Capítulo 38

HELLO!!!! Bueno después ayer de chantajear un poco a Cami de @caparatodos jajaja hicimos un trueque... yo ya cumplí subiendo este cap, ahora es tu turno =P

Y además no iba a ser capaz de dejaros así, no puedo ser mala jajajaja XD que disfrutéis del cap MUACKS! <3

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Capítulo 38

- Mi hermana, Ana… Chris recién llamó a mi casa, dijo que están en el hospital. Santino está por nacer – explicó sonriente.

- Felicidades mi amor – sonrió ya tranquilo Peter abrazándola – Dale, vamos a vestirnos y vamos para allá.

Lo más rápido que pudieron, se vistieron y sin recoger nada de la casa – no había tiempo para hacer la cama o limpiar las cosas del desayuno – se montaron en el coche de Peter dirigiéndose al hospital donde estaba Ana.

Cuarenta y cinco minutos después, tardaron tanto por el intenso tráfico, consiguieron llegar y aparcar. Ana estaba en el mismo hospital donde la habían atendido durante todo el embarazo, que era el mismo donde trabajaba Peter. Aparcaron y entraron, Peter dirigió a Lali directamente a la planta donde debían de tener a su hermana, y al salir del ascensor y ver a la familia de ella y a la de Christian allí, supo que Ana ya estaba en paritorio.

- Mamá – casi gritó Lali aligerando el paso hasta llegar a su madre.

- Lali cariño – dijo Majo abrazando a su hija.- mi nieto está por nacer.

- Sí – asintió Lali sonriendo y llorando sobre el hombro de su madre – Dani mi amor – la llamó Lali para abrazarla.

- Estoy nerviosa Lali – le confesó Lali en su abrazo y se separó de su hermana para aferrarse a sus manos – necesito que salgan ya de ahí para saber que nuestro sobrino nació bien y que no le pasó nada a Ana.

- Todo va salir bien hermosa, quédate tranquila – dijo Peter pasándole el brazo por el hombro y ella lo abrazó.

- Llevan mucho tiempo ahí Peter – Daniela expuso su motivo de preocupación.

- Es normal Dani… un parto puede durar horas. Todo va a salir bien – la tranquilizó Lali y se unió al abrazo con su hermana y su novio.

Esperando el mediodía se hizo presente, y Peter fue a por algo de beber para su mujer, su cuñada y su suegra. Cuando volvió, le entregó a Lali y a Majo una tila para cada una, y a Daniela un zumo.

- ¿Por qué no sale nadie? – preguntó la madre de Christian – llevan dos horas dentro.

- Tranquila mi amor – la abrazó el padre de Chris.

- Es cierto, por lo menos Chris podría salir – se quejó Daniela que era una manojo de nervios.

- Escucha Dani… una vez que entrás, no se puede salir porque entonces él ya no podría entrar de nuevo – le explicó Peter a ella y a la suegra de Ana - ¿te cuanto algo? – le dijo arrodillándose ante donde su cuñada estaba sentada – Cuando algo malo pasa, las puertas no paran de abrirse y cerrarse porque las enfermeras y los enfermeros tienen que estar buscando cosas.

- Entonces, que nadie diga nada ¿es bueno? – preguntó.

- Al menos no es malo – le respondió con una sonrisa y giñándole el ojo. Buscó a Lali - ¿En qué pensas? – le preguntó parándose frente a ella, la lado de la puerta.

- En que quiero conocerlo ya, y ver a mi hermana. Yo también estoy empezando a ponerme nerviosa – le confesó Lali.

- Pero no podes ponerte nerviosa, a esta personita que nace dentro de vos no le gusta que su mami esté nerviosa – le dijo él tierno acariciando su panza para relajarla – Todo va a salir bien, te lo prometo.

- Y vos siempre cumplis tus promesas – respondió ella sonriente mientras se apoyaba en su pecho y lo rodeaba con sus brazos.

- Obvio. Soy un hombre de palabra – y consiguió lo que buscaba, que Lali riera y se tranquilizara.

Unos minutos más tardes la puerta se abrió y salió Christian.

- Soy papá – exclamó feliz y su madre no tardó en abrazarlo, al igual que su padre y su hermana para felicitarlo.

- Por fin saliste nene – le regañó Daniela al abrazarlo – estaba muerta de los nervios.

- Me tomaré eso como una felicitación enana – le dijo el sonriente – además no es mía la culpa, era tu sobrino que no se decidía en salir – bromeó.

- Felicidades cariño – dijo Majo abrazándolo y cuando Chris la miró vio la pregunta que había en su mirada.

- Ana está perfectamente Majo – respondió acariciándole la mejilla – ella y Santino están perfectos.

La enfermera salió y dijo que en unos minutos pasaban a Ana a la habitación 376. Así que fuimos a la cafetería a esperar que nos avisaran de eso. Unos quince minutos más tarde, Christian llamó a Lali al móvil para avisar que Ana ya estaba en el cuarto y todos subieron.

- No pueden pasar más de dos personas por vez– advirtió el doctor y todos asintieron.

Después de que las abuelas se “pelearan” por dejar paso a la otra para que conocieran a Santino, decidieron  que primero pasarían los padres de Chris, seguidos de Majo y Daniela, después su hermana y su cuñado y ya por último la madrina del pequeño y hermana de la nueva madre lo conocería junto con Peter.

Todos fueron pasando y estuvieron un rato dentro. Cuando Majo y Daniela salieron lo hicieron con una sonrisa en la cara y no paraban de elogiar a su nieto y sobrino, respectivamente.

- Hola – saludó Lali hablando casi en un susurro para no despertar a su sobrino.

- Hola Lali – saludó feliz Ana.

- Podes hablar más alto cuñadita, se despertó cuando entró mi hermana – le sonrió Chris.

- Pero que lindo es por favor – dijo emocionada Lali al asomarse a la pequeña cuna.

- Sí es hermoso chicos, felicidades – les dijo Peter.

- Felicidades recién estrenada mamá – abrazó Lali con cuidado a su hermana.

- Gracias – le sonrió - ¿No lo querés cargar Lali? – le propuso Ana.

- Está tranquilito mejor lo dejo ahí – contestó ella rápidamente.

- Le tengo que dar el pecho, podes cargarlo tenerlo un momentito y pasármelo – le comentó su hermana.

Lali aceptó la idea de su hermana y con cuidado acurrucó a su sobrino entre sus brazos.

- Hola mi amor – le dijo teniéndole en brazos.

- Es increíble – dijo Peter poniéndose detrás de Lali y observando a Santino.

- Dentro de unos meses son ustedes los que van a estar así – le dijo Chris.

- Si, y este pequeñajo va a tener con quien jugar – dijo Lali con voz tierna acariciando la mejilla de su ahijado.

- Sí, van a ser dos para hacer desastre – protestó Christian riendo.

- No, van a ser muy buenos ¿o no preciosidad? -  a Lali se quedaba embobada con el bebé y Peter se quedó embobados viéndolos a los dos.

- Están los tres para una foto – le dijo Ana y Peter y Lali se miraron y se dieron un pico.

- Apa se puso celoso – habló Christian cuando Santino empezó a llorisquear -creo que su madrina no la quiere compartir.

- Tarado – le sacó Lali la lengua – mejor este bebote hermoso se va con su mami para que le de comer – Lali se lo pasó cuidadosamente a Ana.

- Permiso – dijo el médico entrando en el cuarto – veo que el campeón ya está por comer – Ana se estaba quitando la bata para darle el pecho.

- Sí, ya empezó a quejarse pidiendo de mamar – dijo Ana.

- Perfecto, entonces vamos a dejar a los papás solos con el pequeño para que Santi esté más relajado y no tenga distracciones, así seguro agarra antes el pezón – le dijo el doctor, disimuladamente “echando” del cuarto a Lali y Peter.

Un rato pasaron en el hospital, y cuando pudieron volver a pasar, tanto Ana como el bebé dormían. Se despidieron de Chris y Lali le dijo que a la tarde noche se pasaría por allí.

- Lali cariño, nosotras también nos vamos – le dijo Majo yendo con ellos hacia la salida después de haberse despedido de su yerno.

- Vamos a ir con mamá a comprarle algo a Santino para cuando salgan – dijo Daniela.

- Son imparables ustedes eh – dijo Lali riendo y abrazada a Peter – ana ya tiene preparado el conjuntito que le quiere poner el día que salgan.

- ¿Cuál? – preguntó Daniela.

- El mismo que llevamos nosotras tres – contestó ella.

- Pero si llevo un mes buscándolo en casa y no lo encontraba – dijo Majo asombrada – Además estaba ya algo estropeado y antiguo.

- Eso es porque Any y yo lo encontramos y ella lo llevó a arreglar – dijo Lali sonriendo – ella quería darte esa sorpresa… sabemos lo que significa ese conjunto.

- Ese lo hizo tu abuela a mano para ella y después lo utilizaron ustedes dos también – contó Majo a Dani, algo emocionada.

- Bueno, igual podemos ir a pasear no ¿mamá? – le dijo Daniela.

- Está bien mi amor, pero mejor después de comer, sino después se nos hace tarde.

- Nosotros vamos para casa de mis padres a comer con ellos dos, ¿por qué no se vienen? – les propuso Peter ya en la puerta del coche.

- Sí – aceptó encantada Daniela.

- Claudia nos va a matar cualquier día, no dejamos de darle la vara – dijo Majo.

- Sabes que ella encantada de que vos vayas Majo.

Se montaron en el coche y llegaron a casa de los padres de Peter. Pusieron la mesa y antes de sentarse a comer, abrieron la puerta al invitado que esperaban.

- Carlos – lo saludó Juan con un gran abrazo.

Pasaron al salón e hizo las presentaciones pertinentes. Carlos era una amigo de toda la vida de Juan, era como un hermano para él.

- Bueno, Lali y yo queremos decirles algo – dijo Peter mirando a su novia y ella asintió para que él lo contara – decidimos irnos a vivir juntos.

- Ya tengo el cuarto para mí sola – bromeó Daniela – mentiraa, te voy a extrañar pero me van a tener todos los días en su casa que lo sepan – se levantó para abrazarla.

- Cuando vos quieras enana, la habitación de invitados está para vos – le dijo Peter.

- ¿No era que esa habitación era mía antes que de nadie? – se quejó Yeyo – aunque no me opongo a compartirla – sonrió.

Después de las felicitaciones por dar ese paso, pasaron una tarde escuchando las “batallitas”, anécdotas que Carlos y Juan contaban sobre su infancia.