¡HOLA! ¿Qué tal estáis? Por fin vacaciones =) aunque sean dos semanas solamente y tenga que seguir haciendo cosas para la facultad, no es lo mismo que la rutina de todos los días... sino que es más relajado =D
Por eso hoy me voy a poner a escribir para tener suficiente caps que se me acabaron =S así que me pongo manos a la obra. Perdón por dejaros con la intriga estos días, pero no pude subir antes.
Muchas gracias por vuestros comentarios ya sea por aquí o por twitter =) de verdad muchas gracias por esta a pesar de que no soy lo que se dice muy constante subiendo la nove =) ¡miles de BESOS y felices fiestas!
TWITTER: Inma_06
Capítulo 26
- Sí es tu tío porque es mi
hermano – añadió Claudia levantando la voz, y tanto Juan como Rochi se hicieron
presentes.
- Un hermano que no te
quiere más que por interés, que no te enteras mamá – contestó Peter en el mismo
tono.
- No le grites a tu madre
Juan Pedro – intervino Juan.
- Es que parece que es de la
única forma que oye – dijo Peter mirando hacia la puerta del comedor – ese
señor solo aparece en nuestras vidas cuando necesita plata o algún tipo de
favor.
- No le faltes el respeto
Peter – pidió Claudia.
- ¿Ahora decir la verdad es
faltar el respeto? – se enojó Peter.
- Es mi hermano Peter, no
puedo dejarlo solo.
- Claro, porque a él no le
importó nada cuando mi abuela estaba enferma ¿verdad? Él será tu hermano mamá,
pero Rocío, Yeyo y yo somos tus hijos. Nosotros tres y papá fuimos los que te
vimos llorar por mi abuela, por lo mal que la pasó después de la muerte de
abuelo. Porque ella pedía que su hijo pequeño regresara pero el señorito
Lorenzo estaba muy ocupado “viviendo la vida” – gritó Peter – Porque solo
volvió cuando mi abuela murió para ver si le había dejado algo de plata, porque
no llamó nunca para preguntar por ella…
- ¡BASTA! – lo paró Juan.
- Sí, basta. Me voy… porque
puedo decir muchas cosas de las que luego me arrepienta. Chau – Peter abrió la
puerta y salió.
Lali salió detrás de Peter
que iba cargado de furia para el coche.
- Peter dame las llaves así
no vas a conducir – le pidió Lali detrás de él.
Sin rechistar, abrió el
coche con el mando y se montó en el asiento de copiloto y colocando las llaves
para arrancar. Lali rodeó el coche y se subió al mismo, arrancó y se dirigieron
al departamento de Peter. El camino fue silencioso. Ella podía notar la furia,
lástima y dolor que sentía aunque él no la mirara a los ojos, puesto que su
mirada estaba fija en las calles que veía a través de la ventana del coche.
Llegaron, aparcaron y subieron al departamento.
- Sí, Rochi llegamos – dijo Lali contestando a su cuñada – manejé yo tranquila.
-
Ok, gracias Lali y cuídalo ¿sí? – pidió la rubia preocupada.
- Sabes que eso no me lo tienes ni que pedir, más tarde hablamos. Besos
para todos – se despidió Lali y colgó.
- ¿Estás más tranquilo? –
preguntó cuándo Peter salió de la ducha y apareció en el salón, con pantalón de
pijama, sin camiseta y el pelo aun húmedo.
- Sí, la ducha me relajó
algo – contestó él acercándose a ella – perdón por el mal rato que pasaste.
- No me gustó como le
hablaste a tu mamá Peter, pero menos me gusta verte tan dolido y con tanto odio
en tu mirada… me duele que estés mal.
- Perdón – se disculpó él
por hacerla sentir así, y cuando la abrazó rompió en lágrimas, cual niño chico.
Abrazados se sentaron en el
sofá, y Lali acariciaba su rostro y sus manos mientras esperaba pacientemente
que él estuviera preparado para contarle todo.
- Lorenzo siempre fue un
interesado, vivió de la plata de mis abuelos toda la vida – contó con odio
hacia él – mi abuelo murió hace 13 años,
Yeyo era muy pequeño pero tenía una relación increíble con él. Creo que
de nosotros tres y del resto de mis primos, es el que más adoraba a mis
abuelos, tenía una relación muy especial con ellos – paró, tomó aire y continuó
– cuando mi abuelo murió por un infarto, quien peor la pasó fue él por esa
relación pero se reconfortó con mi abuela, no se separaba de ella nunca, solo cuando
era estrictamente necesario.
- ¿Tu tío no estuvo con la
familia en ese momento?
- Ni en ese ni en ninguno… mis
otros tíos, los otros tres hermanos de mi
madre, no le perdonaron nunca que no estuviera con la familia en ese
momento, pero sobre todo apoyando a mi abuela. Sin embargo mi madre siempre lo
cubría.
- Es su hermano Peter.
- Ya, pero éramos nosotros
tres y mi padre, quienes las veíamos llorar en la cocina o en el jardín,
intentándose esconder para que nadie la viera. Tuvo muchas discusiones con sus
hermanos por defender a Lorenzo, y eso nos hacía mal a todos.
- Pero…
- Pero lo que más me jode, es que ni siquiera,
hace 10 años, cuando a mi abuela le diagnosticaron la enfermedad de corazón
fuera incapaz de volver y estar con ella en sus últimos días – y de nuevo
volvieron a aparecer las lágrimas en sus ojos – solo regresó cuando lo
convocaron para la lectura del testamento.
- Mi amor, no sé qué decirte
– dijo Lali sin poder comprender como alguien, teniendo la oportunidad de estar
rodeado de tanta gente que lo quería y una familia tan linda como la de Peter,
pudiera cambiar eso por puro interés.
- Con un abrazo me basta –
él no acabó de decir esas palabras cuando ya los pequeños brazos de Lali
rodeaban su espalda – y ahora que mi abuela ya no está, y se gastó lo que le
dejó viene a sacarle plata a mi madre… y te juro que no me importa que le dé la
plata, sino que lo siga cubriendo como lo hace.
- Ya está Peter… no te hace
bien ponerte así – le susurró Lali – tu mamá los ama a ustedes tres y a tu
papá, y eso nadie va a dejar que lo toque, estoy segura.
- Se creen que porque éramos
pequeños no lo sabíamos, pero mis padres discutieron tantas veces por culpa de
Lorenzo. Pasaron una época muy mala, incluso mi papá unos meses se fue de casa…
- ¿Se fue? – preguntó Lali
sin poder creerlo.
- Sí, estuvieron separados
un tiempo… pero cuando mi abuela empeoró, mi padre sabía que mi mamá lo
necesitaba junto a él, y que no podía dejarnos a nosotros tres si su protección
en ese momento tan duro para todos.
- No lo puedo creer.
- ¿Entendes por qué no puedo
perdonarlo? – dijo Peter y volvió a abrazarla.
Después de un rato, Lali lo
convenció para que fuera a la cama un rato… estuvo junto a él hasta que se
durmió y volvió al salón a ver un poco de TV. Un tiempo después, el timbre sonó
y ella abrió: era Claudia.
- Hola Lali – dijo algo
apenada.
- Hola Clau, pasa – saludó
ella haciéndole un gesto para que entrara.
- ¿Peter?
- Está durmiendo, después de
desahogarse conmigo lo convencí para que se acostara.
- Supongo que te habrá
contado todo – aseguró Claudia y Lali asintió – Sé que es difícil de entender
pero es mi hermano, no lo puedo dejar solo. Mis demás hermanos ya lo hicieron,
yo no soy capaz.
- No soy quién para juzgarte
Claudia – dijo Lali muy seria – él es tu hermano, pero también están tus hijos,
y tu marido – con eso último, Claudia comprendió que Peter no tenía secretos con Lali.
- Ya lo sé pero…
- Los quiero mucho a todos:
a vos, a Juan, a Yeyo y a Rochi. Pero a Peter lo amo Claudia, y no voy a dejar
que nadie lo trate así, ni siquiera vos que sos su madre – dijo Lali sin poder
creer que lo estaba haciendo – a él lo mata estar mal con vos, lloró como un
niño pequeño cuando lo separan de su madre… y eso me duele. Y voy hacer lo que
haga falta para defenderlo y protegerlo de todo dolor que yo pueda evitarle.
- Lali yo – Claudia estaba
sin palabras.
- A mí no me tenes que decir
nada, tenes que hablar con tu hijo – respondió Lali.
En ese momento Peter saló de
la habitación y entró en el salón.
- ¿Qué haces acá mamá? –
pregunto sin ánimos.
- Tenemos que hablar – dijo
Claudia levantándose.
- Ahora no, todo está muy
reciente y sigo demasiado enojado – informó Peter - necesito al menos el resto
del día para poder tranquilizarme.
- Está bien, no te quiero
lastimar más de lo que lo hice ya – admitió Claudia con los ojos llorosos –
cuando puedas hablar me llamas, me voy, tu papá está esperándome abajo.
- Chau – la despidió Peter
muy frío.
- Chau mi amor, chau Lali.
- Adiós Claudia.
Cuando se cerró la puerta
del departamento Peter volvió a derrumbarse.
- No sabes cómo me duele
estar así con ella, pero quizás siendo tan frío y mostrándole que esto nos
duele muchísimo reaccione.
- Ya mi amor, sí sé cómo te
duele… lo veo en tus ojos.
- Gracias por estar acá
conmigo – dijo besándola.
- No me agradezcas, te amo y
siempre voy a estar con vos, igual que vos estuviste conmigo cuando te necesité
tanto – respondió ella besándolo.
La tarde pasó, Lali llamó a
su casa para avisar que dormía en casa de Peter. Cuando estaban por cenar, el
timbre de la puerta sonó.
- Yo voy – dijo Lali
mientras Peter terminaba de poner la mesa.
- Hola – dijo Lali
sorprendida.
- ¿Quién es? – preguntó
Peter.
- Pone un par de platos más,
que tenemos visitas – dijo ella entando en el salón acompañada.
- Yeyo – dijo Peter cuando
vio la cara de su hermano – veni enano – y se acercó a él para abrazarlo – Ro –
levantó la mirada Peter y ella se unió al abrazo de sus hermanos.
Los cuatro se sentaron a
comer. Lali intentaba animarlos, pero era un poco difícil aunque al menos no
hablaron de los acontecimientos de ese día. Cuando terminaron de cenar, se
dispusieron a recoger lo usado,
- ¿Peter me puedo quedar acá
a dormir? – le pidió Yeyo – no quiero volver a casa, no puedo volver ahora
mismo.
- ¿Mejor te quedas arriba en
casa Yeyo? Lali seguro se queda – dijo Rochi
- No importa eso Rochi –
dijo Lali.
- Por supuesto te podes
quedar, sabes que el cuarto de invitados es tuyo antes que de nadie – le dijo
Peter.
- Gracias – respondió él.
Cuando terminaron, Rochi
subió a su depto. Lali, Yeyo y Peter vieron una película y luego de avisar que
Yeyo se quedaba en casa de Peter, se fueron a dormir.
- ¿Crees que algún día mamá
entre en razón? – preguntó Yeyo mientras se metía en la cama y Peter lo
arropaba, según Yeyo “siempre lo hacía cuando era pequeño”.
- Seguro que sí, solo
necesita un tiempo nada más. A dormir… mañana será otro día pendejo – se dieron
las buenas noches y Peter salió del cuarto viendo a Lali en la puerta del
mismo.
- Te ves tan lindo con tu
hermano – le dijo ella rodeándole el cuello con los brazos.
- Lo amo, al igual que a
Rochi… son intocables y siempre voy a estar para protegerlos.
- Pero con Yeyo te veo más
paternal – dijo ella mientras entraban en la habitación de Peter.
- Siempre fue así nuestra
relación, obvio nos peleamos pero… siempre fuimos así.
- Te amo y siempre voy a estar con vos – le dijo Lali
- Yo te amo también, y
siempre te voy agradecer que estés conmigo – respondió Peter.
Y una noche más, durmieron
juntos y abrazados… dándose amor y protección.
8 comentarios:
Me encanta más!
Aaai qe cap mas tierno de La y Peter y qe coraje el de ella para hablarle asi a Claaudia!
Espero mas, beso :)
Arii - @AriadnaAyelen
Aaaaaww que capitulo lindo y tierno! quiero otro!! @KaruLYP
masss
me encanta!!!! Bastante triste el capi, me mató Peter, pero por partes tiene razón. Clau tiene que reaccionar!!! Igual para mí, hay algo detrás de la historia de Lorenzo!!!
MAS NOVE INmilla! y disfruta las vacaciones por más cortas y atareadas que sean ;) te quiero!!! BEsos
Q lindo CAP me encanto :3 súper tiernos :3 quiero masn
aww mas tierna lali imposible ♥
mASSS
aiii que tiernoos que son!!! y que capullo el tio de peter!! quiero leer mass inmita!
un beso enorme!
y FELIZ NAVIDAD!
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