Capítulo 88

GRACIAS por estar y aguantar, porque de nuevo tuve que subir tarde paso muy rápido para dejarles el cap.

GRACIAS A quienes leen y tambiñen muchas gracias a quienes firman, porque me dan ganas de seguir escribiendo =) pasen por el blog de Abril www.tusnovelalitter.blogspot.com

GRACIAS!!!! nos leemos, intentaré que mañana  y más temprano.

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Capítulo 88

- Feliz cumple hermosa – Nico abrazó a Alma y ella sonrió.

- Hola Lali – saludó Egue entrando en la casa con su hijo en su coche, su hijo de siete días.

- Hola amiga – y le dio un beso - ¿y esta hermosura? – preguntó asomándose al coche.

- Recién se durmió. Después de la teta se queda planchado.

- Normal, te acostumbras a que los primeros meses solo coman, duerman y lloren – le aseguró Lali pasando con ella al salón.

- Hola Almita, feliz cumple – y ahora Euge fue quién la acogió en sus brazos.

- Decí gracias mi amor – le pidió a su hija Lali.

- Asia – respondió ella y comenzó a moverse para que su tía la dejara en el suelo.

- ¿Desayunaron? – preguntó Lali desde la puerta de la cocina.

- Si me ofreces un café no te digo que no – respondió Nicolás sentándose en el sofá.

- ¿Vos Euge, que tomás?

- Un vaso de leche amiga, ando un poco dolorida del estómago y no quiero cargarlo mucho.

Lali lo preparó todo y llegó al salón con las tazas y unos dulces que Peter solía comprar cuando volvía a casa después de trabajar por la ncohe.

- Es que tu cuerpo aún se está acostumbrando a la nueva etapa, mi vida. – le recordó Lali.

- Sí, lo sé. Además, a Axel le costó prenderse a la teta y hasta hace dos días lo pasé fatal – contó Euge aferrando el vaso de leche caliente entre sus manos.

- ¿Pero ya bien no?

- Sí, ya rebien – respondió Euge.

- Tanto, que a veces no quiere ni soltarse – bromeó Nicolás abrazando de costado a su mujer.

- ¿Cómo por acá tan temprano? – les preguntó Lali.

- Porque tu queridísimo amigo se empezñó en venir antes a ver a la cumpleañera. Le insistí en que no porque íbamos a molestar, sé que Pitt estuvo de noche laburando, pero ya lo conoces.

- Sí,  cambezota a más no poder – agregó Lali y ambas mujeres rieron.

- No es justo, me ganan en número – se quejó Nicolás – Axel hijo – le hablaba mirando al coche, aunque el pequeño aun dormía – tenes que crecer para ayudarme con tu mamá y tu tía la petiza.

- Tarado – se quejó Lali lanzándole una servilleta que tenía a mano.

- La verdad duele eh – bromeó él y los tres rieron.

Desayunaron tranquilos. Lali esperó a que Alma pidiera su desayuno, y le dio una macedonia de frutas. Cuando terminó, Nico se quedó con ella mientras Euge ayudaba a Lali a recoger un poco la casa antes de irse, y a preparar las cosas que tenían que llevarse.

- ¿Todo listo no? – preguntó Euge cuando colocaban los bolsos de Alma sobre la mesa del salón.

- Sí. Me voy a duchar y de paso despierto a Pitt para que se vaya espabilando.

- Dale, yo voy cambiando a la gordita – dijo Euge.

- Ya estoy despierto mi amor – dijo Peter bajando los últimos escalones – desayuno algo rápido y me ducho ¿sí?

- Perfecto – dijo Lali y lo besó – buen día, mi amor. ¿Descansaste algo?

- Buen día hermosa – y repitió el beso – sí, estas tres horitas me sirvieron bastante – acotó Peter – dale, anda a bañarte, ahora te busco.

- Hay menores en frente Juan Pedro – le recordó Nicolás.

- ¿Y? El amor siempre es motivo de celebración – se justificó el agredido - ¿dónde está el ahijado más hermoso del mundo?

Mientras Peter se tomó un rápido desayuno, Lali hizo su cama y se metió en la ducha después de dejar preparada sobre su colchón el conjunto elegido para el cumpleaños de su hija.

- Estás tan, pero tan hermosa con esa panza y en cueros que me encantaría poder hacerte el amor ahora mismo – dijo Peter aferrándola contra él. Lali estaba mojada de la ducha y a él solo lo cubría sus calzoncillos.

- Pero no podemos – le recordó Lali – tenemos que irnos, en breve pasan los chicos para irnos mi amor.

- Sí lo sé – refunfuñó él – todo sea para poder pasar el primer cumpleaños de nuestra hija junto a toda la familia.

- Por ella, siempre – y Lali lo besó. Pasó por su lado y le dio un manotazo en el culo – dale, bañate.

- Lalita cualquier día te quemas – dijo él deshaciéndose de la única prenda que había en su cuerpo.

- Ya me quemé muuuchas veces – respondió ella cubriéndose con un albornoz – y en dos ocasiones me dejaron huella, la primera cumple un año, y la segunda casi seis meses – agregó antes de lanzarle un beso directo de sus labios y cerrar la puerta del baño para quedar en su dormitorio y vestirse.

Peter no tardó mucho en salir del baño. Se vistió y cuando estuvo listo, comenzaron a preparar los coches para salir en cuanto el resto de amigos llegaran. Diez minutos más tardes, todo estaban saliendo de casa de Lali y Peter hacia la quinta donde se celebraría el día.

- Feliz cumpleaños mi amor – gritó Daniela cuando Lali bajó a Alma del coche.

- INA – gritó la pequeña echándole los brazos a su madrina y tía pequeña.

Por supuesto que los brazos de Daniela fueron los primeros en cargarla pero no los últimos, porque de toda persona que estaba allí presente Alma recibió felicitación, abrazos y demasiados besos. Cuando llegaron, todo estaba dispuesto para que comenzaran el almuerzo y le cantaran por primera vez el “Feliz cumpleaños” a la pequeña. No entendía que pasaba mucho, pero ella estaba feliz de ser el centro de atención, aunque nadie dejó de lado ni a Santino, que estaba más que feliz celebrando el cumpleaños de su prima,; y tampoco se olvidaron del recién nacido, aunque al ser tan pequeño lo dejaron descansar en su coche y sobre los brazos de sus padres, aunque también el padrino se dio el lujo de poder disfrutarlo un rato.

Después de comer, entre todos retiraron las cosas y recogieron. Descansaron un rato – sobre todo los pequeños – y comenzaron a ultimar detalles para la celebración. Cuando la tarde se acercó, los invitados comenzaron a llegar. Daniela y Rochi se había encargado de organizar juegos y actividades para los más pequeños, pero también para los más grandes. Los más pequeños disfrutaban en castillos hinchables y piscinas de bolas, y es que había que agradecer que el tiempo decidió acompañarles y el sol no se ocultó en un solo momento.

Para los más grandes había muchos juegos para disfrutar, pero sobre todo uno que a Lali le encantó “el panel pintor”. Un mural blanco en el que por parejas, fueras cuales fueran, tenían que lanzar globos de pinturas y rellenar los dibujos y siluetas que se iban alternando en el mural de tela blanca.

Más tarde llegó la hora de la tarta y los regalos, y de nuevo Alma volvió a ser el centro de atención. Al principio estaba cohibida al ver a tanta gente, pero al escuchar la música y ver los flashes hacia ella, se dejó de preocupar: al parecer, la pequeña le gustaba tanto el moverse y disfrutar de una foto como a sus tías, Daniela y Rocío.

 Cuando la noche fue cayendo, cenaron todos juntos. Después durmieron a los más pequeños y los grandes disfrutaron de la velada. Cuando se casaban, algunos se iban porque vivían cerca y otros se iban repartiendo por los distintos lugares de la casa, acondicionados para pasar allí la noche bastante más personas de las que parecía posible.

- Fue genial – dijo Lali acostándose en aquel cuarto que de niño y adolescente perteneció a Peter, aquel ático que había sido testigo de su amor.

- Sí, la princesa lo pasó en grande – dijo él acogiéndola entre sus brazos y bostezando, al tiempo que miraba a alma descansar en su cuna.

- Y vos aguantaste demasiado – sonrió ella la verlo cansado – dale, a dormir mañana será otro día.

- Otro día más junto a vos, junto a Alma y Pablo – y mientras la pegaba a él lo que la panza le permitía le daba besos en la nariz, mejillas y boca – te amo.

- Yo también te amo – y lo besó para después acomodarse en su particular almohada: el pecho de su marido.