domingo, 9 de octubre de 2011

Historia de los Reyes Magos

Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escucharle como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo:
- ¿Papá?
- Sí, hija, cuéntame
- Oye, quiero... que me digas la verdad
- Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido
- Es que... -titubeó la pequeña.
- Dime, hija, dime.
- Papá, ¿existen los Reyes Magos?
El padre de la niña se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.
- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?
La nueva pregunta de su hija le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:

- ¿Y tú qué crees, hija?
- Yo no sé papá, que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso.
- Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero...
- ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis engañado!
- No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de su hija.
- Entonces no lo entiendo papá.
- Siéntate, cariño, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.
Ella se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:
Cuando el Niño Jesús nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:
- ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.
- ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo.
Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:
- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito.

Entonces pensaron que para que eso se hiciera realidad necesitarían al menos un paje para cada niño, un paje que conociera muy bien a cada niño... entonces a los tres pensaron que quién había en el mundo que conociera a un niño que conociera a un niño mejor que sus padres.
Ese día los Reyes Magos decidieron que para hacer a los niños felices, cada uno de los niños del mundo tendría dos pajes, y que sería los padres. Ellos se encargarían cada año de hacer regalos a sus hijos, y mientras estos fueran pequeños, lo harían en nombre de los Reyes Magos.
Cuando ya los niños fueran grandes, y capaces de comprender toda la historia de los Reyes Magos, los padres se la contarían a sus hijos, para que cuando ellos fueran mayores hicieran lo mismo con sus hijos, y así seguir haciendo feliz a todos los niños del mundo.
La niña se quedó un rato callada, de pronto se levantó y le dio un beso a cada uno de sus padres... y volviendo a mirar a su padre le dijo:
- Sabía que tu no me mentías papá.

lunes, 3 de octubre de 2011

Nueva administradora!!!

Tenemos nueva administradora.. por diferentes razones no puedo subir los capítulos de la novela lo seguido que a mi me gustaría... por eso ella los va a ir subiendo conforme yo se los vaya pasando.. es Lidia. Esperamos que en algún momento se anime a subir ella sus propias historias =)

Besos Inma =P