Capítulo 85

HOLA!!! Buenas noches!!! 

Como pudieron comprobar en el cap anterior, intenté transmitir con el cap esa emoción y energía que yo viví en el concierto. Alegría y felicidad se queda corto para expresar todas las emociones que recorrieron mi cuerpo gracias a ese concierto. Yo no fui acompañada de Peter obviamente, pero no me hizo falta para disfrutar del concierto, fui con mi amiga y su madre (mi segunda mami) y lo pasamos genial. Me hubiera gustado conocer a Pablo y poder tener su autógrafo  darle dos besos - y no soltarlo jajaja - pero no se dio la oportunidad... no pierdo la esperanza de que algún día llegará ese momento.

GRACIAS!!! infinitas por estar siempre, lo mejor de lo mejor de lo mejor sois =) gracias infinitas por leer y comentar esas cosas tan bonitas =) me alegráis el día sabiendo que lo que escribo os gusta tanto.

Os dejo el cap, en el próximo se sabe... ¿Judith o Pablo? =) jajaja OS QUIERO!! <3

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Capítulo 85

- Hola a todos – saludaron Lali y Peter cuando entraron en casa de la familia de la primera para recoger a su hija.

- Buen día mi amor – la saludó Majo.

- Mami, no me cree que Alma dijo Tata – se quejó Daniela, quien había abierto la puerta y se lo había contado.

- No puede hablar todavía tiene ocho meses – dijo Peter.

- Por eso no lo digas Pitt – le advirtió Majo – igual que te digo que Ana comenzó a hablar con el año y medio, aquí tu cuñada – y abrazó a su hija – con diez meses ya no se callaba. No es que hablara perfectamente pero se le entendía lo que decía.

- Eso es porque soy una genia desde chiquita – se agrandó Daniela con una sonrisa – y mi ahijada salió a mí.

- Dani cariño, intenta hablar y balbucea, y quizás en el balbuceo haya dicho algo parecido a “tata” pero no creo que lo haya dicho consciente, es muy chica mi amor.

- Cuando hable, me lo decís – y eso pareció casi una amenaza de la menor a la mediana de las Espósito por lo que la mediana tuvo que asentir.

- ¿Dónde está mi hija? – preguntó Peter.

- Acá con el abuelo – dijo Carlos apareciendo por el pasillo – miren que hermosa me quedó.

- Hola mi amor – Lali se acercaba a Carlos para tomar a su hija en brazos.

- Mirá quien vino Alma – dijo el abuelo y la pequeña miró a su madre y sonrió y le echó los brazos para que la cargara – listo, llegó la mamá y el abuelo no existe más – bromeó Carlos.

- Es que la mamá es la mamá ¿o no mi amor? – le preguntó Lali a su hija y la pequeña sonrió - ¿y papá? – le preguntó y la pequeña empezó a buscarlo con la mirada.

- Estoy acá princesa – habló Peter para después darle un beso – que hermosa que estás.

- ¿Cómo la pasaron anoche? – y esa pregunta de Daniela, fue la que dio pie a que los padres y la pequeña se quedaran allí a contar todo lo vivido la noche anterior, respecto al concierto, y Daniela no podía creerlo. Aunque también le reprochó que no le pidiera un autógrafo para ella y Lali se disculpó con un abrazo y muchos besos.

- Mami – la llamó Lali entrando en la cocina - ¿no tendríamos que organizar las cosas para tu boda?

- ¿Organizar? Lali mi amor, es algo sencillo.

- ¿Y qué? Yo quiero fiesta má, dale – le rogó.

- Lo hablamos – y esa posibilidad a Lali le encantó porque era casi un sí.

Ese día, después de pasar la tarde en aquella casa donde Lali creció, fueron a la casa de los Lanzani, tras previo llamado por parte de la madre de la susodicha familia, en la que los invitaba a cenar.

- Está hermosa y regrande – y es que Rochi no dejaba de mirar a su sobrina descasar en su coche. Desde que habían llegado no había parado de estar de unos brazos a otros, algo de lo que la pequeña disfrutó como nadie. Y ese trote había hecho que después de la cena cayera rendida en su coche tras un par de “paseos” por el pasillo de la casa de los abuelos paternos.

- Sí, va para los nueve meses – acotó Peter – aunque está claro que a la mamá en el tamaño no salió – y es que a él siempre le gustaba bromear sobre la estatura de Lali.

- Tarado – respondió ella siguiéndole la broma - Clau, le dije a mi mamá que hay que preparar las cosas para la boda.

- ¿Tienen turno? – preguntó Claudia a los futuros esposos.

- Sí, tenemos turnos para el 3 de agosto.

- Muy mal esa fecha – se quejó Lali y todos la miraron sin entender – voy a tener una panza enorme. ¿Qué me voy a poner?

- Cualquier cosa mi amor… tengo unas ganas inmensas de verte con panzota.

- Se nota que vos no soportas el peso – acotó ella – mi amor – y se puso las manos sobre su vientre plano – no seas tan grande como tu papá, por favor – le pidió ella a su hijo/a y todos rieron por aquel momento.

Continuaron hablando de la próxima boda, aunque también Daniela y Rochi aprovecharon para recordar en un mes antes, justamente el 13 de julio sería el primer cumpleaños de la pequeña de la familia y tenían que celebrarlo.

- Estas muy cansada ¿no? – le preguntó Peter a Lali entrando con Alma en la casa.

- Un poco sí – dijo ella – me duele la cabeza.

- Vení – la llamó Peter y puso los labios en su frente – tenes fiebre mi amor.

- Pareces mi mamá tomándome la temperatura con los labios – le dijo ella mirándola con los ojos brillantes.

- Tenés los ojos super brillantes, te debe doler un montón la cabeza. Siempre te pasa cuando te duele – dijo él abrazándola – Vamos hacer algo, te vas a acostar y yo acuesto a Alma. Tomate ya el tratamiento que te mandó Clara, porque te tocaba hace un par de horas, quizás por eso te volvió la fiebre.

Lali no opuso oposición ninguna a eso y subió las escaleras para dirigirse a su cuarto, cambiarse, buscar sus pastillas y meterse en la cama.

- ¿No le pasará nada al bebé por mi fiebre no? – preguntó preocupada mientras Peter se cambiaba.

- No tiene por qué pasarle nada. Tenés fiebre pero si te alimentas bien y te cuidas las defensas te van a subir. Pero si te quedás más tranquila, vamos al hospital.

- No – respondió ella y se sentó con las piernas cruzadas en la cama – confío en mi doctor favorito – y Peter se acercó para darle un beso – Pitt estuve pensando en algo.

- ¿El qué? – preguntó sentándose junto a ella.

- Decime adelanta si querés, pero en realidad no fue que lo estuve pensado, sino que hoy en casa de tus papás se me vino a la mente.

- Dale mi amor, dejá de dar vueltas – le pidió el sonriendo.

- ¿Viste como miraba Rochi a Alma hoy? La vi con unas ganas inmensas de ser mamá.

- Lali pará, no da que me digas estas cosas. Es que me imagino a Gas y mi hermana – y comenzó a hacer gestos con las manos y la cara y Lali comenzó a reír – no te rías, es mi hermana.

- Ya sé que es tu hermana, pero vos tuviste a una y camino de otro.

- Pero es mi hermana – repitió él algo celoso.

- Me encanta que seas tan cuida. Igual yo en eso no puedo hacer nada depende de Gastón y de ella. Pero estuve pensando en que sí que podemos hacerla madrina del bebé – le propuso Lali.

- ¿Rochi madrina? Me gusta la idea – aceptó Peter y la besó haciendo que ambos cayeran en el colchón - ¿Y el padrino?

- No sé, tengo propuestas. Estoy dudosa. ¿Vos pensas en alguien?

- No. Qué sé yo si va a ser mi hermana, ya mi parte estaría cubierta. No sé quizás tu cuñado Chris, o Nico que siempre fue como tu hermano.

- No me ayudas Lanzani – le reprochó ella – estoy dudando entre ellos dos – y ambos rieron.

- Es que te conozco mucho viste.

- Demasiado, da miedo – y eso lo acompaño abriendo los ojos de par en par e hizo que Peter riera y la besara.

- Te está bajando la temperatura parece.

- Estoy recaliente – aclaró Lali.

- ¿Ya empezaron las hormonas Lalita? – bromeó él.

- Es joda, bobo.

- Dale mejor vamos a dormir, mañana será otro día. Te amo.

- Yo más – esperó que Peter se acostara para besarlo y abrazarse a él para quedarse dormida sobre su pecho.