Capítulo 87

BUENAS NOCHES!!!!!!!! Ya aquí es jueves, de madrugada porque son la una, por eso es jueves =) Espero que la semana la estén pasando bien, yo sin parar y por eso no puedo subir cuando quiero =S

Espero que les guste el cap y muchas gracias por estar siempre =) Les recomiendo una vez más la nove de María, es una genialidad esta chiquilla escribiendo http://novesdepeterylali.blogspot.com.es . También pasen por el blog de Charo @meriofuerte http://meriofuerte.blogspot.com.es/ y por último pero no menos importante el de @allyouneedislyp http://www.allyouneedislaliter.blogspot.com.ar/ . Bueno también la de Soraya, que volvió =) http://laliterporlyp.blogspot.com.es

Ahora sí, espero que disfrutéis del capítulo. Mañana nuevo cap, espero que más tempranito. BESOS!!! <3 y GRACIAS! <3

TWITTER: @Inma_06

__________________________________________________

Capítulo 87

- Buen día hermosa – besó Peter la nariz de Lali - ¿llevas mucho tiempo despierta?

- No. Buen día mi amor. Aunque para vos mejor decirte buenas noches ¿no? – brmeó Lali ya que Peter recién llegaba de terminar el turno de noche – Saliste más tarde hoy – no preguntó, afirmó.

- Urgencias de último momento y falta de personal – explicó él mientras se quitaba la ropa y se ponía su pijama que consistía en pantalón gris y camiseta de magas larga azul marino - ¿esa pancita?

- Dirás panzota – corrigió ella con una sonrisa en sus labios y acariciando su panza de casi seis meses.

- Estás hermosa – añadió él tumbándose junto a Lali y besó la barriga – Buen día, Pablo. Espero que hayas dejado dormir bien a mami.

- Se portó muy bien. Recién pateó bien fuerte y por eso me desperté – acotó la madre en su defensa.

- ¿Y la princesa? – y es que Peter jamás se olvidará de su hija mayor, y menos hoy.

- También se portó muy bien. Anoche la acostaste vos antes de irte y aun no se despertó – miró el reloj viendo que se aproximaban las nueve de la mañana. Y antes lo dice antes ocurre.

- MAMÁ – se escuchó aquella maravillosa palabra en la boca de la personita que hoy cumplía un añito de vida.

Y sí, esa fue la primera palabra, aunque no fuera ese momento la primera vez que la decía. La primera vez que la dijo fue hace cuestión de dos meses, cuando Alma jugaba con su primo Santino. El pequeño cansado de que su prima quisiera jugar con los juguetes que el quería, le arrebató aquel camión de las manos de un tirón seco. No fue muy fuerte, pero la suficientemente intenso como para que Alma, que estaba de pie, perdiera el equilibrio y cayera hacia atrás quedando sentada en el suelo. Comenzó a llorar y su madrina acudió a ella. La siguiente en aparecer fue Lali y cuando la vio su hija tiró sus brazos haca delante para que su mamá la consolara, mientras entre lágrimas pronunciaba “mamá”. Lali la tomó en sus brazos para calmarla mientras a ella también le caían varias lagrimitas de emoción, porque su hija había hablado por primera vez y porque había sido “mamá” lo que había dicho.

Lali salió de su cuarto y llegó al de su hija, para verla de pie en la cuna agarrada a la baranda de la misma.

- Hola bombona – la saludó tomándola en brazos – feliz cumple mi amor.

Aunque Alma no terminaba de entender muy bien la felicidad de su madre, su sonrisa demostraba que estaba encantada con los arrumacos que estaba recibiendo de su parte.

- ¿Vamos con papá? – preguntó Lali a la pequeña.

- Tiii – gritó Alma en lo que Peter había determinado su idioma.

Lali bajó a Alma al suelo y la pequeña comenzó a correr lo más rápido que sus pequeños pies y su equilibrio, le permitían. Llegó al cuarto de sus padres y siguió hasta quedar al lado de la cama donde Peter estaba y comenzó a tirar del nórdico para llamar la atención de su padre.

- Papá – lo llamó y le estiro los brazos para que la aupara.

Y esa vez tampoco era la primera vez que llamaba así a Peter. Si bien no fue ni la primera ni la segunda palabra que Alma dijo, sí que ya la decía y era una de las pocas que se le entendían con claridad. La historia viene cuando un mes atrás, Peter tuvo que viajar al interior del país para un congreso sobre oncología y cardiología: infantil y juvenil. Se marchó la tarde de un jueves de junio, con fecha de regreso para el domingo de esa misma semana. El sábado por la noche, después de hablar con Peter, Lali colgó y dejó el teléfono en la mesa pequeña del salón para ir hacia la cocina. Alma, quien estaba en la alfombra jugando, se levantó y agarró el teléfono para, con ayuda de los muebles como apoyo, llegar hasta la cocina.

- Mamá – al escucharla, Lali se volteó y la pequeña comenzó a mover el teléfono en su mano - ¿papá? – preguntó mirando al teléfono.

- Mi amor – consiguió decir Lali tapándose la boca por la sorpresa - ¿Qué dijiste Alma? – preguntó acercándose a ella.

- Papá – y volvió a señalar al teléfono.

- ¿Querés hablar con papá?  - preguntó Lali y Alma asintió. Lali dio a rellamada y Peter atendió, sin dejarlo hablar dijo – No pasa nada, solo escuchá – pasó el teléfono al oído de su hija – decile – le susurró.

- Papá – tepitió la pequeña con una sonrisa - Tero con papá.

- Alma mi amor – la voz de Peter se escuchaba emocionada – yo también quiero estar con vos princesa. Mañana tempranito estoy ahí.

Lali y Peter continuaron hablando y compartiendo esa felicidad de como crecía su pequeña. Al día siguiente, Peter llegó al mediodía. Lali lo escuchó aparcar el coche y agarró a Alma de la mano para esperarlo en la entrada.

- Llegué familia – avisaba Peter mientras abría, pero al subir la mirada al frente las vio – están acá mis bellezas.

- PAPÁ – gritó Alma y como pudo llegó hasta su padre quien ya la esperaba de rodillas en el suelo y con los brazos abiertos para atajarla entre ellos.

- Hola princesa – la abrazó y la comenzó a besa. Ese pasaría a ser uno de los días más importantes de su vida.

 Por eso cuando hoy, el día en el que Alma cumplía su primer año, lo llamaba diciéndole “papá” y estiraba sus brazos para que la subiera a la cama, él lo hacía con una sonrisa por bandera a pesar de estar cansado después de una dura y larga jornada nocturna de trabajo.

- Feliz cumple princesa de papá – y ahora era cuando los achuchones y besos se hiceron presentes.

- Hoy cumplís un añito Alma – le decía Lali agarrándole su manita, para esconderle todos los dedos excepto el índice, mostrándole su edad – y lo vamos a pasar muy bien ¿no?

El lugar de la celebración elegido por el “comité de fiestas” o lo que es lo mismo, Majo, Claudia, Rochi, Daniela y Ana, había sido la quinta de los padres de Peter. ¿Por qué? Porque era el primer cumpleaños de la primera nieta por parte de ambas familias –sí ambas, porque Santino era nietO, obviamente- por tanto había que celebrarlo a lo grande. Allí ya estaban los Lanzani y las Espósito, a falta de Peter y Lali. Ellos, más la cumpleañera llegarían antes de comer con los amigos de los padres de la protagonista del día, para así poder almorzar con la familia biológica y la familia de la vida.

- Alma, ¿venís con mami a desayunar? – preguntó Lali levantándose de la cama y estirando sus brazos.

- ¿Papá? – preguntó la pequeña ya en brazos de su madre.

- Papá tiene que dormir un ratito mi amor – le dijo y le besó el cachete – tírale un beso a papá – le dijo ya desde el umbral de la puerta del dormitorio principal y ella lo hizo.

- Te amo princesa – y Peter le devolvió el besó a distancia – los amo a los tres.

- Tamo papá – intentó repetir Alma el “te amo” y lo hizo en su idioma. Su padre, quién ya la entendía, se durmió con una sonrisa.