Buenos días, tardes o noches porque no sé en que momento de vuestro día lo leeréis.
Gracias por seguir leyendo esta historia y seguir comentándola desde el otro lado de la pantalla, me alegra que a pesar del tiempo, aun haya gente del otro lado. Bienvenidas a quien me acaban de conocer y espero que no os vayáis =).
Sin entretenerme mucho más, porque son vacaciones y hay que disfrutar el verano, os dejo el siguiente capítulo. Que lo disfrutéis. Gracias.
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CAPÍTULO
38
Ya está prácticamente todo
organizado para la fiesta, que será dentro de dos días. Todos estamos
colaborando para que pueda llevarse a cabo, incluso Julia y Sonia como me
prometieron. Aunque apenas han pasado tres semanas a Sonia ya se le nota la
barriga y está guapísima, por lo que Julia y Peter dicen que será un niño
porque si no fuera así, la niña le estaría robado la guapura.
- Esta carta acaba de llegar
para ti, Lali – me dice Euge, que también empieza a notarse su barriga aunque
mucho menos que a Sonia.
-¿De quién es? – pregunto
levantándome hacia ella.
- Tiene el remite de la
academia nueva. Sinceramente me está empezando a joder no saber quien maneja
ese sitio. – dice Euge abanicándose con su mano.
Abro la carta y encuentro
dos invitaciones para una fiesta de apertura. Suelto algún que otro improperio
en voz alta y Euge me quita las invitaciones de mis manos.
- Al menos no es el mismo
día que la nuestra – acota ella.
- Ya, pero ¿para qué me
invitan?
- Quizás quieran conocer al
enemigo para saber cómo enfrentarlo.
- No lo sé, pero me
desconcierta, la verdad.
- Bueno, yo creo que
deberías ir para así poder descubrir de quien se trata y contra quien
competimos. Además venía a decirte que abajo ya está todo listo, acaban de
terminar de preparar las luces del escenario del patio principal.
- Gracias guapetona.
- Amor – se escucha la voz
de Nacho llamándola.
- En la oficina de Lali –
responde.
Nacho entra, le da un beso y
la abraza rozando su tripa y me acerca a él sin soltar a Euge para saludarme a
mi también.
- Nos tenemos que ir, que
mis padres nos están esperando para cenar y tú tendrás que cambiarte y todo eso
– le dice él sonriendo.
- Cierto, hoy tengo cena con
mi familia política, aun ni sé que es y ya me están regalando cosas Lali – dice
refiriéndose al bebé – espero y lo digo de verdad, que tu madre se frene porque
no voy a caber en casa, cariño.
- Bueno, vamos a ir
manejándola nosotros. Creo que nunca se imaginó que fuera a tener un nieto de
mi parte.
- Venga iros, que se os va a
hacer tarde al final, sobre todo si doña tardona – por Euge – tiene que
arreglarse.
- Con amigas como tu… -
comienza a decir ella y los tres reímos – te quiero preciosura. Antes de irte
ve a ver el escenario porfi, para ver si falta algo.
Asiento, nos despedimos y se
van. Al salir por la puerta, me suena el teléfono y es mi madre.
- ¿Qué quieres? – respondo
al descolgar.
Desde la pelea en mi casa no
la he vuelto a ver ni hablar con ella, se fue de España sin decirme nada.
- Lali soy papá – escucho su
voz apagada – ¿cómo estás?
- Bien, preparando la fiesta
que es en dos días ¿por qué me llamas desde el móvil de mamá?
- Porque ella se ha llevado
el mío sin darse cuenta. Cariño quiero verte y hablar contigo.
- Cuando quieras te espero
en mi casa, es más te invito a la fiesta siempre y cuando no traigas a mamá.
- Lali, hija…
- No intercedas por ella
papá. La última vez que me vio me pegó tal guantazo que me volvió la cara y
creo que con casi 30 años que tengo no tiene razón de ser.
- ¿Qué hizo qué?
- Claro, no podía ser de
otra manera. Ella te habrá contado que le grité cuatro verdades a la cara pero
no te ha contado lo que me hizo a mí.
- No cariño, lo siento –
escucho su voz de tristeza y enfado al mismo tiempo – te aseguro que voy a
hablar muy seriamente con ella cuando vuelva a casa.
- No tiene caso papá. Más me
duele que ambos me hayáis mentido y que tu hayas permitido que esté con el hijo
del amante de tu mujer.
- Lali por favor – intenta
hablar pero sabe que le digo la verdad y se calla porque no tiene respuesta.
- ¿Sabes? Aun me quedaba
alguna esperanza de equivocarme en eso pero tu silencio me lo termina de
confirmar.
- Vamos a vernos y hablar
para que te lo pueda explicar todo.
- ¿Te espero entonces en dos
días para la fiesta de mi academia?
- Por supuesto que sí cielo.
Te quiero mucho, no lo olvides.
- Yo también. – respondo y
cuelgo.
Estoy recogiendo las cosas
para irme a casa cuando mi móvil suena con un whatsapp. Al desbloquear el
teléfono veo que es de Peter.
-
Gordita te echo de menos, llevo sin verte dos días. Deseando llegar para
abrazarte. ¿Cómo estás? Seguro que aun en la oficina terminando de preparar lo
de la fiesta.
-
Yo también te echo de menos, pero es tu trabajo. Sí estoy aun en la academia,
pero ya recogiendo para irme a darme un baño relajante a casa. Tú no te quejes que seguro que estás
hospedado en un hotel cinco estrellas, porque Marta (su
clienta) tiene dinero para aburrir.
-
No hay mayor lujo que tener tu compañía. Y no hay nada más aburrido que una
fiesta de abogados.
-
JAJAJA ¿más seductor que tú con las palabras? Ya nos queda poquito amor, solo
unas horas.
-
Cierto :`( pero te echo de menos. ¿Tú a mi no?
-
Un montón. Acabo de hablar con mi padre y dice que quiere que hablemos. Lo he
invitado a la fiesta.
-
¿Pasa algo?
-
Mi madre como siempre le ha contado su versión de los hechos y yo hoy le he
contado las cosas tal como fueron… me jode tanto esta situación, que cierto es
que a la familia no se la elije.
-
Eso no es cierto, yo te he elegido a ti.
-
<3 Te amo, si te tuviera en frente te comería a besos de verdad.
-
Yo te haría mucho más. Te tengo que dejar hermosa, mañana hablamos.
-
Vale, hasta mañana nene.
-
Hasta mañana chispita.
Guardo el móvil en el bolso,
saco las llaves del coche y de la academia. Paso a ver lo que me ha dicho Euge
y reviso que esté todo cerrado. Cierro la puerta principal después de activar
la alarma y llego hasta mi coche para montarme en él. Abro la puerta y tiro mi
bolso en el asiento del copiloto, cuando voy a entrar alguien me llama dándome
golpecitos en el hombro.
- Disculpe señorita – oigo
la voz de Peter pero no me lo creo. Me giro para comprobarlo – estoy esperando
que me coma a besos – termina de decir.
- ¿Qué haces aquí? – le pregunto mientras me
tiro a sus brazos lo abrazo.
´- ¿Sabes lo que es estar
una semana sin ti? Le he dicho a Marta que me venía.
- ¿Cómo haces eso Peter?
- Que es broma tontita – me
dice y le planto un beso antes de que continúe hablando – Han suspendido las
actividades programadas para el último día, así que Marta ha cambiado mi vuelo
para esta tarde, y aquí estoy contigo.
- Que ganas tenía de estar
así – le digo abrazada a él.
- Yo tengo ganas de tenerte
así en la cama – me dice al oído y sonrío.
Después de besarnos, nos
metemos en el coche. Llegamos a casa después de aparcar, Peter hace la cena
mientras yo me ducho. Le cuento lo poco que falta para la fiesta, como está
Sonia, Euge… un resumen de lo que ha pasado mientras ha estado fuera; y él me
cuenta lo que ha hecho y toda la gente interesante que ha conocido. Recogemos
la mesa y llevamos todo a la cocina. Me abraza desde atrás, me vuelve y me coge
en brazos. Yo me agarro a su cuello y lo rodeo con mis piernas por su cintura.
- Te necesito Lali.
- Y yo a ti mi amor – le
respondo.
Es Peter el encargado de
llevarnos hasta mi cama y allí empezar a disfrutar la larga noche que nos
espera por delante.
2 comentarios:
K sorpresón le dio.
Vaya con la madre,omite lo k le conviene.
Muero ya por saber como sigue todo un besazo
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