Capítulo 37

Buenas buenas!!! El cap lo dejo programado, así que espero que se suba bien =) que lo disfrutéis... y Vale, sí Lali es terca muy terca pero yo no soy tan mala jajaja (solo un poquito =P ) Que disfrutéis MUACKS! <3

PD: intentaré avisar por twitter sobre la hora que se debe subir el cap =)

TWITTER: @Inma_06

Capítulo 37

- ¿Y qué vas hacer? – le preguntó Euge.

- No sé – contestó Lali encogiéndose de hombros.

- Amiga entendelo, está preocupado por vos – defendió Cande a Peter.

- Pero le está pidiendo que deje su trabajo – añadió Mery.

- Tal y como lo decis parece que mi hermano es un egoísta que no la deja hacer su vida – se quejó Rochi.

Habían decidido pasar ese sábado juntas, de compras y comiendo en la calle.

- Yo sé que me quiere cuidar Rochi, en ningún momento dije que sea un egoísta. Pero no sé, si bien lo que estudié fue psicología, el salir a la calle, estar metida en una investigación, me proporciona una adrenalina, una sensación… inexplicable.

Pasaron la tarde juntas, y después cada una se fue con su pareja, menos Rochi y Lali que se fueron al departamento de la primera a esperar allí a sus novios: cenarían los cuatro juntos en casa de la rubia.

- Lali, mi hermano estuvo muy mal cuando te vio entrar en el hospital después del accidente. Cuando mi padre nos lo contó, yo no podía creerlo. No me podía imaginar a Peter tan fuera de sí, como para llegar a acusar a tu compañero de no haberte cuidado – le dijo Rochi y Lali asintió, reconociendo la capacidad de autocontrol de Peter – Sí a vos o a mi sobrino les llega a pasar algo, Peter no podría vivir, se quedaría muerto en vida.

- Ro, no me digas así, me pone mal. Yo no quiero hacerle daño a tu hermano, lo amo.

- Lo sé, pensá que lo que te pide Peter no es tan malo. Seguís siendo psicóloga pero nada más. ¿De verdad crees que vas a poder salir algún operativo después de haber conocido a tu hijo o hija? ¿Qué pasa si te disparan de vuelta? ¿Qué pasa si eso sucede y no lo cuentas? ¿Vas a dejar a mi sobrino sin madre?

- Pará – le pidió Lali con los ojos brillantes – quizás tengas razón – admitió poniendo sus manos sobre su vientre – jamás me perdonaría dejarlo solo, ni a él ni a Peter.

Un rato pasó, y los chicos llegaron con comida. Un poco de comida italiana disfrutaron esa noche los cuatros juntos en casa de Rochi entre risas y charlas, sobre todo, del nuevo miembro de la familia. Cuando se hizo tarde, Lali y Peter se despidieron de los rubios y se fueron al departamento de él. Después de haberse puesto los pijamas, se metieron en la cama y se abrazaron, hasta que Lali de pronto se sentó en la cama con las piernas cruzadas y Peter la miró.

- ¿Qué pasa? – le preguntó.

- Estuve pensando en lo que me dijiste del trabajo… y creo que es lo mejor – aceptó ella con un deje de tristeza – Después de charlar con las chicas, pero sobre todo con tu hermana me di cuenta de algo – Peter se sentó igual que ella y achinó los ojos, gesto que Lali tomó como una petición de que continuara – No podría ser capaz de salir a la calle a cualquier operativo o investigación, sabiendo que puedo salir lastimada. No me perdonaría dejarlos solos – dijo Lali con las lágrimas saltadas.

- Mi amor no llores, no quería tampoco que te pusieras así – le pidió Peter abrazándola.

- Hoy lloro por todo – se quejó Lali cual niña caprichosa – Estuve averiguando y es normal durante los tres primeros meses que me pasen cosas así, mi cuerpo está aceptando el cambio hormonal

- Sí, es normal tu sensibilidad agudizada – dijo el sonriendo y recibió un porrazo en el brazo por parte de ella – Te amo, y muchísimas gracias por hacer lo que vas hacer por nosotros. Sé que te cuesta renunciar a esa parte de tu trabajo. Gracias.

- Esa parte de mi trabajo no es ni la milésima parte de importante con lo son vos y nuestro niño.

- Veni acá – Peter se volvió a acostar y atrajo a Lali hacia él – te amo – dijo levantando un poco su cara y besarla en la boca.

- Yo también.

Un silencio protagonizó ese momento de ambos en la cama abrazados y acurrucados, hasta que Peter habló.

- Lali – la llamó y ella apoyó su barbilla en su pecho para mirarlo - ¿Te queres venir a vivir conmigo?

- ¿Qué? – preguntó Lali sin poder creerlo.

- Tarde o temprano tenemos que hacerlo, y cuanto antes mejor porque quiero ver esa pancita crecer día a día – dijo y ella sonrió – No hay cosa que más me gustaría en el mundo que sea el tuyo el último rostro que vea en el día, y el primero al abrir los ojos – y ella volvió a emocionarse – tu sensibilidad extrema se hizo presente de nuevo – y él rio.

- No tonto es tu culpa – se quejó ella – me decis estas cosas tan lindas, sumado a como estoy hoy pues… y por supuesto que me quiero venir a vivir con vos – y ambos sonrieron – Te amo Pitt.

- Te amo La, te amo más que a mi vida. Gracias por todo lo que me diste, me das y me vas a dar – dijo él y la besó.

Después de unos besos más ambos se quedaron dormidos. A la mañana siguiente, Peter y vio que Lali dormía complacidamente. Dejó un beso en su hombro derecho – ella dormía bocabajo – y se levantó. Pasó por el baño y después se fue a la cocina a preparar un desayuno bien completo.

No pasaron más de diez minutos cuando Lali se despertó y al no ver a Peter en la cama decidió ir a buscarlo. Llegó a la cocina y lo vio de espaldas, preparando el desayuno. Él solo llevaba el pantalón largo de pijama y no pudo evitar al ver su espalda desnuda, acercarse a él y abrazarlo desde atrás, intentando – aunque no con mucho éxito – rodearlo con sus brazos.

- Que lindo que sos por Dios – dijo ella al abrazarlo y dejó un beso en su espalda y supo que Peter sonrió - ¿Me estás preparando el desayuno?

- Por supuesto – respondió él poniendo sus manos, sobre las de Lali que descasaban en su pecho – para vos y mi hijo – afirmó él y después de besar sus manos se giró para enfrentarla – Buen día hermosa

- Buen día hermoso – respondió ella sonriente y lo besó – Pues le informo doctor, que su hijo y yo estamos muy hambrientos.

- Entonces señorita acomódese en el sillón que enseguida le sirvo – canchereó un poco Peter dándole un beso y cuando Lali se giró para ir al sofá, él le dio una palmada en el culo a lo que ella respondió con un saltito y una risa.

Estaban sentados juntos en el sofá desayunando.

- ¿Querés? – preguntó Peter ofreciéndole una cucharita con mermelada, ella asintió y él en vez de dársela le manchó la nariz.

- ¿Qué haces nene? – preguntó “enfadada” – con la comida no se juega – y se limpió – No te lo enseñaron en tu casa ¿no? – preguntó y con la servilleta que se había limpiado se la pasó por la cara.

- No, no me lo enseñaron – contestó riendo – y parece que a vos tampoco – cogió una servilleta pero ella lo frenó.

- Se me ocurre otra mejor forma de limpiar eso – dijo con picardía. Se acercó a él lentamente, se subió sobre su regazo pasando las piernas una a cada lado de Peter.

- ¿A sí, cuál? – preguntó haciéndose el desentendido.

- Puedo probar así – y ella con un beso, sorbió la mejilla para quitarle un resto de mermelada – o esta – y lamió la comisura de los labios de su novio para quitar más de esa sustancia pringosa – en vos está más rica que en la tostada – afirmó mirándolo a los ojos.

- En vos entonces tiene que estar exquisita – respondió y su tono de voz delató algo de excitación.

- Cuando vos quieras probamos – le propuso ella mordiéndose el labio inferior y no aguantó las ganas de besarle.

Un beso que los fue excitando cada vez más, hasta que sonó el teléfono.

- Lali, déjame atender – decía mientras ella continuaba el beso.

- Vos atende, yo no voy a molestar – volvió a sonreír pícara y mientras Peter alargó el brazo para atender el teléfono ella comenzó a besarle por el cuello.

- ¿Quién? Hola hermosa – en ese momento Lali paró lo que hacía y lo miró celosa – Sí te la paso – le sonrió al ver sus celos en los ojos – tu hermana Daniela.

- Idiota – Lali lo insultó y le quitó el teléfono – Hola Dani. ¿Qué? – se levantó inmediatamente de Peter – Vamos para allá, ¿ustedes están ya alli? Ok, vamos.

Lali dejó el teléfono inalámbrico en la base y se volteó con los ojos llorosos hacia Peter.

- ¿Mi amor que pasa? – se levantó él parándose frente a ella.