Capítulo 27

¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

Muchas felicidades para tod@s... espero que paséis unas felices fiestas, rodeados de amor, cariño, alegría, besos y miles de abrazos de aquellas personas, familias y amig@s, que os quieren y que queréis.

GRACIAS por estar, sé que prometí subir pero no pude escribir más capítulos... pero estoy adelantando =) Espero que disfrutéis de este cap algo navideño =) Intentaré subir uno más a la noche =) <3

TWITTER: Inma_06

Capítulo 27

- Hola Peter… pasa, con Lali estamos adornando el árbol.

- Hola linda – dijo Peter abrazando a su cuñada y dándole un par de besos.

Peter y Dani entraron abrazados y riendo al salón.

- Hola mi amor – dijo Lali sorprendida – no te esperaba – atravesó el salón y lo besó.

- Hola preciosa – respondió él y besó también sus labios – me acordé que iban a adornar y me vine para acá.

- Pero si hoy trabajabas… - dijo Lali recordando una conversación sobre eso.

- Sí, pero pude adelantar mis vacaciones un día y me vine para tu casa… ahora viene Yeyo, espero que no les importe que lo invitara – dijo Peter mirando primero y después a Dani.

- No claro que no – contestó rápidamente Dani.

Peter las ayudó a colocar los adornos más altos del árbol. Había pasado casi una semana después de la discusión entre Peter y su madre. Daniela estaba de camino a la cocina, cuando el timbre volvió a sonar. Se apresuró a abrir la puerta y sonrió cuando vio que era Yeyo. Se saludaron y entraron al salón.

- ¿Qué tal? – saludó Yeyo acercándose a Lali y besando sus mejillas.

- ¿Te gusta esta estrella dorada o esta plateada para colocarla arriba del árbol? – preguntó Lali a su cuñado después de corresponderle el saludo.

- La dorada – afirmó Stefano.

- Te dije, ya somos dos contra uno – dijo Lali sacando la lengua a Peter.

- No para… falta Dani, dale enana decidi dorada o plateada – preguntó Peter quitando ambas estrellas de las manos de Lali.

- Dorada – dijo muy convencida Daniela y Lali se echó a reír.

Peter la levantó como si fuera una niña pequeña y Lali colocó la estrella dorada en la punta del árbol. Pasaron una mañana muy agradable los cuatro juntos, Peter y Lali compartieron miradas de complicidad mirando a sus hermanos pequeños como coqueteaban.

- Por cierto, no te pregunté por tu mamá – dijo Peter.

- Salió bien temprano con Ana a comprar cositas para mi ahijado – le dijo Lali – más arriba Peter.

- ¿Dijiste ahijado? – dijo Peter subiendo la guirnalda como Lali le había pedido.

- Sí, anoche estuvieron mi hermana y mi cuñado acá y me preguntaron si quería ser la madrina, y obvio le dije que sí.

- Felicidades hermosa – sonrió Peter y después de colocar la guirnalda abrazó a Lali levantándola en el aire – ese bebé va a ser muy consentido por su madrina y su tío.

- Eso seguro – asintió ella también sonriendo y lo besó.

Siguieron adornando todo y cuando llegó la hora de comer, Ana llamó para decirles que dentro de poco volvían a casa, y Lali decidió pedir algo de comida a la calle y además invitar a los hermanos Lanzani.

- Pitt ¿hablaste con tu madre? – le preguntó Lali mientras preparaban la mesa y la comida, que recién acababa de llegar.

- No – dijo secamente – pero sé por Yeyo que Lorenzo ya se volvió a ir.

- Sabes que no me gusta meterme en ese tema porque es algo tuyo pero creo – Peter interrumpió a Lali.

- Ya sé que tengo que hablar con mi mamá Lali… pero no es fácil – aceptó Peter.

- Quizás deberías empezar por ir cuando estuviera sola, así hablan tranquilos… o llamarla para que vaya a tu casa – le propuso Lali sentándose en su regazo.

- No sé cómo me hubiera sentido esta semana sino estuvieses conmigo – confesó Peter chocando sus frentes – gracias mi amor.

- Por vigésima vez… no me agradezcas más o me voy a enojar enserio Peter – lo desafió Lali y después de eso lo besó.

Ese beso lo interrumpieron porque escucharon la puerta abrirse y un “wow que lindo” que venía de Majo mientras observaba la entrada y el pasillo hasta llegar al salón.

- Quedó hermoso Lali… creo que vos y Chris pueden poner un negocio de decoradores, no sabes cómo dejo nuestra casa.

- Conociéndolo sé que re lindo – dijo levantándose de las piernas de Peter para ayudar a su madre y su hermana con las bolsas – hola hermanita – la besó – hola ahijadito – y besó la panza de Ana – MAMITA! – y ahora era el turno de su madre.

- Hola Peter – lo saludó feliz Majo.

- Hola suegrita – la abrazó Peter.

- ¿Y Dani? – preguntó Ana  sentándose en una de las sillas.

- Con Yeyo, está enseñándole lo que era nuestro cuarto de juego… por cierto tengo que hablar con vos para ver qué te parece mi regalo de Navidad para Dani – respondió Dani.

- Dale después me contas… ¿Yeyo y Dani dijiste? – preguntó alzando una ceja – Mami me parece que nuestra relación con la familia Lanzani va en aumento – y todos rieron.

Los pequeños de ambas familias no tardaron en aparecer en el salón y todos juntos se sentaron a la mesa para disfrutar de la comida que habían pedido a la calle: pasta de un restaurante italiano que las Espósito amaban.

Después de comer Peter le pidió a Lali que lo acompañara a hablar con su madre, pero ella no quería.

- Es un tema muy tuyo Peter… tuyo y de tu madre, de tu familia – ponía excusas.

- Mi familia te concierne a ti, por favor mi amor… vamos con Yeyo y mientras hablo con mi mamá, vos estás con él. Necesito sentirte cerca – le agarró las manos – por favor La.

- Pitt – ella intentaba negarse pero el puchereó como un niño pequeño – está bien – aceptó y él la abrazó – pero me quedo con Yeyo, vos tenes que hablar a solas con tu mamá.

- Gracias mi amor – agradeció él mientras enmarcaba la cara de Lali con sus manos y capturaba sus labios con los de él.

Lali se fue a cambiar rápidamente y volvió en 15 minutos, se despidieron de la familia de ella y con Yeyo salieron hacia casa de los padres de los chicos. Entraron con las llaves de Yeyo.

- Mamá, volví – anunció Yeyo entrando en el salón.

- Hola mi amor ¿la pasaste bien? ¿Cómo está Lali? ¿Y tu hermano? – preguntó Claudia casi sin respirar.

- Estamos bien Claudia – dijo Lali entrando en el salón – Me alegro mucho de verte – dijo acercándose a ella y abrazándola.

- Yo también preciosa – sonrió Claudia - ¿no vino Pitt?

- Sí, pero a veces parece un chiquilín – salió de nuevo del salón y apareció de nuevo tironeando de Peter.

- Hola hijo – habló Claudia sin saber cómo reaccionar.

- Hola mamá – contestó Peter seco y se ganó un codazo de Lali.

- Bueno – fue Lali la que se atrevió a romper el angosto clima – Yeyo, te reto a un partido a la play, necesito que me enseñes para poder ganarle a tu hermano – pidió ella sonriendo.

- Todo sea por dejar mal parado a este tarado – aceptó Yeyo sonriendo – veni, vamos a mi cuarto.

Lali salió de la mano de Stefano del salón, dejando a su novio y a su suegra a 10 pasos de distancia… no sabía cómo, pero tenían que arreglar esa situación. Peter no era el mismo estando enfadado con su madre.