Capítulo 24

¿Que tal os trata diciembre? Yo no me quejo, pero me gustaría tener más tiempo para escribir y subir y apenas tengo.. se acercan las vacaciones de Navidad y ahí os prometo que me pongo las pilas 100% adelanto todo lo que pueda y subo todos los días capítulos.

Para esta semana que viene no prometo nada entre semana, lo más seguro que hasta el viernes no suba... me fastidia mucho hacer esto, sobre todo porque siempre estáis pendientes del blog, cuando vi ayer que superé las 115.000 aluciné. Mil perdones por no subir más seguido, y GRACIAS infinitas por estar SIEMPRE.

Muchos besosss <3

PD: por cierto! ahora mismo Cami (@caparatodos) está haciendo maratón =) (no aviso por twitter porque no me va muy bien, tarda en twittear y a veces ni twittea. Perdón de nuevo) <3

TWITTER: @Inma_06

Capítulo 24

- ¿A qué hora volvemos hoy mamá? – preguntó Yeyo.

- Sobre las ocho de la noche mi amor, así que aprovechen lo que les queda.

- ¡Me voy al agua! – gritó Yeyo como respuesta a su madre.

Y sí, ya llegó el domingo…. - Es tan cierto eso de que cuando se está a gusto el tiempo pasa volando – pensó Lali. Recién terminaban de comer y entre todos recogieron la mesa.

- Stefano te dije que no corras para tirarte a la pileta, te podes tropezar y lastimar – lo regañó Juan.

- Me parece que yo también me voy a bañar, aunque ni loca me tiro como Yeyo – dijo Lali levantándose y dirigiéndose al borde de la piscina para poco a poco entrar.

Y sí ella quería entrar poco a poco, Christian y Peter tuvieron la misma idea: agarrarla por detrás y empujarla. Despacio se levantaron y cuando estuvieron detrás de ella la cogieron en brazos y la tiraron al agua a pesar de las quejas a gritos de Lali.

- Os mato – dijo cuando salió de debajo del agua. Christian no hacía más que reír, pero dejó de hacerlo cuando notó que lo empujaron a él, cayendo al mismo tiempo que Peter al agua.

- Con mi hermana no eh! – dijo Dani – listo Lali te vengué – aclaró sonriendo cuando sus cuñados salieron de debajo del agua frotándose los ojos.

Y así pasaron las horas restantes que le quedaban en aquel mágico lugar. Cuando Lali aceptó ir jamás pensó que podía pasarlo también. Se sentía plena, con sus hermanas, su madre, su cuñado, su futuro sobrino y la familia de Peter… y obviamente él. En la noche anterior le había agradecido a Peter, ya en la cama, por dejarla formar parte de esa familia y por aceptar él formar parte de la de ella. Peter le respondió que no había dos familias, que ya solo eran una gran y hermosa familia, a lo cual Lali murió derretida por esa ternura. Sabía que era sincero, y que no lo decía para regalarle los oídos a ella, sino porque así lo sentía.

Llegó la hora de partir, y lo hicieron repartiéndose los coches de la misma manera que cuando vinieron. Los padres de Peter eran los encargados de llevar a Majo y Dani a casa de las Espósito, ya que Lali se quedaba un rato más con Peter.

- En casa de vuelta – dijo Peter abriendo la puerta del departamento – Pasa.

- Que ganas de volver tenías… ¿la pasaste mal estos días? – preguntó Lali algo molesta por su comentario mientras se dirigía al salón.

- Por supuesto que no, la pasé genial … todos juntos, fue hermoso.

- ¿Entonces?

- Y, no es lo mismo estar allá todos juntitos, que acá nosotros dos solitos – dijo sonriendo pícaro y acercándose a Lali.

- Que tarado que sos.

- Ya lo tengo asumido – admitió Peter y ambos rieron – me debes una noche acá – y ella lo miró sin entender – la noche antes de irnos, no te quisiste quedar… dale quédate hoy – le pidió él chantajeándola con un puchero.

- No me hagas esto – pidió ella besando ese puchero – mañana los dos tenemos que trabajar.

- ¿Y qué mejor forma de empezar el día que despertándonos juntitos? – ofertó él.

- No tengo ropa para mañana Peter, no estaría bueno que fuera en bikini y short a la comisaría, y es lo único que tengo en mi valija.

- No, ni loca vas así a trabajar – dijo él celoso, se imaginó esa situación y no le gustó nada – Pero Rochi tiene ropa muy formal, le podes pedir a ella.

- Pitt…- logró entonar ella casi sin fuerzas para negarse.

- La – puchereó él.

- Está bien, me quedo – terminó por aceptar, no podía negarse más.

- Te amo – la besó él con pasión - ¿Cenamos? – propuso y Lali asintió.

Mientras Peter llevaba la maleta al cuarto, llamaron al timbre y Lali fue abrir.

- Hablando de la reina de Roma – dijo Lali sonriendo.

- Mientras hablaran bien – sonrió Rochi también, saludando a Lali – hola cuñadita.

- Hola loca rubia, hola Gastón – saludó al novio de su cuñada y él le devolvió el saludo.

- Claro, ¿Quién podría estropear la velada con mi novia sino mi querida y adorada hermana? – bromeó Peter entrando en el salón.

- Ya sabes lo insistente que se pone Peter, quería cenar con ustedes – aclaró Gastón y se llevó un golpe por parte de su novia.

- Vos me tenes que defender eh – se quejó Rochi – y ¿qué hablaban de mí?

- Tu hermano me pidió que me quede acá y no tengo ropa adecuada para ir mañana a trabajar ¿me prestarías algo? – preguntó Lali.

- Por supuesto – aceptó Rochi agarrando la mano de Lali y tirando hacia la puerta – encárguense de la cena, nosotras vamos a mi casa a buscar algo  para Lali.

Mientras las chicas buscaban algo de ropa para Lali, Gastón y Peter no se complicaron la vida y encargaron unas pizzas para cenar.

- Muchas gracias Rochi – volvió a agradecerle Lali por cuarta vez, mientras entraban en el piso de Peter.

- Criatura que no te doy mi vida, que es ropa nada más, deja de agradecer – le restó importancia la rubia risueña.

- Llegan a tardar más y tenemos que recalentar las pizzas – se quejó Gastón y las cuñadas le sacaron la lengua al mismo tiempo.

Esas pizzas fueron devoradas minutos después por ellos cuatro. Estuvieron recordando cada momento vivido ese fin de semana, y por ello no pararon de reír. Incluso Rochi propuso repetirlo pero con amigos en vez de familia, estaba segura que Candela moriría al ver la casa y Lali apoyó su opinión totalmente.

- Nos vamos yendo que ustedes mañana trabajan y yo tengo facultad – se despidió Rochi.

- Sí mejor nos vamos, porque yo estoy muerto del cansancio – añadió Gastón abrazando a su novia muy mimoso.

- Mejor los mimos los dejas para cuando no estén en mi casa – habló el hermano celoso acercándose a su hermana y estrechándola entre sus brazos.

- Hasta mañana chicos – dijo Lali repartiendo besos a los dos rubios y sonriendo por la situación entre ellos y Peter.

Peter los acompañó a la puerta, y volvió sobre sus pasos hasta llegar a Lali que estaba en la cocina recogiendo lo poco que habían ensuciado en la cena.

- Dormir con vos una noche más, que lindo – susurró en el oído de Lali abrazándola por detrás.

- Mejor es despertarme y verte a mi lado – añadió ella acariciando los brazos que la rodeaban.

Los dos estaban mimosos, después de compartir juntos unos días completos de sol a sol, y entre besos llegaron al cuarto de Peter, donde esa cama que fue testigo de su primera vez, volvió a comprobar lo tanto que se amaban.