa una mano en la academia. Además de actuar,
también toca el piano y aunque no le gusta mucho hacerlo en público, canta muy
bien – mientras voy hablando me voy dando cuenta que les estoy vendiendo a mis
padres a Peter, una amigo que se está haciendo pasar por mi novio… ¿y si cae
bien en la familia? ¿y si todo se descubre y me echan en la cara que les haya
mentido?
-
Lali – escucho como mi padre me llama - ¿estás bien hija?
-
Sí, cansada nada más. ¿Os importa si vamos a acomodarnos y después seguimos
charlando? Además me gustaría descansar un poco y seguramente a Peter también,
hemos salido temprano de casa. – digo levantándome.
-
Claro que si cariño – dice mi madre – ¿le digo a Nana que os prepare algo de
tomar? ¿Qué os acomode las cosas?
- No
mamá, gracias. Después acomodamos nosotros las cosas. Tampoco traemos mucho
equipaje. En un rato nos vemos – digo agarrando a Peter de la mano y saliendo
para “nuestra” casa.
Cada
vez voy andando más ligera y escucho como Peter pronuncia mi nombre pero no le
hago caso, hasta que entro en la casa y cierro la puerta que las comunica.
-
Esto es un error, un gran error –digo de repente y me voy al cuarto.
-
Lali – lo escucho decir mientras va detrás de mí – Ya lo hemos hablado.
-
No, pero es que ahora es diferente. Estamos aquí y… ¿has visto lo bien que les
has caído a todos? Si es que hasta mi madre parece contenta contigo y eso que
no eres de familia importante, y eso a ella sí que le importa mucho.
- A
lo mejor le importa más verte con pareja, que cuestionarse de donde viene su
familia – bromea él pero no me contagia su humor.
- No
tiene gracia Peter – le digo y cada vez me pongo más nerviosa – les estoy
mintiendo ¿no lo ves? ¿Y si descubre que todo esto es un teatro? ¿Crees que me
van a perdonar que les haya mentido a todos? – comienzo a gritar y me empieza a
faltar el aire.
-
¡Ey! – la cara de Peter es un poema al ver mi estado de nervios – tranquila
Lali – me sienta en la cama y él a mi lado. Me pone mi mano en su pecho, para
que note sus latidos y él pone la mano en el mío para hacer lo mismo – Respira
conmigo, tranquila pequeña. Así es, poco a poco, lentamente, tranquila… - dice
cosas para tranquilizarme y lo consigue… al menos consigue que respire con
tranquilidad.
- No
puedo, te juro que no puedo. Los voy a decepcionar. No es justo que le cojan
cariño a una persona en dos días que no van a volver a ver.
-
Deja de preocuparte por los demás – me dice él – preocúpate por ti, por
disfrutar de tu familia estos días que vamos a estar aquí. No todas las
relaciones salen bien, y ya está. A mí en dos días no me van a tomar tanto
aprecio, y después de esto mantienes la historia unos dos meses más y se acabó.
– sigue hablándome para relajarme – Te dirán que es una pena, que o era muy
buen partido … - y empieza a bromear una vez más, característica única y propia
de él.
- Lo
siento. He entrado en pánico. Te juro que cuando he visto cómo te miraban mis
padres, he pensado en cómo se sentirían si se descubriese todo y me he sentido
fatal.
- No
van a descubrir nada – dice y se pone detrás de mí, comenzando a masajear mis
hombros – Lo de descansar ¿iba en serio? Porque a mí no me vendría nada mal y a
ti tampoco. Estás muy tensa.
-
Iba totalmente en serio. Así enfrentarme a todos al mismo tiempo, me ha agotado
un poco.
-
¿Te puedo decir una cosa? – me pregunta y asiento con mi cabeza y con los ojos
cerrados, relajándome con el masaje – Tu madre no me ha parecido tan mala como
la pintas.
- Es
muy estricta y en ocasiones, demasiado clasista. Ya te he dicho que me
sorprende que te haya tratado tan bien a pesar de que le hayas dicho de dónde
vienes y a qué te dedicas. Pero puedes que tengas razón.
-
¿En qué? – pregunta él.
- En
que está más interesada en que deje de ser la solterona de la familia que en
preocuparse del pedigrí de mi novio.
-
Epa!! Que no soy un perro – se queja en broma y me hace reír.
- No
pares por favor, sigue con el masaje – le pido al ver que ha dejado las manos
quietas para gastarme la broma.
- No
te acostumbres a lo bueno eh – dice, deja un beso en mi mejilla y continua el
masaje.
Estamos
unos cuantos minutos así, el relajándome y yo dejándome hacer, en silencio, no
hay necesidad de palabras, no hay silencios incómodos.
-
Mejor vamos a dejarlo porque me voy a quedar dormida – digo levantándome.
-
Pues duerme si es lo que necesitas – dice él, y se echa en la cama.
- No
me tientes.
- Si
te tiento, ven aquí anda – me llama a la cama y yo empiezo a dudar sobre cómo
voy a reaccionar a cada gesto cariñoso que él me hace.
-
Gracias – digo echándome junto a él.
-
Ponte bocabajo – me ordena.
-
¿Qué me vas a hacer? – pregunto mientras hago lo que me dice.
-
Terminar de relajarte – me responde.
Me
sube la camiseta y se sienta junto a mí apoyándose en el cabecero de la cama. Y
comienza a hacerme cosquillas.
- Me
voy a dormir en breve si sigues así.
- Ya
te he dicho que lo hagas, es lo que necesitas.
- Sí
me duermo, no deambules solo por la casa o mi madre te acatará a preguntas
nuevamente.
-
Deja de preocuparte por los demás, y eso me incluye a mí. Pero para tu
tranquilidad cuando te duermas, me acuesto yo también y dormiré un rato,
señorita.
-
Gracias por todo Pitt.
- No
me tienes nada que agradecer La.
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¿Más?
17 comentarios:
massssssssssssss los amooo .. me encanta pitt en esa nove ..
masssssss por fa hace maraton
masss esta buenisima
maraton maraton
Me encanta! Mas por favor (por cierto primera vz q comento q verguenza) yo tambien soy española
me encantaaaa la novelaaaaa buenisimaaaaaaaaaaaaa
Antes que nada....
y por enésima vez...
(que se lea a lo Mamma Mia la peli cuando presentan a las Dynamos jajajajajaja)
Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas Inmilla, que los cumplas feliz!!!!! :D Felices 21 amigucha!!! TE adoroooo y que podamos compartir muchos más ;)
ayyy estos dos cada día son más amorosos ♥ y Peter, va cayendo de a poquitos me parece jijijiji
pobre Lali, entro en pánico! Felizmente Peter supo manejar la situación ;)
ansiosa por más, amiga!!! besos y que empieces tu día con una sonrisa y dispuesta a vivirlo a pleno! te quierooooo
Más, más más jijijiji ahora sí... no te molesto más :P
Para mi Peter ya estaba más k enamorado.
Feliz cumple Inma!!!!.Gaditana hermosa!!!
Opino como Chari. Y me encanta
Pedigri?Jaja me mato si sonó como de perro. Me encanta espero el siguiente
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