miércoles, 2 de marzo de 2016

Capítulo 70 - ¡Ni que fuera verdad!

HOLA!!!! ¿Cómo ha empezado la semana? Aquí empieza la recta final de esta histora. Gracias por estar leyéndola.





CAPÍTULO 70

Estoy dormida pero escucho el timbre sonar. Miro el reloj y las gemelas hace cuestión de dos horas que se han dormido tras su última toma. Hago el intento de ignorar el timbre, pero escucho cómo la puerta se abre y las voces que van entrando las voy diferenciando. Peter se remueve en la cama pero sigue durmiendo, yo busco mi pijama medio dormida aun y me lo pongo. Me recojo el pelo en un intento de moño y salgo bostezando al salón para encontrarme con Sonia, Julia y la culpable de que estén dentro, mi amiga Euge.

- Eugenia te prometo que te voy a quitar las llaves aunque no sea mucho más el tiempo que voy a vivir aquí.

- Buenos días malhumorada – me saluda ella riendo y tocando su panza – lo siento pero bajaba de tender ropa cuando me he cruzado con las chicas en mi piso. Manuela está muy revoltosa hoy y no me deja dormir. Así que si no duerme la madre, no duerme la madrina, por consideración.

- No te creas que he dormido mucho.

- ¿Las gemelas han pasado mala noche? – pregunta Sonia.

- No, se han portado muy bien.

- Así que la noche te la ha dado el padre en cuestión ¿eh? – pregunta Julia riendo – que fuerte madre mía, hasta con las niñas aquí guarreáis.

- Mira bonita, que me las dejaste para hacer lo mismo – le aclaro y ambas ríen para después besarse – Espero que hayáis tenido la decencia de traerme un buen desayuno ya que me habéis despertado a las nueve y media de la mañana de mi día libre.

- Aquí os traemos croissants recién hechos, churros y un buen chocolate caliente también recién hecho.

- Yo me voy a preparar una infusión – dice  Euge – estoy muy revuelta y aunque me muero por un churro con chocolate mi niña me parece que no quiere.

- Tú lo que quieres es otro churro – dice Sonia sin pelos en la lengua y todas reímos.

- Pues también. Pero Nacho se ha empeñado que no me toca ni un pelo hasta que vayamos a la próxima revisión y hable con la doctora.

- ¿Has vuelto a sangrar? – le pregunto preocupada tocando su barriga ya de seis meses y medio.

- ¿Sangrar? – preguntan las chicas preocupadas.

- Es que la semana pasada estuvimos juntos y al día siguiente me levanté sangrando, prácticamente era mínimo el sangrado. Pero ambos nos asustamos. Me obligó a ir al médico y me dijeron que hiciera un poco de reposo, así que casi no me deja salir de casa y de besos y caricias no pasa. Me tiene a dos velas hasta primero de año que tengo la siguiente revisión.

- Pues cielo, tirar de inventiva e imaginación.

- No quiere tía, es muy frustrante porque a veces pienso que no quiere estar conmigo y esto solo es una excusa.

- No digas tonterías chiquilla, si se ve que esta coladito por tus huesos.

- Ya lo sé, después se me pasa la paranoia. Él me ve seria y molesta, le digo cómo me siento, me come la oreja un poquito con unos cuantos besos y ya me tiene otra vez donde él quiera.

- Son las hormonas hija, que aquí la amiga chico embarazo me dio. Menos mal que mis niñas decidieron salir antes de tiempo sino hubiera sido mi peor calvario. – dice Julia.

- Eres una exagerada de cuidado vamos, que fuerte me parece lo tuyo – protesta Sonia. Julia ríe y la busca para besarla y acariciarla.

- Ves, eso hace Nacho conmigo, igualito. Y no me puedo resistir.

- Ahora en serio Euge, es mejor que te cuides pero de verdad proponle otras cosas. Hay muchas formas de tener placer sin necesidad de que él te penetre. Si quiere te doy unas cuantas clases – dice Sonia y Julia ríe por la poca vergüenza de su mujer.

- Espero que eso que he escuchado sea una pesadilla – dice Peter apareciendo sin camiseta solo con los pantalones, en el salón.

- A ti también te puedo dar unas clases para que satisfagas a tu novia.

- ¿Te has quejado de mí? – pregunta él indignado.

- Para nada, ellas dan consejos así porque quieren – digo riendo y tiro de él para sentarlo junto a mí y besarlo – yo estoy muy bien atendida Sonia, te lo aseguro.

- ¿Os importaría no dar envidia? Gracias – agrega Euge y todos reímos.

Desayunamos todos juntos, hasta que las gemelas se despiertan pidiendo su propio desayuno. Julia se encarga de Lucila mientras Sonia anima a Euge a que se anima a practicar con Eva, y ésta acepta encantada. Peter y yo mientras recogemos las cosas del desayuno, entre besos, caricias y palmadas en el culo.

Estoy en la cocina regando cuando suena el móvil y Peter me lo acerca sin atender cuando ve que es mi madre con número de España. Me seco las manos y lo cojo.

- Buenos días mamá.

- Hola Mariana, buenos días.

- Estás en España por lo que puedo ver.

- Sí, he solucionado el problema que hemos tenido en el hotel de Londres y he venido a coordinar unas cuantas cosas en los que tenemos aquí. Me gustaría verte, he hablado con tu padre y…

- Y sí, me lo ha contado todo. Así que puedes ahorrarte ese mal trago.

- No quiero que me odies.

- No te odio, al fin y al cabo eres mi madre. Si estáis mejor divorciados, lo prefiero así, ya no soy ninguna niña por la que tenéis que aparentar nada.

- Me alegro que pienses así. A mí me duele mucho de verdad terminar con tu padre, lo quiero mucho.

- Pero no lo suficiente como para respetarlo…

- Mariana me has dicho…

- Te he dicho que no te odio mamá; no te he dicho que me parezca bien que hayas vuelto a engañar a papá.

- ¿Te ha contado él que también está con una mujerzuela?

- Ups, doña correcta se está desinhibiendo con el lenguaje. Y sí, lo sé. Y lo que le tenía que decir ya se lo he dicho.

- Me gustaría verte, necesito hablar contigo.

- Perfecto. Hoy tengo el día libre así que tú dirás.

- Al mediodía tengo un hueco de una hora, ¿te veo en la cafetería del hotel?

- Perfecto, allí nos vemos.

- De acuerdo, adiós hija. Te quiero.

- Adiós mamá, yo también – respondo sorprendida de ese gesto de cariño hacia a mí. – Sí que la afectado todo esto, me ha dicho que me quiere.

- Quizás este golpe le ha hecho darse cuenta que no ha sido justa contigo – dice Peter abrazándome – me gustaría acompañarte, pero tengo turno de tarde cielo, de doce a ocho.

- No te preocupes, además seguro que antes quieres ver a tus padres – le digo y el asiente – pues manos a la obra porque se nos hace tarde a los dos.

- Yo creo que nos da tiempo de echar a las tres marías que tenemos en el salón y disfrutar de una ducha juntos.

- ¿Sonia te ha dado algún consejo al final y no me he enterado?

- No me hacen falta consejos de nadie para hacerte llegar al séptimo cielo. – presume y yo me río para después fundirme en un beso con él.

Nos despedimos de nuestras amigas, y tal y cómo había dicho, nos metemos en el baño y me hace disfrutar al máximo con solo sus manos y su lengua. Después nos duchamos, nos vestimos. Él se va a su casa y yo me quedo terminando de arreglarme cuando vuelve a sonar mi móvil con un número que no conozco.

- ¿Diga? – pregunto.

- Hello honey – escucho la voz de Óscar al otro lado – no me cuelgues.

- No te quiero escuchar.

- Creo que sí, que te va a interesar. Te llamo para decirte que te va a llegar un correo con una información que te va a impactar… sobre tu madre. Tengo entendido que has quedado con ella.

- ¿Cómo coño lo sabes? Óscar te juro que cómo me vuelvas a llamar, escribir.. ponerte en contacto conmigo te denuncio.

- No te preocupes, ya vas a venir a mí por ti misma.

Sin más le cuelgo. No quiero escuchar ninguna estupidez más. Escucho como al móvil me llega el correo pero no sé si abrirlo. Si tiene alguna foto de mi madre y su padre puede filtrarla a la prensa y eso a mi madre la mataría, me preocupa. Busco la tablet y la enciendo, abro la aplicación y busco el correo que me ha mandado. Pico sobre él y aparece una carpeta para descargar. Lo hago y cuando se abre hay fotos de Óscar y mi madre en una cafetería, charlando. Hay capturas de conversaciones por correo y por móvil donde él le cuenta que me ha visto, ha estado conmigo y que el fotógrafo que habían contratado ha sacado muy buenas fotos. Mi madre le pide que se asegure de alejar a Peter de mi lado y en ese momento siendo cómo casi se me para el corazón.

Mi madre ha sido cómplice de Óscar en todos sus acercamientos de él hacia mí. Lo que no entiendo es por qué ahora me manda todo esto. No sé si quiere solo quiere hacerme daño, o quizás haya descubierto lo de su padre con la mía y quiera joder a mi madre por venganza. No entiendo nada.

En la carpeta también hay audios. Los abro y escucho como barajan diferentes planes para intentar separarme de Peter y que vuelva con él a Irlanda. En el último mi madre le dice que le ha fallado y él le grita que es una zorra, después se corta la comunicación.


No doy crédito a lo sucedido, necesito escuchar de los labios de mi madre que no es cierto. Me enjuago la cara, termino de arreglarme, cojo mi bolso y salgo de casa dispuesta a pedir explicaciones a esa persona que debe quererte incondicionalmente y buscar tu felicidad, no poner la zancadilla cada dos por tres.

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