Capítulo 25

No sé que decir ya por desaparecer... lo único que alego a mi favor es que ésta es la última semana de facultad antes de las vacaciones de Navidad y me sobrepasa, tengo unas ganas increíbles que termine ya... al menos que sea jueves por la tarde.

Buenos les dejo un cap, subo el próximo en cuanto pueda, seguramente el jueves =)

GRACIAS por estar, y a las chicas nuevas que se sumaron y me lo hicieron saber por twitter... BIENVENIDAS! miles de besos y miles de gracias!!

TWITTER: @Inma_06

Capítulo 25

Unas semanas pasaron, y la Navidad se iba haciendo presente con luces y adornos por la ciudad y los centros comerciales. La relación entre Peter y Lali iba muy bien, como toda pareja de vez en cuando alguna pequeña discusión, pero ambos estaban de acuerdo que las reconciliaciones eran lo mejor de esas discusiones.

- Buen día – saludó Cande a Daniela dejando un beso en su mejilla.

- Hola flaquita – respondió ella.

- Hola preciosidades – Cande hizo lo mismo que con Dani cuando llegó al salón y vio a Majo y Lali preparando la mesa para el desayuno - ¿Me invitan a desayunar? Traje medialunas – y mostró la bolsa.

-  Como decir que no si te autoinvitaste vos – dijo Lali riendo.

- Que mala che… traje dulces y todo, nena – protestó la “invitada”.

- No le hagas caso, sabes que podes venir cuando vos quieras hermosa – la defendió Majo y ella le agradeció con un abrazo – Mate como siempre ¿no? – y Cande afirmó.

- Tu vieja es más copada que vos – y como una niña pequeña le sacó la lengua a Lali.

Entre las cuatro terminaron de poner todo en la mesa y desayunaron juntas. Esa mañana de sábado Cande pensó que sería una buena idea para ir con Lali a comprar cosas para Navidad… le costó convencerla, pero aceptó.

- Necesito comprar adornos… no sabes lo feo que está el departamento sin nada de Navidad – dijo Lali.

- ¿Y todo lo del año pasado? – preguntó Lali con curiosidad.

- Se lo di a mi mamá, yo quería cambiar y ella iba a renovar los adornos… así que le di los míos y yo busco otros, entremos acá.

Unas cuantas tiendas recorrieron las dos buscando adornos navideños para la casa de Cande, que si bien no era muy grande, ella quería comprar adornos suficientes para cada rincón. Lali aprovechó también para comprar un árbol, el que tenían era bastante antiguo y no le vendría mal una baja definitiva. También compró varios adornos.

- Hola lindo – respondió Lali cuando atendió el teléfono.

­- Hola amor, ¿cómo estás­? – preguntó Peter con una sonrisa en la cara por escuchar a Lali.

­-  Acá con Cande comprando cositas para Navidad

- Que bueno. En un rato salgo del hospital, ¿venis a casa de mis papás a comer?

- Dale, tengo ganas de verte a vos pero también a tu familia, esta semana no los vi y se me hace extraño.

- OK, en una hora paso por tu casa y te recojo… te amo – dijo Peter dejando un besos sonoro en el teléfono.

Después de colgar, Cande se burló porque eran demasiado mimosos… su relación con Vico no iba lo que se puede decir “viento en popa”, apenas se veían y no podían pasar tiempo juntos, y eso estaba creando cierta distancia entre ellos.

Compraron unas cuantas cosas más, y salieron del centro comercial hacia casa de Lali.

- Es muy grande Lali – dijo Daniela cuando vio la caja donde iba el árbol..

- Sí, mide casi dos metros… siempre quisiste un árbol de película y este año lo tendrás hermosa – dijo sonriéndole a su hermana – después cuando vuelva lo montamos y juntas lo decoramos si queres – y Daniela respondió con un abrazo.

- ¿Cuándo vuelvas? ¿Dónde vas? – preguntó Majo.

- Como con Peter en casa de tus consuegros, debe estar por llegar así que voy a darme una ducha rápida y cambiarme – dejó un beso en el cachete de su madre y corrió hasta el baño. Diez minutos más tarde estaba en su habitación, vistiéndose.

Un rato más tarde, ya preparada  salió y ya Peter estaba esperándola en el salón, hablando con su madre y su hermana.

- Hola – saludó Lali dejando el bolso en el sofá  junto a Peter y pasando sus manos alrededor de sus hombros, abrazándolo desde atrás.

- Hola hermosa – respondió el girando la cara y dándole un beso – ya las invité a comer, pero no quieren venir.

- No Peter, ya haremos otra comida todos juntos – dijo Majo – además viene Ana a comer porque Chris tuvo que ir a trabajar hoy y no quiere comer sola.

- Espero llegar antes que ella se vaya que llevo un par de días sin verla – dijo Lali.

- Seguro que pasa aquí la tarde – dijo Daniela.

- ¿Vamos yendo amor? – preguntó Peter y después de despedirse ambos de las allí presente, salieron rumbo a casa de los padres de Peter.

Entraron y Yeyo fue quién les abrió la puerta.

- Buenas – lo saludó Lali con una sonrisa pero él parecía no estar de ánimos.

- Que caripela nene – lo saludó Peter.

- Dudo que la tuya sea mejor cuando entres – acotó Yeyo.

Ninguno de los dos entendió a Yeyo, hasta que entraron al salón. Lali seguía sin entender la situación pero Peter ya sí comprendía a su hermano.

- Hola – saludó Lali notando la tensión que se palpitaba en el ambiente.

- Hola Lali – la saludó Claudia con un beso – él es mi hermano, Lorenzo.

- Encantada – lo saludó Lali.

- Lo mismo digo Lali… siempre tuviste buen ojo Peter – dijo el tío de Peter.

- No como vos – dijo Peter con un tono de desdén.

- Juan Pedro – lo retó su padre solo con nombrarlo.

- Mejor vamos a comer, que ya está la mesa lista – dijo Rochi después de saludar a su hermano y su cuñada.

Iban hacia el comedor y Rochi paró a Peter.

- Por favor, tengamos la comida tranquilos ¿si?

- No voy a decir nada si él no me busca Ro, te lo prometo – y Peter besó la frente de su hermana.

Todos se sentaron a comer, y las conversaciones eran mínimas, además de breves y superficiales.

- Así que sos policía – dijo Lorenzo algo sorprendido.

- Sí, aunque antes soy psicóloga y ese es mi rol principal aunque participo en distintos operativos si es necesario – contestó Lali.

- ¿Y vos Rocío? ¿Vas a seguir a el negocio de la familia?

- Lo estoy siguiendo ya, estoy casi por terminar… solo tengo que hacer la residencia en algún hospital para terminar mis prácticas y si todo sale bien el año que viene por estas fechas seré doctora.

- Que lindo, todos siguiendo el ejemplo del padre… ¿vos Yeyo?

- Aun no sé qué voy hacer, pero seguro estudio algo relacionado con la abogacía.

- Abogados, policías, médicos… una familia muy completa.

- ¿Y vos? ¿En qué trabajas? – preguntó Lali sin saber lo que estaba a punto de provocar.

- En cosas temporales, lo suficiente para poder viajar por el mundo y que no me ate a ninguna parte.

- Él se dedica a vivir la vida Lali – protestó Yeyo.

- Yeyo, por favor – le advirtió Claudia.

- Solo digo la verdad mamá… soy lo bastante grande ya para saber que decir y opinar de los demás, y este hombre jamás será algo más que un oportunista. Con permiso – se levantó de la mesa y salió del comedor.

- Stefano volvé a la mesa ya – ordenó la madre de Peter.

- Stefano nada mamá – defendió Peter a su hermano elevando el tono de voz - ¿Qué pasó? ¿Ya te gastaste la plata que te dejaron mis abuelos y ahora volves para seguir pidiéndole a mi madre?

- Peter cálmate – le pidió Rochi.

- ¡No me quiero calmar! – se levantó tirando con furia la servilleta al lado de su plato – No voy a seguir tolerando que se aproveche de nosotros.

- Acá nadie se está aprovechando Peter, por favor sentate – le pidió Juan.

- No papá, no me voy a sentar… jamás volveré a sentarme con este señor. Nos vamos Lali – dijo saliendo del comedor.

Lali se levantó sin decir nada, lanzó una mirada de disculpa a sus suegros y cuñada y siguió a Peter. Cuando estaban saliendo Claudia los alcanzó antes de abrir la puerta.

- Peter por favor, no te vayas así.

- Me voy así porque vos quisiste mamá – se quejó Peter.

- Mi amor, es tu tío.

- ¿Tío? Por favor mamá no me hagas reír, queres....